Por Emiliano S. Parió el disco homenaje a Mariano Ferreyra, producido por FM La Tribu y Aitor Graña, donde colaboraron músicos de la escena local y créditos desde el más allá del charco, como 4 pesos de propina y Manu Chao. Hoy y el 10 de este mes se presenta en el Club Atlético Fernández Fierro.
Hay un debate de profundidad en el ámbito de la música (y nos animamos a decir, del arte en general) que se visibiliza cuando lo que queda es el cuerpo lleno de plomo. ¿Es el rock “panfletario” o “de consigna” el más efectivo para anclar la memoria de nuestros caídos? ¿Había que cantarle a Mariano o había que sentirse motivado por su lucha y su final para alentar las próximas luchas presentes? Si el arte es funcional a un programa político, o si el arte debe regirse por un calendario propio, discutieron fuertemente aquellos que Mariano también leía. Discutieron, Trotsky y Maiakovski, discutieron y ambos murieron, asesinados directa o indirectamente.
CUERPO tiene un subtítulo o leyenda interesante: “Canciones a partir de Mariano Ferreyra”. Y nos sirve, o debiera servirnos como línea de aporte a este debate. Porque en CUERPO conviven el análisis de coyuntura al cual Las Manos de Filippi (en “Kristina”, junto a Cadena Perpetua) nos tiene acostumbrados, y el vuelo imaginario y hasta “hitero” de Vicentico y Mariana Baraj en una canción de retorno, pero de anhelo de retorno poético, titulada “Hasta despierto”. El manejo de las temporalidades (cantarle a lo que Mariano fue, a lo que Mariano es o a lo que Mariano será para las banderas futuras) también representa, en el disco, un lindo conflicto.
Los uruguayos de 4 pesos de propina y Francisco Fattoruso interpretan “Mi revolución”, quizás una de las canciones donde la presencia de Mariano al calor del presente se convierte en una necesidad: “Hoy la pelea que doy es quererme mas (…) Hoy que es tiempo de sanar las heridas del tiempo”. Hoy, que tanto se apropia y expropia el cuerpo fusilado de Mariano, fundamentalmente desde los organismo comunicacionales del Estado (vale recordar el afiche psicótico de Néstor junto a Darío y Maxi), pensar a Mariano desde el documento se traduciría en una lectura política: no despojar a Mariano de su lucha junto a los trabajadores tercerizados del Roca, a Mariano como militante del Partido Obrero, a Mariano “que sana” en la movilización contra las políticas laborales del gobierno nacional.
Un movimiento yuxtapuesto es el que hacen la bellísima voz de Maca Mona Mu y Rafael Villazón en “Zamba para la guagüita”. Zamba de voz media, casi susurro, zamba para un niño dormido. Hay una contemplación sublime y sutil que despoja a Mariano del plomo, de la vía. Ahora Mariano duerme, descansa, sueña. Sueña y con él soñamos nosotros también. Esa identificación visual -el niño dormido en su cuna- progresa o se despliega en “Como vos” de Nicolás Rallis & Raly Barrionuevo: “Tiene barba como vos como yo, pinta de zurdito como vos como yo”. Lo especular corre el eje universalista de “mataron a un ser humano”. Al que mataron es al “zurdo”, que podrías haber sido vos o yo, porque nosotros sí vamos a los cortes de ruta. En “Como vos” el protagonista es el CUERPO del militante.
Tanto en “Día de la Raza” de Palo Pandolfo & Tomi Lebrero como en “Afrika” de Chimango y Manu Chao, Mariano es un disparador. Para Palo y Tomi, un disparador diacrónico de bandolerismo a contrapelo; una historia de gauchos, esclavos, conquistados, explotados, sometidos que, hasta hoy, se repite, se vivencia. Pero también el grito de nuestros muertos retumba en “Luz” de Calican Groove (banda de Aitor) & John Guarenas: “tu voz no podrán apagar”. La misma voz de Gabo Ferro, desgarrada, con aire puntano, en “Ay, asesino”, y que Acorazado Potemkim & Paula Maffia la convierten en reflexión en la canción “Las Piedras”, cuando es la pérdida un motor de movimiento: “Siempre jugando a escaparse, nunca lo pude abrazar. Cuando un hermano no vuelve, hay que salirlo a buscar”.
El disco permitió, además, que Goy Karamelo y el teclado de Pablo Lescano reversionaran “El baile Oficial” (tema de Perfectos Idiotas, Karamelo Santo, 1998), y que Alfredo “Tape” Rubin brindara un machaque ciudadano acompañado por la Orquesta Típica Fernández Fierro en el tema “Su Tren”. Canción de traiciones, de voces oficiales donde Mariano es un “otro”, antropológica y políticamente hablando, y que reconstruye (en función de archivo) las voces del enemigo.
“Ayer es hoy” (Viento & Facundo Guevara & Luis Gurevich) inscribe la consigna: “Nos han pedido seguir”. Consigna sobre la que se puede dibujar este dilema de profundad planteado al comienzo de esta nota, pero ahora en la pluma y en la voz de Vicente Zito Lema: “Hay épocas en que la poesía se plantea una última cuestión: / ¿cuándo lleguen los poetas del mañana, / los que anuncian la alegría, / tendremos algo más para recibirlos / que tumbas de inocentes sin justicia / y la moneda de la vida jugada a cara o cruz…?”
“Épocas” musicalizado por Os Picantes, suena futurista, hasta místico y con vientos de predicción (algo así pasaba con “Sanguches de miga”, aquel tema de Pappo que se abría y se cerraba con un sonido espectral, extraterrestre que congelaba la sangre). La gravedad que tajea Zito en “Épocas” es la gravedad del presente. La pelota ahora es nuestra. El CUERPO de Mariano presente e insoportablemente vivo en cada uno de nosotros.
Los lunes 3 y 10 de diciembre a las 20 horas, con una entrada de $40, se podrá ver a los artistas de CUERPO en el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), Sánchez de Bustamante 764.