“Sabemos muy bien que Cuba es objeto de odio o de amores, si nos quieren está muy bien pero que sea de forma informada. Entre otras cosas, porque esto ha sido un inmenso laboratorio social, con logros, errores, grandes triunfos y derrotas, avances y retrocesos. Entiendan eso y úsenlo.”
Por Camila Parodi.
Esther Perez, referente de la Educación Popular en Cuba dialogó con Marcha, un análisis sentido sobre la coyuntura política, los obstáculos y las estrategias que enfrenta el pueblo cubano en la actualidad.
“Aquí los tiempos no valen oro como en el capitalismo” advierte la educadora popular luego de finalizar una entrevista que lejos de serlo, se convirtió en una larga y cálida conversación. Esther Perez, pionera de dicha concepción político pedagógica en la isla, comenzó con un recorrido iniciado en las campañas de alfabetización, y continuó produciendo teoría desde la propia práctica de formación y encuentro con las organizaciones sociales. Luego junto a su compañero Fernando Martínez Heredia entrevistaron a Paulo Freire para la Casa de las Américas allá por el año 1987. Y en ese andar, se propuso impulsar la educación popular en los momentos más adversos de la historia cubana desde el Centro Martin Luther King donde actualmente continúa construyendo espacios de construcción colectiva. Entre café y ron, Ester nos abrió las puertas de su casa donde vive en la Habana. Dispuesta a compartir, sin formalismos, sus experiencias y su reflexión sobre la realidad cubana.
-Muchos discursos y noticias han circulado sobre el actual contexto cubano, con un claro fin tendencioso y peyorativo. Sin embargo, ¿qué mirada construyen desde acá ante el mismo?
Para nosotros los discursos de Raúl reflejan nuestra mirada, tanto el que realizó en la Cumbre de la CELAC a raíz del decreto que Obama dicta contra Venezuela, como en la Cumbre de las Américas. Lo digo porque me parecen discursos luminosos y que dejan muy en claro la postura histórica de Cuba con Estados Unidos, que no es ninguna novedad. En ellos, puso de manifiesto el objetivo de seguir perfeccionando nuestro socialismo, avanzando hacia el desarrollo para consolidar los logros de la Revolución.
Aquí decimos, ¿quieren normalizar las relaciones con Cuba? Perfecto. Ahora bien, ¿esto significa que vamos a entregarnos de pronto al capitalismo? ¿Qué vamos a poner Mc’ Donals?, ¿qué vamos a dejar de cuidar a Venezuela?, ¿qué vamos a dejar de decir que los puertoriqueños son latinoamericanos? No, esa es la imagen que el propio capitalismo quiere producir de este momento, no la nuestra.
-Contando con una historia de 55 años de bloqueo económico y todo lo que esto trajo aparejado. ¿Cómo fue recibido por el pueblo cubano?
La gente siente que esto es una victoria del pueblo. Además de nuestra seguridad, simbólicamente creo que Estados Unidos cometió un error que nos ayudó, que todo este proceso comenzó -porque Cuba no lo iba a comenzar de otra manera- con la liberación de los Cinco Héroes. Cuba no iba a pasarle por arriba a este hecho para establecer las relaciones y los Estados Unidos lo sabían por eso tuvieron que comenzar por ahí.
Entonces el pueblo cubano lo que sintió ante todo fue la victoria. Es decir, como pueblo desde acá aguantamos y luchamos, a su vez, ellos desde allá en las hostiles cárceles resistieron y volvieron. Y además de todo este triunfo, el ´come-mierda´ ese ha tenido que venir a decirnos que quiere restablecer las relaciones.
Y lo ha sentido más, porque si analizamos el discurso de Obama del día 17 de diciembre en el que se anunció la apertura del diálogo y luego sus palabras en la habitación con Raúl Castro durante la foto y el famoso “apretón de manos”, él ha bajado el tono. En el primer discurso enuncia que “van a hacer lo mismo pero por otra vía” es decir, que nos quería dar lo que aquí llamamos el “abrazo del oso”, después ya no está diciendo lo mismo expresa que respetan nuestras decisiones y autonomía.
-En esa línea, se consolidó una imagen en los discursos hegemónicos sobre una Cuba actual que de repente “sede al imperio”.
Eso mismo, sin embargo no somos ingenuos aunque así lo pretendan mostrar y es obvio que quieren eso ya que, lo intentan y han intentado por todos los medios, con atentados, con bombardeos, terrorismo, con el bloqueo, con la comunicación mediática. Es claro, y no vamos a confiar de repente que ahora lo vayan a cambiar. Lo importante es eso, que lo sabemos. Y también reconocemos que ahora va a ser más duro aún, porque la disputa ideológica te coloca en otro terreno y tenemos que estar a esa altura.
-En este contexto, ¿cuál es la reacción y la estrategia que se está dando el pueblo cubano?
Yo creo que los cubanos y cubanas ahora lo que están sintiendo es eso, estamos en un momento de revisión de campo evaluando cómo nos encontramos, quienes están realizando bien sus tareas y quienes no, qué debemos profundizar y cómo.
Es una tarea compleja la que se está realizando, porque va a ser duro. Somos un país que aún no se ha podido recobrar de la crisis y seguimos luchando contra sus secuelas. Tenemos la intención firme de que nuestros programas y política social no se desmoronen y eso cuesta cuando contamos con un dinero que casi no existe. Y sabemos que ahora van a hacer todo tipo de prácticas que demuestren “lo bueno que es Miami”.
-En relación a eso, la desigualdad económica es algo que se hace unos años ha comenzado a vivirse en la isla de forma más acentuada. ¿Cuál es tu lectura?
Hay desigualdades en la sociedad cubana que no existían. Después de la crisis se permitió el ingreso de las remesas, eso nos plantea un dilema capital y filosófico de esta sociedad, ya que aquí siempre se ha premiado el mérito. Pero el recibir remesas de la familia en el extranjero no simboliza ningún mérito en especial. El monto de las remesas es importante, es mayor aún que el ingreso por turismo y entonces genera una desigualdad, por lo pronto en el consumo, que no existía para nada.
Otra cuestión, es que antes de la crisis, todos comíamos de la libreta, es decir la cartilla de racionamiento que recibe cada bebé cubano cuando nace. En ese momento se le comienzan a entregar sus cinco libras de arroz, su leche, su café, etc. como si fuera un adulto, aquí sí los niños nacen con un pan bajo el brazo. A precios tan subsidiados que no existen ni tienen relación, son simbólicos claro está.
Es decir, a partir de la crisis, de la apertura al turismo, de la ampliación a mercados paralelos se ha introducido el consumo que ha producido este tipo de desigualdad en la que si tienes un CUC te puedes comprar una Coca Cola. Claro que en comparación con otras sociedades puede parecer mínimo lo que planteo, pero no importa porque cada sociedad se compara consigo misma no con las demás.
-Sin embargo hay un objetivo compartido que supera el individualismo, por lo menos a grandes rasgos, en la sociedad cubana.
Y sí, sabemos que es fácil pensar otras opciones individuales para resolver la vida. Nosotros mismos en alguna de las noches de interminables apagones nos hemos puesto a pensar, pero sin embargo aquí estamos nunca se nos ocurrió hacer otra cosa. ¿Por qué? Responsabilidad social, porque es revolucionario y en un compromiso de todos sostener que esto no se caiga, porque si decimos que no nos vamos a rendir debemos asumir la tarea. Es decir, no nos podemos quedar en el discurso boca arriba, pero también porque es gratificante. Y si bien hay contextos y realidades que atraviesan nuestras vidas, aquí sabemos bien que los valores se adquieren en la práctica social, ahí las personas hacen sus opciones de vida, donde el valiente da el paso al frente y el cobarde para atrás.
-Justamente en el marco de las resoluciones colectivas a las problemáticas, en la actualidad están realizando aumentos salariales con el fin de equilibrar el ingreso dentro de lo posible ¿no es así?
Para ir de a poco resolviendo el problema se están realizando aumentos de salario de forma sectorial, que no lo solucionan en su totalidad pero van generando paliativos a la situación. Esto es una novedad, durante años se mantuvo un salario fijo y era imposible para sostener nuestra economía hacerlo de otra forma. De a poco se están revalorando los méritos por eso el primer aumento fue realizado al sector de la medicina. Tienen que tender a reducirse.
-¿Cuál es el rol de la juventud ante los nuevos debates y la realidad actual de la sociedad cubana?
Nuestra juventud son los hijos de la crisis, hijos de la generación del “por poquito” digo yo. Y tenemos propuestas atrasadas para ellos, se trata de dos generaciones que se criaron bajo el signo de la crisis se advirtió que esto iba a ocurrir y desató debates. Por ejemplo mi generación fue la de la gran movilidad social en términos de vida material y de participación política a la vez. Posteriormente vino una generación de jóvenes dispuestos, idealistas y anti-capitalistas que ven la política desde sus preocupaciones. Su proyecto de felicidad no se agota en la satisfacción individual, por eso tenemos la necesidad permanente de inventar el colectivo.
Y no estoy diciendo que esa es la realidad total de la juventud cubana, ya que justamente ese periodo gris ha llevado a la diferenciación de la sociedad cubana entera ya que las experiencias de vida y de formación han sido disimiles. Sin embargo, esto se encuentra en permanente movimiento y construcción de propuestas, por ejemplo no es casual que la Juventud Comunista se proponga para el año 2016 la realización de su histórico Congreso con la participación de jóvenes de distintas organizaciones. Pero están aquí por eso, si bien tenemos unas discusiones que no se pueden imaginar, ese eje es claro su proyecto de vida y felicidad es inconcebible sin una dimensión colectiva, es un logro enorme que existe en muy pocas sociedades del mundo.