Por Gerardo Szalkowicz. Se cumplen cuatro años del golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya. Buena parte de la Resistencia hondureña apuesta hoy a la candidatura de su esposa Xiomara Castro, que lidera las encuestas con la propuesta de un “Socialismo Democrático”.
Manuel Zelaya llegó a la presidencia en enero de 2006 desde el Partido Liberal pero con el tiempo se fue corriendo unos pasitos a la izquierda. En 2008 impulsó el ingreso de Honduras a la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) y a mediados de 2009 propuso una consulta popular para decidir la colocación de una cuarta urna en las elecciones previstas para noviembre. Esta cuarta urna permitiría votar a favor o en contra de la instalación de una Asamblea Constituyente.
El plebiscito, previsto para el 28 de junio, fue el detonante que puso en marcha la conspiración. En la madrugada de aquel domingo, Zelaya fue secuestrado por los militares, trasladado en pijama al aeropuerto Toncontín y despachado a Costa Rica.
El golpe, apoyado por los poderes Legislativo y Judicial, se había cocinado en la base militar estadounidense de Palmerola, 70 km al norte de Tegucigalpa (base instalada en los ‘80 como plataforma de ataque contra el gobierno de Nicaragua y los movimientos revolucionarios centroamericanos).
Asumió así el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, hasta ese momento presidente del Congreso. Como contraparte, floreció un inédito proceso de movilización popular que dio nacimiento al Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), la mayor fuerza social y política de la historia hondureña reciente. Brotó también una política de persecución y represión contra “La Resistencia”, que no se ha detenido bajo la presidencia de Porfirio Lobo surgida de las cuestionadas elecciones de noviembre de ese año, comicios que contaron con una abstención cercana al 70%.
Baño de sangre
Se estima que en estos cuatro años fueron asesinados unos 300 militantes que luchaban contra el régimen de facto y el gobierno de “Pepe” Lobo. Más de 100 víctimas son campesinos.
Es que el principal foco de resistencia se da en el norteño Departamento de Colón, en la región del Bajo Aguán, zona de vasta producción de palma africana, donde las organizaciones campesinas libran una dura batalla por el territorio contra los terratenientes y los megaproyectos de las transnacionales.
Otro blanco elegido por los golpistas han sido los trabajadores de la comunicación: desde 2009 se reportaron al menos 25 casos de asesinatos a periodistas, el último se dio el pasado lunes, con la desaparición de Aníbal Barrow, periodista de la cadena TV Globo.
La realidad política post golpe abrió el camino además para que se dispararan los índices de criminalidad. La tasa de homicidios es de 86 por cada 100 mil habitantes, cuando la media mundial es de 8,8. Según un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Honduras tiene el porcentaje de homicidios más alto del mundo.
Estas cifras se explican además por el alto grado de impunidad. El propio Gobierno ha confesado que sólo se investiga el 20% de los crímenes. Otro elemento que explica el panorama es que Honduras se convirtió en una de las principales rutas del tráfico de drogas hacia el mayor consumidor mundial, Estados Unidos.
Objetivo refundación
Tras el regreso del exilio de Zelaya en mayo de 2011, buena parte del Frente de Resistencia se abocó al operativo retorno por la vía electoral. Se conformó el partido LIBRE (Libertad y Refundación), que tiene como coordinador general al propio Zelaya y lleva como candidata para las elecciones del 24 de noviembre a su esposa Xiomara Castro.
Recientemente, Castro, que encabeza las encuestas, anunció que propondrá la creación de un “socialismo democrático” y la elaboración de una nueva Constitución. El desafío es romper con 100 años de bipartidismo (Liberal y Nacional), derrotar a las fuerzas que orquestaron el golpe de 2009 y siguen controlando el poder político y económico del país y retomar el proceso que se cortó de cuajo hace exactamente cuatro años.
Memoria Activa
Con diversas actividades las y los hondureños conmemoran este viernes el cuarto aniversario del golpe. El jueves se realizó una vigilia frente a la embajada de Estados Unidos donde se denunció el rol activo que jugó el gobierno norteamericano. La principal movilización partirá desde la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y llegará hasta el Parque Central de Tegucigalpa. Además, el gremio docente anunció un paro general para unirse a las protestas.
En Argentina, diversas organizaciones populares realizarán, desde las 16 hs, una Clase Pública frente a la embajada de Honduras dictada por Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea fundadora, bajo la consigna “No más golpes en América Latina”.