Por César Saravia (@Cesar_1908)
El “Diario de Ana Frank” es sin duda uno de los símbolos de resistencia contra el nazismo, la discriminación y el olvido. En una temporalidad que ocurre en los días previos a su viaje al refugio, la obra “Cuando todavía había ciruelos”, escrita y dirigida por Sol Martínez, explora cómo la vida de la familia Frank se ve afectada por la llegada de la barbarie del régimen de Hitler.
Cuando la familia recibe una carta con una convocatoria a Margot para trabajar en Alemania, Edith y Otto deciden que es el momento de esconderse. Durante la obra, el miedo a ser descubiertos, las prohibiciones y la angustia de Edith y Otto por proteger a sus hijas se cruzan con la esperanza, la ilusión, la imaginación y el deseo de un día volver a la vida que la guerra les arrebató.
En la obra, la relación entre las hermanas ocupa un lugar central. Dos chicas distintas y con sus conflictos pero que juntas irán construyendo un lazo que les permita afrontar la difícil situación y las imposiciones que no eligieron. En esta obra veremos a una Ana luchadora, terca, por ratos caprichosa, pero que en la medida avanza la historia irá asimilando la situación y desde ahí se parará con convicción y deseo por la vida, dispuesta a denunciar desde su escritura todo lo que le parece injusto y a todos los que la negaban como persona.
Con actuaciones sobrias y profundas, el elenco conformado por Nicole Camba, Amilcar Ferrero, Daniel Goglino, Celina Rodriguez, Coti Simioni, logra trasladar al espectador y a la espectadora al interior del hogar de una familia judía de los años 40, durante la Segunda Guerra Mundial, con su estética, sus modos y su lenguaje, obligada a renunciar a su vida para salvarse de la barbarie. Aquí el árbol de ciruelos será el símbolo de la ruptura de lo que queda atrás.
En la obra, el narrador aparece en todo momento presente en escena, como en una cruzada porque la historia no caiga en el olvido, como en una temporalidad que no cabe en ni en el futuro, ni el presente. Este narrador intentará mantener vivo el relato, al mismo tiempo que nos invita a pensar en todas las voces que el odio y la guerra nos han robado. Es, con toda su fuerza, una invitación a no olvidar esta historia, y resistir para no volver a repetirla.
La obra puede ser vista durante los sábados de octubre y noviembre en el teatro Pan y Arte, en Boedo al 876 a las 20:30 hrs. Los boletos pueden ser adquiridos a través de Alternativa Teatral.
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Sol Martínez
Actúan: Nicole Muriel Camba, Amilcar Ferrero, Daniel Goglino, Celina Rodriguez, Coti Simioni
Iluminación: Lucia Feijoó
Música: Nahuel Couceiro
Diseño: Luciano Saiz
Fotografía: Sol Atta
Asesoramiento de vestuario: Marina Díaz
Asistencia de dirección: Natalia Spera
Producción: María Pérez Campi
Dirección: Sol Martínez