Hoy, nuestras casas serán las plazas. Nos reivindicamos trabajadoras y hablamos con siete activistas de la región que nos cuentan porqué el 1 de Mayo es feminsta y une nuestras luchas sin fronteras.
Por Laura Salomé Canteros @laurasalome / Foto: Archivo
Es un 1 de Mayo atípico. Nosotras, trabajadoras mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries, feministas organizadas, no nos encontraremos en la Plaza (Lorea o en cualquier otra) como cada año. Sino que lo haremos desde la virtualidad de nuestros espacios; organizadas en un llamado a “salir juntes de la pandemia y cambiar el sistema”. Convocadas a hermanarnos en la lucha por el reconocimiento de nuestros derechos desde la construcción de feminismos como fuerzas transfronterizas y como memoria de luchas a un 1 de Mayo Feminista y Sin Fronteras.
“Durante la pandemia y en los próximos meses, el proceso de insubordinación alimentado por la huelga feminista convierte nuestro trabajo reproductivo en un campo de lucha”, afirma el Manifiesto firmado por cientas de coaliciones y organizaciones feministas del todo el mundo. El “1 de Mayo Feminista Transfronterizo”, una iniciativa surgida de las Non Una Di Meno https://www.facebook.com/events/2560684267514544/, levantará banderas acostumbradas: históricas y coyunturales. Lo hará “para contestar la división sexual y racista del trabajo y para exigir la socialización del trabajo de cuidado” y “porque si nos unimos no solo podemos salir de la pandemia, sino cambiarlo todo”.
Un análisis regional de las demandas sin fronteras de un 1 de Mayo en que las feministas enfrentamos a la alianza criminal del patriarcado y el capital que amenaza con confinarnos más allá de la pandemia.
Argentina
“Flora Tristán decía que hay alguien más oprimido que los trabajadores y son las mujeres de los trabajadores. Y si bien, no somos mujeres de nadie, somos quienes transitamos los trabajos más precarizados, peores pagos y sufrimos la marginación y la pobreza mundial, mucho más que los varones”. Con estas palabras, Celeste Mac Dougall, historiadora y docente, activista de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, interviene sobre esta fecha.
“El 1 de Mayo tiene que ser feminista porque el problema de la explotación y de la clase trabajadora es un problema del feminismo; y tiene que ser sin fronteras porque las problemáticas que traen las opresiones del capitalismo y el patriarcado tampoco las admiten”, dice Celeste Mac Dougall: “a la vez, tiene que ser feminista en un sentido profundamente transformador de la sociedad, no podemos romper techos de cristal si otras van a quedar barriendo las esquirlas”.
Para la activista feminista, las demandas en Argentina, la región y el mundo tienen que ver con los derechos sexuales y reproductivos. “Las consecuencias de esta pandemia van a ser catastróficas en términos de la salud de las mujeres en falta de acceso a métodos anticonceptivos, control de la natalidad y el estar sumergidas a situaciones de violencia” y agrega, “debemos revalorizar, desde lo ético, pasando por lo simbólico hasta lo material, las tareas de cuidado. Porque si entendimos que esas tareas que llevan adelante las mujeres son importantes, esa valoración debe ser central”.
Chile
“Este 1 de Mayo nos pilla caminando y luchando por sobrevivir en medio de tres crisis muy importantes que se vive en Chile hace mucho tiempo: una social, una política y una económica”, dice Valentina Olivares Grey, activista feminista popular. “Una crisis social producto de la precarización, mercantilización y el endeudamiento de las vidas de millones; una crisis económica que hoy estalla pero que tiene raíces produndas en la que los ajustes del capital no han logrado dar respuesta a las urgencias sociales y por el contrario, las profundizan año a año; y una crisis política, porque la Constitución dictatorial -y sus ajustes- distorsionaron la democracia chilena dando una sobrerrepresentación que jamás en la historia han tenido los sectores más conservadores”.
“Todas esas crisis, materializadas en los cuerpos precarios, en los cuerpos feminizados, han sido denunciadas por los movimientos sociales los últimos años; y en particular por el movimiento feminista con una masividad y potencia que nadie vio venir”, agrega. “Desde octubre, los movimientos populares salieron a destruir las verdades del capital y el patriarcado. A poner en el espacio público esa rabia y la urgencia política de construir vidas vivibles”. Sin embargo, en esta pandemia, “las conquistas que mantenemos a fuego vivo en nuestros corazones tambalean ante una fuerza del capital que está poniendo la ganancia por sobre la vida de las personas”.
Por eso, afirma Olivares Grey, “Ante una crisis sanitaria que amenaza la vida de mayorías, ante esta economía del terror neoliberal, las feministas enfrentamos este 1 de Mayo con el desafío de poner la esperanza en el centro. Una esperanza que parte por el mínimo, que es construir soluciones colectivas para sobrevivir ante la crisis”. “Estas prácticas de solidaridad son alternativas políticas y no pasan solamente por lo que sucede en nuestro territorio, sino que tienen que ser parte de un esfuerzo internacionalista del movimiento feminista y de los movimientos populares”. Porque “esta crisis en todo el mundo, se ha transformado, para el capital y para el patriarcado, en una oportunidad para acelear los ajustes de un modelo que fabrica violencia y precariedad; y es para nosotras, las feministas, una urgencia política pensar modelos económico- sociales realmente distintos, libres de violencias, con vidas justas y vivibles”.
Ecuador
“Que vaya un saludo amoroso, rebelde, combativo a quienes formamos parte de la clase trabajadora, fundamentalmente a las mujeres que estamos soteniendo el cuidado y la vida en estos momentos”, dice Alejandra Santillán Ortíz, del Parlamento Plurinacional y Popular de Organizaciones Feministas, una articulación creada tras el paro de octubre de 2019. “Fuimos las protagonistas de las luchas populares, de las insurrecciones que han atravesado este continente y de la memoria ancestral de nuestros países, dónde hemos visto florecer un movimiento feminista plural, antisistémico, que busca transformarlo todo”.
“En este 1 de Mayo en confinamiento obligatorio, cuando los poderes del mundo, los empresarios y las élites, han decidido reajustar para hacernos pagar las crisis a nosotras y nosotros; es también el momento donde podemos imaginarnos y recuperar esas trayectorias de lucha, resistencias y esos saberes que nos permitieron llegar hasta aquí para poder imaginar otro mundo y otras vidas más dignas”, dice. “Hemos visto, en estas semanas, como los intereses del capital -nacional y transnacional-, son los que organizan este gobierno, que decidió pagar la deuda externa y establecer medidas que buscan el despido de los y las trabajadoras; pero además, ha dejado de lado temas centrales como el incremento de la violencia machista, la sobrecarga de trabajo sobre las mujeres y el trabajo de producción agrícola que los pueblos y nacionalidades están haciendo para sostener a las ciudades”, agrega la feminista.
Para Santillán Ortíz, “el gobierno de los empresarios ha tomado decisiones apresuradas para que volvamos a la normalidad, tienen miedo de que perdamos la disciplina, ese lugar subordinado en esta estructura”. Por eso, “hemos decidido hacer de este 1 de Mayo, una jornada combativa y de denuncia”, porque “solo juntas, compartiendo nuestro dolor, desde la empatía profunda, podremos alcanzar horizontes emancipatorios y de justicia social para los pueblos del Abya Yala. Porque somos las mujeres, quienes estamos en la primera línea de la insubordinación y rebeldía”.
El Salvador
“En este 1 de Mayo, demandamos que los gobiernos pongan en el centro de la política laboral la vida, lo que necesariamente implica reconocer como trabajo las tareas de cuidados que precisamente permiten el sostenimiento y la reproducción de la vida”, afirmó Franchesca Mata, abogada e integrante del Movimiento Centroamericano 2 de Marzo.
“Esta pandemia ha realzado lo que desde distintos feminismos se ha venido señalando: que la salida es colectiva, que la cultura individualista no construye; sino al contrario, destruye y que sólo la organización y la lucha colectiva nos permiten avanzar en nuevas conquistas sociales. Por eso y más reafirmamos que el 1 de Mayo deberá ser feminista y sin fronteras”.
México
“Al igual que el 1 de Mayo, todas las fechas deberían (y deben) ser feministas, es un tema de justicia”, dice Iovana Rocha Cano, docente feminista guanajuatense. “En México, las mujeres venimos de años y meses recientes de visualización y legítima protesta, y lo hemos hecho porque hoy en día ni espacios públicos ni privados están exentos de exclusiones, violencias, regateos en menoscabo de la vida, libertades, dignidad de las mujeres”, agrega en tono de reflexión. “Han sido meses sin tregua donde nos hemos apropiado de las conmemoraciones para hacerlas feministas”.
“Este 1ero de mayo es feminista y sin fronteras. Lo nombramos como hemos nombrado otras conmemoraciones donde estábamos invisibilizadas, y lo hacemos hoy con la fuerza del temor, la angustia y la desesperación de una pandemia que amenaza con reproducir las condiciones de pobrezas, violencias y desigualdades de las mujeres”, afirma Rocha Cano. “En México, las mujeres cuentan con un promedio de escolarización de secundaria, maternidades adolescentes, formación y dedicación en modelos hegemónico/ patriarcales, ingresos al mercado informal comercio, servicios y actividades que generan ingresos apenas por encima del salario mínimo; condiciones que explican la histórica feminización de la pobreza”.
Para Iovana Rocha Cano, “nombrar y apropiar el 1 de Mayo es hacer visible también, la ruta histórica marcada por la complicidad, injusticias y movimientos feministas para lograr el acceso de las mujeres a los espacios laborales”. “México es un país de jefaturas femeninas y sin embargo, los espacios formales de empleo (con prestaciones mínimas de ley) no son espacios de acceso igualitario”… “Increíblemente somos habitantes de un país que a los 20 años nos considera ´muy jóvenes´, en tanto a los 40 son ´mujeres viejas´, criterios enmarcados en el género y la forma en qué son vistas las mujeres en un territorio donde permanentemente nuestras capacidades “deben ser” puestas a prueba. El acoso y el hostigamiento son delitos que hoy pondría en mayúsculas al enunciar las preocupaciones de las mujeres en los espacios públicos”.
Uruguay
Para Rocío Deheza, de “La Comité”, el comité feminista del Frente Amplio, “hoy la plaza es tu casa pero siempre las calles serán nuestras”. Las voces del 1 de Mayo feminista y sin fronteras deben ser colectivas: “es un día de reivindicación de la lucha colectiva por el trabajo digno, cuando urge la solidaridad. En este contexto de emergencia sanitaria, los primeros sectores de actividad afectados por la pandemia son los llamados feminizados, por su enorme presencia de mujeres como ser el trabajo doméstico, el sector de cuidados y otros”.
Para ella, “urge discutir políticamente esto, atentiendo a la división sexual del trabajo que naturaliza como propias tareas de mujeres y hombres, generando brechas salariales”. Y agrega que “el aislamiento social y confinamiento refuerzan el reparto desigual de trabajo generando pobreza y desigualdad” y, “como en toda crisis orientada por medidas neoliberales que libran las soluciones al mercado, es el pueblo quien pagará las consecuencias”. Por eso, desde La Comité, exigen al gobierno de derecha, “medidas sociales y económicas que atiendan las realidades de las personas y permitan a la gente quedarse en una vivienda y condiciones dignas”.
Venezuela
“Nos hacemos eco de este llamado de las feministas transfronterizas porque somos un solo pueblo latinoamericano, un pueblo que picaron en pedazos, con fronteras de mentiras que responden a intereses de las grandes burguesías y oligarquías”. Con estas palabras, nos habla sobre el 1 de Mayo, Daniela Hinojosa de la colectiva Tinta Violeta de la Red La Araña Feminista.
“Esta pandemia ha puesto sobre la palestra el tema de la economía del cuidado, de cómo la economía capitalista y patriarcal que se basa en la acumulación para unos pocos y unas pocas, significa y se revierte contra los pueblos y contra las mujeres que sin dudas son las mas dolidas; porque la mayoría de las pobres y los pobres en el mundo son mujeres jefas de familia”, agrega. “Son los trabajos relacionados con la salud; los del campo, la siembra, la cosecha; la distribución; y el trabajo que realizan “las bodegueras”, aquellas chicas que trabajan en las cajas de los supermercados, los más importantes y los que sostienen la vida de todas y todos”.
Es entonces, desde el República Bolivariana, que (nos) envían un saludo: “a todas las trabajadoras, que somos todas las mujeres que nos toca el trabajo del hogar, que nos toca cuidar la vida en el hogar, a las mujeres que también nos toca trabajar por un sueldo y vender nuestra fuerza de trabajo a algun capitalista o aquellas que siendo autónomas estamos buscando, todo el tiempo viviendo al día para poder sacar adelante a nosotras mismas y a nuestras familias”.