Por Leandro Segado. En el estado mexicano de Durango detuvieron injustamente a seis dirigentes populares. Su organización venía denunciando los negociados inmobiliarios de la gobernación. Marcha dialogó con uno de sus líderes sobre el trasfondo y la situación represiva en esa región.
El 23 de abril fueron detenidos por uniformados de la Agencia Estatal de Investigación en la ciudad de Durango, México, José Hilario Román González, Verónica Villarreal Moreno, Nobel Galván Hernández y Jorge Zuñiga Villasana, dirigentes del Consejo Coordinador Obrero Popular-Movimiento de Liberación Nacional (COCOPO-MLN). Al conocerse la noticia, se realizaron movilizaciones para repudiar el hecho, en las cuales también fueron apresados Javier Romero Gallardo y Fanny Araceli Romero.
Los detenidos fueron trasladados por la Armada mexicana, bajo un fuerte operativo de seguridad, al centro de detención de Durango, bajo las supuestas acusaciones de fraude y despojo. Desde entonces permanecen incomunicados. Desde COCOPO-MLN responsabilizan al gobernador Jorge Herrera Caldera porque la organización ha venido revelando los negocios inmobiliarios que realiza su administración.
En estos días, diferentes organizaciones y personalidades se han pronunciado exigiendo su liberación. En diálogo con Marcha, José Román Villarreal, miembro del COCOPO-MLN, reseña la situación.
-¿Cómo sucedieron los hechos?
-Se dieron alrededor de las dos y tres de la tarde, en el estacionamiento de un mini-súper de la ciudad de Durango, donde los compañeros José Hilario Román González y Verónica del Rocío Villarreal Moreno fueron sorprendidos y detenidos a estrujones y aventones por elementos de la DEI (Dirección Estatal de Investigaciones), supuestamente por los delitos de despojo y fraude. Posteriormente fueron trasladados a la Fiscalía del Estado para las averiguaciones correspondientes, sin siquiera presentar ordenes de aprensión en contra de ninguno de los detenidos. Momentos después se empiezan a comunicar con gente de la organización solicitándose el apoyo para con los profesores, organizándose y reuniéndose la gente fuera de la Fiscalía, en donde los guardias no permitían la entrada para informarse de los compañeros detenidos. Luego llega el compañero Nobel Galván Hernández para ver la situación de los afectados. Hernández también es sorprendido por elementos de la DEI, dentro de la misma institución. Arremeten contra él sin explicarle cuál era su acusación o delito por lo que lo detenían.
Sabemos por fuentes, testigos y personas de confianza que no había ordenes de aprensión para los compañeros. Dichas órdenes se fueron creando al momento de estar presentando a los compañeros ante los ministerios públicos y, desde ese momento, dándose la instrucción desde los niveles más altos del gobierno de no dar información ni dejar pasar a ningún miembro de la organización para informarse ni organizarse.
Cuando el vehículo que hace los traslados es observado por la gente de la organización, los compañeros deciden cerrar el paso, comenzando así un alboroto dentro de las instalaciones de la fiscalía, donde fueron golpeados, arrastrados e insultados Fanny Romero Vega y Javier Romero Gallardo. Además, otras personas fueron agredidas física y verbalmente por estos mismos tipos (uniformados), abriéndose paso a punta de pistola y mentadas de madre hacia los compañeros. Entre la gente de la organización había niños, mujeres y personas de la tercera edad.
Por último, detienen a Jorge Heriberto Zúñiga Villasana, solo por presentarse como miembro de la organización, creándole también una orden exprés. Los compañeros fueron trasladados al Cereso (centro de detención), custodiados con un equipo especial de la Armada, ya que las autoridades tenían miedo que se fuera a intentar sustraer a los detenidos. Para esto se mandan seis vehículos, uno de ellos blindado. Después de este hecho, nos mandan los antimotines a resguardar la puerta del Cereso para que nuestra gente no pueda entrar. Enseguida sale el subdirector del centro a darnos, supuestamente, información de los compas, pero dejando ver entre líneas una clara amenaza de que cualquiera que interfiriera por cualquier medio podría ser detenido.
-¿Por qué razón se los encarcela?
-La razón por la cual el Estado persigue a los compañeros es sencilla, pero importante a la vez. A nivel estatal somos la única organización fuera de las líneas de gobierno, la única que denuncia los abusos y tiene una clara influencia de izquierda, de lucha, de valores, de compromiso para con los que menos tienen, de defensa de los derechos básicos del ser humano, de querer cambiar este mundo dominado por opresores y personas ajenas a esta realidad de pobreza y sufrimiento de la gente.
-¿Qué ejes trabaja principalmente la organización?
-La organización se ha manifestado siempre a favor de los derechos establecidos en nuestra Constitución: vivienda, educación y trabajo dignos. Es ahí donde somos la piedra del gobierno. En educación creamos escuelas públicas desde primaria, secundaria, preparatorias e incluso una universidad y un centro cultural, donde desde niños les infundimos una educación de conciencia, social y de lucha. En ese sentido hemos sido forjadores de varias generaciones de gente pensante y crítica que aun milita en nuestra organización. En cuestión de vivienda tratamos de darle cobijo a nuestra gente más humilde, que por los precios y los bajos salarios no son capaces de pagar o adquirir una vivienda digna. Es ahí donde nosotros entramos, al tratar de recuperar las viviendas bandalizadas, destruidas, abandonadas y revendidas por el gobierno a empresas extranjeras que vuelven a venderlas y estrangulan la economía de la gente trabajadora. Es por tal motivo que la organización busca la regularización de dichas viviendas, así los compañeros pueden pagarlas a bajos precios y tener un patrimonio para su familia. Desde luego le pegamos al gobierno, pues al quedarnos nosotros con las viviendas ya no pueden hacer su negocio de compra, venta y despojo a los trabajadores.
-¿Qué acciones piensan tomar frente a lo sucedido?
-Las acciones que pensamos tomar son varias: marchas, mítines, plantones, caravanas hacia el Distrito Federal, volanteadas, difusión por todos los medios posibles de la situación en la que se encuentran los compas. A nivel nacional, compañeros de diferentes organizaciones nos han mostrado su apoyo y han hecho también distintas actividades en su región o Estado. Además de lo que sea necesario hacer para que los compañeros vuelvan a saludar en las calles a su gente, a su pueblo y puedan seguir defendiendo su trabajo, sus ideales y convicciones.