Las protestas y las críticas crecen en Europa ante los planes de ajustes aplicados por los gobiernos del continente, donde los recortes presupuestarios son la orden del día.
España, Francia e Italia fueron este lunes escenarios de nuevos paros y huelga contra las medidas de austeridad dictadas por los gobiernos de esos países. Diseñados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), los planes de ajuste se vienen aplicando desde hace dos años y buscan, en teoría, equilibrar las finanzas del viejo continente, aunque para esto se reduzcan los presupuestos en áreas como salud y educación, se faciliten los despidos de empleados públicos, se congelen salarios y se privaticen empresas estatales.
En Francia, los trabajadores de la televisión y la radio públicas efectuaron una huelga en rechazo a los recortes en ese sector, estipulados en el presupuesto para el año próximo. La medida de fuerza se llevó a cabo el mismo día en que el Parlamento del país comenzó la discusión sobre el Tratado sobre la Estabilidad, la Coordinación y la Gobernanza (TECG), que establece serias restricciones al gasto social y la inversión pública en toda Europa, además de aplicar severas sanciones a las naciones que no lo cumplan.
La televisión pública francesa, organismo con el mayor número de trabajadores del sector audiovisual, sufrirá un recorte de 2,3%, equivalente a 85 millones de euros, mientras que en Radio France, que agrupa a ocho emisoras, la reducción será de 0,5% con respecto a 2012.
El TECG tiene el objetivo de mantener un déficit de 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB) y a adoptar medidas urgentes de corrección, entre ellas disminuir sus egresos y someterse a la supervisión de la UE. Si ese indicador pasa del 3% del PIB, se aplicarán sanciones automáticas al país infractor, las cuales inicialmente serán del 0,1% de su Producto Interno Bruto. Estos compromisos deben inscribirse en la Constitución de cada Estado para obligarlo a su cumplimiento, lo que ha sido denominado como “regla de oro”, y genera fuertes polémicas diferentes sectores han denunciado que se estaría violando la soberanía de los países.
Por su parte, en Italia diversos sindicatos encabezaron una huelga nacional en el transporte público, que paralizó colectivos, tranvías y el sistema subterráneo. La protesta tuvo el objetivo de denunciar la falta de renovación de los contratos colectivos de trabajo. Desde los sindicatos indicaron que la medida de fuerza tuvo un “altísimo” respaldo de entre el 70 y el 90% de adhesión. Susanna Camusso, dirigente máxima de Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL), denunció que el gobierno nacional “ha subido los impuestos para mantener el transporte público, pero ese dinero no se ha visto jamás y el servicio ha empeorado”.
A su vez, la Unión General de Trabajadores (UGT) y las Comisiones Obreras (CCOO), principales sindicatos de España, expresaron que en noviembre próximo podrían convocar a una huelga general si el gobierno conservador de Mariano Rajoy no da marcha atrás con los ajustes.
La convocatoria de ambas centrales sindicales se conoció al mismo tiempo que el ministerio español de Empleo y Seguridad Social informó que el desempleo afecta a 4.705.279 ciudadanos, siendo uno de los niveles de desocupación más altos de Europa.