Por Mariano D’Arrigo, desde Rosario. La Comisión Investigadora Independiente por el triple crimen de barrio Moreno de Rosario se reunió ayer con el juez a cargo de la causa, Luis María Caterina.
Familiares y compañeros de Jeremías Trasante, Claudio Mono Suárez y Adrián Patón Rodríguez, los jóvenes asesinados el primero de enero de este año, valoraron el encuentro como instancia para pedirle al magistrado que se garantice la seguridad de los testigos .
Durante una hora, familiares, compañeros y representantes de organizaciones sociales nucleados en la Comisión Investigadora Independiente de los asesinatos mantuvieron una audiencia con el magistrado, en la sede de los tribunales provinciales. Para Pedro Pitu Salinas, integrante -al igual que los tres jóvenes- del Movimiento 26 de Junio (Frente Popular Darío Santillán) el encuentro con Caterina sirvió para “generar una interlocución sistemática”. Destacó también la “necesidad de tener una copia del expediente” para desarrollar la intervención judicial.
Daniel Siñeriz, sacerdote con larga historia de trabajo social en el noroeste de la ciudad, destacó que “el juez mostró una visión más completa de la violencia y lo que pasa en los barrios” y que las intervenciones de los referentes de la Comisión apuntaron a “la trama de complicidad que hay detrás de estos hechos”. Recordó también que a ocho años todavía está impune el asesinato de la dirigente de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR) Sandra Cabrera, quien había denunciado a la policía santafesina por amparar lugares de explotación sexual infantil y por cobro de coimas a las trabajadoras sexuales de la calle para no llevarlas presas.
Por su parte, el abogado de la familia de los jóvenes militantes, Norberto Olivares, afirmó: “el juez nos planteó que quiere colectar la mayor cantidad posible de prueba y darle solidez y coherencia al expediente para que el doctor Juan Andrés Donnola (quien se hará cargo del expediente al finalizar la feria judicial) pueda tener las mejores condiciones procesales para analizar la situación del único imputado y detenido que hay”, en referencia a Sergio “El Quemado” Rodríguez.
Más allá del silencio del juez Caterina sobre las particularidades del caso, otras fuentes relacionadas al poder judicial santafesino evaluaron “sospechosa” la rápida difusión de fotos de Rodríguez luego de su detención en la ciudad entrerriana de Santa Elena el 14 de enero; lo que sería una prueba de la “operatividad” de las bandas armadas. La defensa del principal sospechoso aprovechó la publicación de las imágenes para impugnar la investigación.
Stella Maris Lita Gómez, madre del Mono Suárez, aseguró que aún con la caída del Quemado Rodríguez “en el barrio se vive lo mismo. No hay seguridad”. Distintos miembros de la Comisión coincidieron con la importancia de que se garantice la protección de testigos que puedan aportar nuevos testimonios.
El miércoles 1 de febrero, al cumplirse un mes del triple crimen, decena de organizaciones sociales y políticas realizarán actividades culturales en Rosario, frente a los Tribunales Provinciales, y en Capital, en la plazoleta del Obelisco. Allí exigirán justicia para Jere, Mono y Patón, pero también por Luciano Arruga, Noemí Condorí, Javier Barrionuevo, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki y otros jóvenes asesinados por bandas armadas estatales o vinculadas a negocios entre narcos, barrabravas, fuerzas de seguridad y sectores del poder político.