Por Agustín Bontempo* / @agusbontempo – Foto por Mariana Fossatti
Lontano Blu, la obra dirigida por Ignacio Gómez Bustamante y Nelson Valente tuvo se estreno el pasado domingo en el mítico Teatro Picadero.
En un pasaje titulado Nuestra actitud frente a la muerte, Sigmund Freud afirma que “La muerte propia es, desde luego, inimaginable, y cuantas veces lo intentamos podemos observar que continuamos siendo espectadores […] nadie cree en su propia muerte, o, lo que es lo mismo, que en lo inconsciente todos nosotros estamos convencidos de nuestra inmortalidad”.
Algo de eso hay en Lontano Blu, esta precisa obra que intenta abordar los sentimientos más desconocidos como el nacimiento y la muerte, pero también el miedo, tan certero para controlar nuestros impulsos y acciones (individuales y sociales).
Dos personas. Una actriz, interpretada por Manuela de Meo, intenta un monologo que hable de esa imposible descripción que es la muerte. A su lado, un divertido aunque aturdido hombre, interpretado por Pietro Traldi, que intenta ayudarla pero en ese camino va descubriendo su miedo a la muerte al final del bello y seguro lugar que habita. Y en él se hace piel que “el miedo a la muerte, que nos domina más frecuentemente de lo que advertimos, es, en cambio, algo secundario, procedente casi siempre del sentimiento de culpabilidad”, como nos asegura Freud. Ambos actores, de origen italiano, se apropian de sus personajes ante la diversidad de emociones que aparecen en la obra: la real, la ficticia, pero también la de vida. Desbordan alegría y diversión, logran asustar y temer, parodiar e ironizar sobre sus inicios y sobre lo bien que sobrellevarán su final.
En otro destacado texto llamado La Transitoriedad, Freud expone ese estado que hace que los humanos empecemos a comprender lo efímero de las cosas y las personas que nos rodean. Esta concepción transitoria puede tener dos aristas: aquella que le quita valor a la vida y nos hace temer del desenlace, tal como inquieta al actor, así como también la asimilación del final de esos momentos que los enaltece y motiva su goce, como ocurre con la actriz.
En ese ir y venir transcurre la obra, que bordea todo el tiempo lo real e irreal, demostrando la potencia que estos dos misterios de la humanidad tienen sobre nosotros y nosotras. Y la sutil paradoja de nuestra actitud frente a la muerte cuando la evitamos pero, sobre todo, cuando la vemos cara a cara. Dice Freud en el primer texto citado: “Hizo entonces, en su dolor, la experiencia de que también él mismo podía morir, y todo su ser se rebeló contra ello; cada uno de aquellos seres amados era, en efecto, un trozo de su propio y amado yo”.
Lontano Blu, ese color lejano que representa en diferentes situaciones de la obra el bello lugar pasado y porvenir, el reflejo de esos dos momentos tan misteriosos para la humanidad como el nacimiento y la muerte, con mucho carácter poético, con una interesante prudencia escénica, con una fuerte dosis psicológica para este cronista. Todo eso, y tal vez más, es el resumen de esta producción Italo-Argentina de Compañía Banfield Teatro Ensamble y Sementerie Artistiche.
Al finalizar la obra nos preguntamos, siguiendo nuevamente al padre del psicoanálisis, si “¿No sería mejor dar a la muerte, en la realidad y en nuestros pensamientos, el lugar que le corresponde y dejar volver a la superficie nuestra actitud inconsciente ante la muerte, que hasta ahora hemos reprimido tan cuidadosamente?”
Una lograda intervención artística
Hay una idea clara en la dramaturgia de Ignacio Gómez Bustamante y en su dirección junto a Nelson Valente: que los sentimientos que titulan la obra no solo queden en la abstracción conceptual, sino que nos permitan repensar nuestro propio lugar en el mundo, acerca de nuestro tiempo pasado y futuro, de nuestros miedos. Cuando estas emociones logran hacerse piel, canalizarse y expresarse con tan buen desempeño como el logrado por los actores, el impacto mental es elocuente.
En materia escénica y técnica, las decisiones fueron apropiadas. Clima ameno, tenue, por momentos oscuro y siniestro, permiten un temple de tranquilidad acorde con la obra, acompañada en diversas oportunidades por una excelente musicalización.
Ficha técnica
Actúan: Manuela de Meo y Pietro Traldi; Música original: Ignacio Gómez Bustamante; Asesoría de vestuario: Gabriela Morán; Fotografía: Mariana Fossatti; Diseño Gráfico: Sebastián Carzino y Mariana Fossatti; Prensa: Simkin & Franco y Banfield Teatro Ensamble; Producción: Banfield Teatro Ensamble y Sementerie Artistiche, en colaboración con Teatro Presente y con el apoyo del Proyecto DE.MO./MOVIN´UP; DFramaturgia: Ignacio Gómez Bustamante, en colaboración con los intérpretes; Dirección y puesta en escena: Ignacio Gómez Bustamante y Nelson Valente
La obra se presenta los domingos de marzo y abril, 18 hs. Teatro Picadero: Pasaje Discépolo 1857 (CABA)
*Otras reseñas del autor:
Una materia que se mantiene y nos invita a la reflexión