Días atrás Editorial Perfil hizo pública una justificación de los recientes despidos en Libre. Además advirtió a sus trabajadores sobre los “turbulentos tiempos” actuales y próximos. La Comisión Interna en alerta.
El comunicado está fechado el 3 de julio de 2012. El grupo empresario dirigido por Jorge Fontevecchia lo hizo llegar a todos sus trabajadores.
La Comisión Interna fue tajante. Según manifestaron en un comunicado, la patronal busca “desalentar cualquier tipo de resistencia al plan de achique en marcha”. Los números hablan por sí sólos. La empresa, que se reconoce como “la mayor creadora de medios gráficos de Argentina”, en el último año y medio desvinculó a más de 70 trabajadores. 50 fueron del Diario Libre (posteriormente Libre Deportivo).
De acuerdo al texto de la empresa “durante más de tres meses se llevaron a cabo pacientes acuerdos con el personal que hacía alrededor de un año había ingresado en Libre”.
A mediados de marzo pasado, los ex trabajadores de Libre Deportivo fueron reunidos por la empresa para anunciarles la apertura de un plan de “retiros voluntarios”. Tras negociaciones y pujas, la patronal anunció que de no ser aceptado dicho plan iba a solicitar un Recurso Preventivo de Crisis. Esta medida, avalada por la cartera laboral de la Nación, tiene el efecto de reducir los montos de indemnización a empresa declaradas en quiebra. No era esa la situación de Perfil.
La transformación Libre en Libre Deportivo se debió a una “reingeniería financiera”. El comunicado dice sin embargo que el medio nació frustrado. Esto se debió a “la imposibilidad de salir con ediciones los fines de semana -días clave para el deporte- ante la falta de personal que pudiera acomodar sus francos para lograr ese objetivo”. El Estatuto del Periodista Profesional, único de carácter constitucional, prohibe a diferencia de otros ámbitos laborales un régimen de descanso rotativo.
En su corta vida, Libre fue el lugar donde Edgardo Martiolo -director de Libre Deprotivo entonces- llenó de amenazas a los empleados en ese corto periodo, despidió a un editor en una conferencia vía Skype desde Brasil y en su último editorial describió a los redactores de “buitres y lobos”.
El cierre de Libre Deportivo se dispuso entonces para “concentrar toda la energía de la editorial en afrontar de la mejor forma los turbulentos tiempos económicos que nos tocan”.
Una de las estrategias de Perfil para ello fue cubrir los puestos vacantes con trabajadores cada vez más precarizados. Según denuncia la Comisión interna, por cada trabajador estable que se desvincula se toma a colaboradores o directamente a “jornaleros” que “facturan cifras proporcionalmete inferiores a un sueldo regular por el trabajo a destajo realizado durante los cierres”.
Afirma Perfil: “como cualquier empresa, Perfil reivindica su derecho, el de sus jefes y editores, de tener la autoridad de elegir con qué empleados contar en su staff para obtener los mejores resultados”. Y remata: “un derecho similar al que asiste a los empleados para elegir en qué empresas trabajar y en cuáles no”.
Al respecto, la Comisión Interna fue más que clara: “los trabajadores nos desempeñamos donde podemos, no donde queremos”. Es que dicha oración de la empresa, al entender de los delegados, oculta la diferencia entre ser dueño del capital y tener el trabajo como herramienta.