La familia de uno de los jóvenes muertos en la tragedia de Once repudió los dichos de Garré, calificando de vil y canalla el intento de volver culpables a las víctimas, al tiempo que afirmó que luchará sin descanso por justicia.
Los amigos, la familia, los compañeros de trabajo acompañaron a Paolo, María Luján y Lara (padres y hermana de Lucas Menghini) en el teatro Margarita Xirgu, donde leyeron una carta para agradecer a quienes estuvieron a su lado durante estos días de búsqueda de su hijo, quien finalmente apareció muerto en el cuarto vagón del tren que chocó el miércoles pasado en Once. En ese acto, la familia repudió la declaración emitida por el ministerio de Nilda Garré y prometió luchar hasta que se investigue a los responsables políticos y operativos de la Masacre de Once.
La familia dijo que lo sucedido en Once no fue un accidente sino una tragedia previsible y sostuvo que estarán en la primera fila para presionar y “encontrar a todos los responsables políticos y operativos de los casi 700 heridos y los 51 muertos”.
María Luján repudió el comunicado del Ministerio de Seguridad de la Nación en el que la cartera que conduce Garré afirma que el cuerpo de Lucas estaba en la cabina del motorman, lugar vedado para los pasajeros, dando a entender que Lucas tenía responsabilidad sobre lo sucedido. Sobre esto, la madre de Lucas respondió: “Tratar de convertir a la víctima en culpable es un recurso vil, bajo, bastardo y canalla, esgrimido por quienes no tienen un solo argumento válido que avale su accionar, lo que merece el máximo rechazo de cada uno de nosotros. Lucas, al igual que las otras 50 víctimas, murió porque el tren no frenó y chocó contra la estación de Once, por errores y defectos evitables”.
Los padres criticaron el sistema de transporte que usan millones de trabajadores del país y a quienes no realizan los controles pertinentes frente a un servicio saturado y sin el mantenimiento adecuado. “Será la investigación la que determine las causas de esta tragedia, que no puede ser sólo una, sino varias y concurrentes. No vamos a abandonar nuestra lucha hasta encontrar a quienes nos hicieron buscar desesperadamente a nuestro hijo durante tanto tiempo, creyendo en su palabra de que no había ni un muerto más. Estas personas tienen cargo, nombre y obligaciones para con los ciudadanos que debieran proteger”.
En la carta, los padres se hicieron las mismas preguntas que el resto de la sociedad: “¿Cómo fue que no recorrieron exhaustivamente desde el primer momento, cada centímetro de la formación? Pregunto: ¿No alcanzaban los recursos humanos para cubrir ocho vagones? ¿O solo fue negligencia, soberbia, incompetencia o puja de poderes entre diferentes jurisdicciones en las cuales quedamos atrapados los ciudadanos comunes? “
El acto de lectura de la carta se hizo en presencia de numerosos amigos de Lucas y de la familia. La música elegida para acompañar la ceremonia fue del mismo Lucas, con su banda Chimeneas. Su padre, trabajador de prensa de Canal 7, dejó una lección para el resto de sus colegas. Luego de agradecer que los medios de comunicación respetaran la intimidad en el velatorio de su hijo dijo que “nunca más puede ser visualmente atractivo para nadie la imagen de un padre entrando a la morgue a reconocer el cuerpo de su hijo. La obligación de imponer un cambio es nuestra, como trabajadores de prensa, pero sobre todo como seres humanos”.