Néstor Pavón, cuya vinculación con el femicidio de Micaela García sigue siendo tergiversada, está en libertad luego de que se le impusiera una caución de un millón de pesos. Sin embargo, hay muchas preguntas que el poder judicial parece no hacerse. En honor a la memoria de Mica, nos preguntamos: ¿otro femicida quedará impune?
Por Santiago García (desde Entre Ríos)
Néstor Pavón, señalado por la Querella y la Fiscalía (pero sobre todo por las pruebas) como coautor del femicidio de Micaela García junto a Sebastián Wagner, quedó en libertad. El beneficio llegó de la mano de un fallo de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, que por dos votos contra uno (sí, dos varones contra una mujer) determinó que, habiendo cumplido más de dos tercios de su condena por encubrimiento, ya no tenía sentido que siguiera con prisión preventiva.
La caución que se le impuso y que ejecutó esta semana es de un millón de pesos y Pavón entregó una camioneta Renault Master como garantía a pesar de que la sentencia figura como oficio “gomero” . En el fallo se considera que la caución es “una garantía de que la persona cumplirá con lo pactado, prometido u ordenado”. Los magistrados que han dispuesto la excarcelación de Pavón son los doctores Daniel O. Carubia y Miguel A. Giorgo. En sus respectivos votos, consideran que Pavón ya no pone en riesgo la investigación porque se encuentra “concluida”. A su vez, para hacer más agraviante el texto, agregan que ya no se justifica el encarcelamiento preventivo “que viene sufriendo por la sola circunstancia de ejercer su legítimo derecho a la revisión integral de un fallo condenatorio dictado en su contra, cuando han desaparecido los conocidos riesgos procesales que en su momento motivaron su dictado y la hipótesis más desfavorable que tiene a la vista el encartado Pavón sería el breve lapso de tiempo que le resta por cumplir en caso de adquirir firmeza su condena”. Para cerrar, agregan que mantenerlo en prisión sería “un antojo o capricho, un mero acto de poder, absolutamente despojado de razones de tutela de los fines del proceso, que se encuentra totalmente asegurado a esta altura”.
Es importante recordar que la Cámara de Casación Penal, revisando la enorme evidencia contra Pavón, decidió que se realizara un nuevo juicio para esclarecer su participación en el hecho. Sin embargo, está claro que, para los anteriormente mencionados, la Justicia no piensa responder a las preguntas que todas y todos nos hacemos. Es justo destacar que la Dra. Mizawak, en el mismo fallo del STJ, destaca que “el imputado Pavón llevó a cabo durante la investigación de los hechos que rodearon la muerte de la víctima Micaela García maniobras que perturbaron el desarrollo de la investigación y que no pueden ser soslayados aún en el contexto reseñado por el voto de la mayoría del superior tribunal provincial, pues forman parte de la conducta precedente del sujeto y, como tal, son datos concretos y objetivos”. Mizawak, que se manifestó en contra de la liberación de Pavón, señaló: “La singular gravedad del hecho endilgado (encubrimiento del abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio triplemente calificado por ser con alevosía, violencia de género y criminis causa de Micaela García), su actitud posterior al delito y su probable contribución al retraso del esclarecimiento del delito”. En un mismo fallo se pueden observar las diferentes perspectivas de género, y la incoherencia vergonzosa de la injusticia entrerriana.
Las preguntas que la el poder judicial no quiere responder
Durante el juicio por el femicidio de Micaela García, la Querella y la Fiscalía coincidieron en acusar a Néstor Pavón como coautor del delito junto a Sebastián Wagner. El tribunal de Gualeguay, integrado por los Dres. Cadenas, Crespo y Pivas resolvió que sólo le cabía la pena de encubrimiento agravado. Descontentos por el fallo, la familia de Micaela y el Ministerio Público Fiscal apelaron y la Cámara de Casación Penal les dio la razón, ordenando un nuevo juicio contra Pavón. Sin embargo, el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (máxima autoridad de la Provincia) dio vuelta el fallo de Casacióny permitió la libertad de Néstor Pavón. Más allá del curso que tome la cuestión legal, ante la posibilidad de que el caso alcance a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hay algunas preguntas que quedaron sin responder:
-¿Por qué ayudó Pavón a una persona que tenía más de una condena por violación, mientras toda la ciudad buscaba a una chica desaparecida?
– ¿Por qué desvió la investigación, ocultando pruebas, “confundiendo” el nombre de Wagner, escondiendo el vehículo, facilitando el traslado de Wagner a Buenos Aires y ofreciendo seguir transfiriendo dinero a su ex empleado una vez fugado?
– ¿Por qué las únicas personas que corroboran la coartada de Pavón durante la desaparición de Micaela fueron sus propios familiares?
– ¿Quién ayudó a Wagner en el femicidio de Micaela, ya que, según las pericias, está probado que participó más de una persona?
-¿Quién coartaba la libertad de Micaela mientras Wagner manejaba?
-¿Quién ayudó a Wagner a desempantanar el auto, antes y/o después de deshacerse del cuerpo de Micaela?
– ¿De quién eran las marcas de barro que tenía el auto en el asiento del acompañante?
– ¿Quiénes eran las dos personas que un testigo vio en la ruta arriba del auto en el que se secuestró a Micaela?
– ¿A quiénes les decía: “suéltenme hijos de puta”, Micaela, antes de ser secuestrada?
– ¿Qué hacía Sebastián Wagner cerca del domicilio de Pavón después de cometer el delito?
Podríamos seguir haciendo este tipo de preguntas durante mucho tiempo. Lo cierto es que, al parecer, para la Justicia de Entre Ríos, no son importantes. Pareciera que da igual que un posible femicida se encuentre libre por las calles de la misma ciudad en la que nos arrebataron la vida de Micaela. En honor a su memoria, nuestro deber es seguir preguntando.