Por Leandro Albani. El pueblo iraní se prepara para elegir al sucesor de Mahmud Ahmadinejad. Mientras tanto, el gobierno persa continúa con su política de acercamiento diplomático en el mundo islámico.
La República Islámica de Irán se prepara para celebrar las próximas elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo el 14 de junio, en las cuales será elegido el sucesor del actual mandatario, Mahmud Ahmadinejad.
El Consejo de los Guardianes de la Constitución (CGC) recordó que hasta este jueves serán analizadas las 686 candidaturas inscriptas, para después anunciar los nombres de los postulantes habilitados que participarán en los comicios. Desde el CGC -compuesto por 6 expertos en jurisprudencia islámica y 6 juristas-, recordaron que el análisis de candidatos podría extenderse por cinco días más.
Con respecto a las elecciones, el líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, acusó este miércoles a “los enemigos extranjeros” por intentar desestabilizar los comicios. “Los enemigos extranjeros primero quisieron que se cancelaran las elecciones y, al ver que no podían, tratan de desanimar a la gente para que no vote”, afirmó Jamenei en un acto público desarrollado en Teherán.
El líder religioso aseveró que Estados Unidos y sus aliados “quieren convencer a la opinión pública (de Irán) de que votar y participar en las elecciones es inútil”. Jamenei alertó que estos países pretenden engañar al pueblo “para que elija a una persona que haga del país una entidad dependiente, débil, atrasada y que siga la política de los extranjeros”. El líder máximo de la nación persa convocó a todos los iraníes a que “elijan a la mejor persona para que rija el país como presidente”.
El ministro iraní de Inteligencia, Heidar Moslehi, reforzó la postura de Jamenei y afirmó que “no hay duda de que los enemigos de Irán planean perturbar las elecciones de junio, pero fracasarán, porque estamos totalmente preparados para malograr esos complots”. El funcionario apuntó que los intentos de alterar los comicios “se concentran en los medios de comunicación”.
En tanto, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Hasan Firuzabadi, consideró que “la epopeya política se presenta en las elecciones. El presidente electo tiene que seguir al líder supremo, luchar contra los hegemónicos y ser diligente”. El militar agregó que “solo en este caso podrá crear una epopeya política. No todos son merecedores de esta posición”.
El próximo presidente iraní tendrá un mandato de cuatro años y podrá ser reelecto una vez más, según lo estipula la Constitución. Los candidatos tendrán tres semanas para realizar sus campañas, que finalizarán 24 horas antes del día de las elecciones. Los iraníes que se encuentran fuera de su país, también podrán votar en 280 colegios electorales instalados en 120 países.
Acercamiento entre Teherán y Riad
El gobierno iraní, a través de su canciller Alí Akbar Salehi, afirmó que las relaciones diplomáticas con Arabia Saudita “experimentarán una expansión en el futuro próximo”, según divulgo la agencia de noticias Irna.
Días atrás, el ministro persa viajó a la ciudad saudita de Jeddah, en la cual participó en una reunión de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) sobre la crisis en Mali. Tras una reunión privada con el canciller Saud Al Faisal, el funcionario iraní señaló que las relaciones entre ambos países “tendrán un aspecto diferente”. Salehi agregó con este nuevo contacto se “abrirá un nuevo capítulo en la cooperación bilateral”.
Irán y Arabia Saudita mantienen posturas opuestas con respecto al conflicto interno en Siria, pero igualmente forman parte de un grupo de contacto, junto a Turquía y Egipto, que busca una salida pacífica a la crisis en la nación árabe. Tanto Arabia Saudita como Turquía apoyan de manera abierta a los grupos mercenarios que operan en territorio sirio y que son responsables del asesinato de cientos de civiles y militares, como también de atentados suicidas contra funcionarios y edificios públicos.
El canciller iraní explicó que “los cambios en las relaciones internacionales son pausados” y “requieren paciencia”. En declaraciones brindadas desde el reino saudí, Salehi explicó que fortalecer los nexos bilaterales permitirá reforzar la seguridad y la estabilidad en el Golfo Pérsico. El ministro persa recordó que la República Islámica viene realizando esfuerzos para resolver las crisis regionales, como en los casos de Siria, Bahréin e Irak.
Por su parte, el canciller saudita indicó que la monarquía que gobierna su nación considera a Irán un gran país, “con un importante lugar en el mundo islámico y a nivel internacional”.
En el último tiempo, Irán ha desplegado una fuerte presencia diplomática en las naciones islámicas, en Medio Oriente y Asia. El caso más notorio son los renovados nexos con Irak, tras la guerra entre ambos países en la década del ochenta. En ese momento, Estados Unidos impulsó la conflagración bélica luego del triunfo de la Revolución Islámica en Irán en 1979.