Por Ana Schimelman*
Tras haber sido elegido delegado por sus compañeros, Alejandro Ontivero fue despedido de la planta de Clarín. Ya reincorporado, comentó la situación de inestabilidad laboral que sufren los trabajadores del medio, en una entrevista con el programa radial La Revancha, de FM La Tribu.
-¿Cómo vivieron este proceso hasta lograr tu reincorporación?
-Los trabajadores de la planta lo vivieron con miedo de que también les pueda pasar a ellos. Yo, desde afuera, con esperanza que se cumpla la ley y que Clarín la acate, sufriendo estos días sin saber qué iba a pasar, porque Clarín nos castiga psicológicamente dentro y fuera del trabajo. Fueron 104 días de incertidumbre, contando con el apoyo de los compañeros de la redacción, de la planta, de SiPreBA, luchándola.
-Además de reclamar por tu reincorporación, desde SiPreBA denunciaron las condiciones de trabajo de la planta Zepita de impresión de Clarín, hasta describiéndolas como del siglo XIX. ¿Cuáles son esas características de trabajo en la planta?
-Yo soy uno de los tantos contratados que hay en la planta, y los contratos que te firman son por día. Esto quiere decir que tu contrato termina el mismo día, y al otro día vas a trabajar y tenés que firmar otro. El sistema de trabajo es mediante llamados telefónicos: ellos te llaman a cualquier hora a tu casa para trabajar y tenés que ir, porque si no al día siguiente ya no podés volver. Es como un castigo, no sabés qué sueldo vas a tener porque es mediante su llamado. Es algo inaceptable, que está fuera de la ley de trabajo.
-Encima es el Multimedio más grande, con más recursos económicos de todo el país que tiene a sus trabajadores de esta manera
-En la planta, un 80% de los trabajadores son contratados, de forma anual, mensual o diaria. A estos últimos, hasta los integrantes de recursos humanos les dicen ‘changas’, a personas que laburan 5 días hace 16 años, y tienen dos francos. Van todos los días a trabajar y es algo increíble que se los llame así.
-En tu caso, vos habías sido despedido después de 11 años de trabajo y justo cuando fuiste electo delegado
-Sí, esto fue el 31 de marzo. Hubo elecciones de SiPreBA y, automáticamente después de haber sido elegido delegado, la empresa me dejó de convocar para trabajar. Mi abogado pidió un recurso de amparo, salió la cautelar, la empresa no la acató y cuando iba a dictarse el embargo la empresa dio un paso atrás y tuvo que llamarme a trabajar, me reincorporó, pero devuelta por contrato en las mismas condiciones, y todavía peor: yo antes trabajaba cinco días y ahora trabajo solo dos…
-¿Creés que esta reducción de tus jornadas laborales también es una condena por la lucha que estuvieron dando?
-Totalmente. Lo que hicieron conmigo es una persecución y lo siguen haciendo. A muchos de mis compañeros no los llamaron para trabajar por haber ido a votar, cosa que tendría que ser normal, ir a votar a un delegado, alguien que te defienda. Ahora votar los castiga.
-La noticia de tu despido y reincorporación es una de las tantas que resaltan la persecución a los trabajadores de prensa. ¿Qué ocurre con dichos trabajadores que están organizados y parecieran ser el blanco de este tipo de agresiones tanto de empresas como del propio Estado?
-Hoy las empresas no quieren que los trabajadores se organicen, le temen a eso. Los trabajadores son perseguidos por organizarse dentro de un Estado que está a favor de los ricos, de las empresas, que no solo ocurre en Clarín sino también en muchos medios en todo el país. En nuestro caso particular, entendemos que Clarín es como una dictadura laboral, porque nos tiene a los trabajadores obligados a hacer lo que ellos digan. La patronal tiene delegados elegidos a dedo: Héctor Martínez, Marcelo Ramupe y Alejando Flores. Ellos permiten la precarización en la empresa y castigan a los trabajadores cuando quieren hacer una asamblea, los denuncian en recursos humanos. Al ser ellos trabajadores como nosotros y al prestarse al juego de la empresa nos perjudican.
*Audio completo: http://www.larevanchaprograma.com.ar/sali-delegado-y-me-despidieron/