Como cada 12 de octubre las comunidades originarias en la Ciudad de Buenos Aires se reúnen para realizar el contra festejo, que conmemoran como “Día de la resistencia”.
Por Vivian Palmbaum
Dícese de resistir: tolerar, aguantar, soportar, sufrir, encajar oponerse, rechazar, rehusar, negarse, rebatir, impugnar, desafiar, plantarse, rebelarse y la lista podría extenderse.
Más de 500 años llevan en resistencia los pueblos que preexistieron a la conquista y creación de los Estados nación. Somos Pacha mama, agua, tierra y sol, así lo viven las diferentes comunidades que encuentran su identidad en comunión con la tierra. A pesar de estar reconocidos en nuestra Constitución Nacional continúan siendo maltratados, despojados, esclavizados y asesinados por la codicia que se alza desde la conquista y colonización de estas tierras.
Frente al Congreso, a pesar del hostigamiento de la Policía de la Ciudad, se realizó este encuentro. Para finalizar cada comunidad hizo oír sus palabras, “cuando muera el agua, muere la vida, decía un delegado de la comunidad kolla, mientras que una voz del pueblo quechua expresaba también la solidaridad con otros pueblos del mundo, “queremos decirle al rey que no necesitamos sus disculpas, que seguiremos la resistencia y que viva la resistencia palestina”, otra voz del pueblo kolla continuó, “nuestra temible arma es nuestro poncho, nuestro sombrero, la hoja de coca, esas son nuestras armas de lucha, porque los hijos de Abya Yala estamos firmes” entre otras expresiones que también se escucharon.
La resistencia cotidiana de entramados comunitarios en cada territorio, en esta oportunidad se dio cita, para visibilizar con cantos y bailes que finalizó con la marcha de la resistencia. A cada paso los sikuris, emblemas de las comunidades, fueron haciéndose oír en la caminata multicolor por el centro de la ciudad, con bombos y cantos, …cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje, para resguardar una esencia que es semilla y es coraje que está dentro nuestro…
La memoria es el presente, de avasallamiento de los territorios ancestrales, de la represión continuada que desconoce otra cultura que no sea de la apropiación y el usufructo. El RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) es hoy el nuevo nombre que da continuidad a este sistema de explotación que no reconoce límites para atentar contra la reproducción de la vida porque sin agua, sin tierra y sin sol no somos. Es esta cosmovisión del buen vivir que se resguarda desde cada tierra y por ello se cobra las vidas de quienes resisten. Cada 12 de octubre no hay nada que festejar sino mostrar la resistencia con el optimismo de la tierra que hace nacer algo nuevo con la introducción de la semilla.
Foto: Colectiva Luan | Minga. Fotos libres para la soberanía alimentaria y el buen vivir.