Por Diego Aranda / Fotos: Constanza Portnoy y Carla Hayet
Desde hace alrededor de cien días, diferentes organizaciones indígenas acampan en la intersección de las Avenidas De Mayo y 9 de Julio. Como medidas por el reclamo legítimo de sus derechos, impulsan varias actividades entre las que se destaca el Parlamento Indígena, del cual participan organismos y referentes de la lucha por los Derechos Humanos.
“Hoy se está incorporando la lucha de todos los Pueblos Originarios del país en una sola carpa. Anteriormente esto no pasaba, sino que cada uno luchaba desde su lugar pero hoy el Pueblo Indígena se ha animado a unirse para defender la lucha de los territorios. Y esta lucha también necesita el apoyo de todos, de los gremios de los diferentes sectores, de todos los trabajadores para articular seriamente la lucha, porque no sólo necesitamos donaciones en el acampe sino que todos nos incluyamos en esta lucha, porque esta lucha no es sólo del Pueblo Indígena sino de todo el pueblo argentino. Todos necesitamos luchar por la libertad y la justicia en este país”, afirma Félix Díaz, qarashé de la Comunidad Potae Napocna Navogoh en diálogo con Marcha.
Desde el 14 de febrero se asienta una carpa enorme en Avenida de Mayo y 9 de Julio, centro de la Ciudad de Buenos Aires. La comunidad Potae Napocna Navogoh -La Primavera- llegó nuevamente desde Formosa (anteriormente había sido en abril de 2011) reclamando agua, salud, educación, cumplimiento de los derechos indígenas y la devolución de su territorio.
La organización, la lucha y la resistencia generó que se sumaran los pueblos indígenas concentrados en la nueva organización de indígenas de Formosa: Qopiwini Lafwetes que reúne a 46 comunidades de los pueblos Qom, Pilagá, Wichí y Nivaclé.
Más de tres meses pasaron de aquel sábado caluroso de febrero. Marchas, movilizaciones, cortes de la 9 de julio, presentaciones y pedidos de audiencias a los tres poderes del estado: Presidencia de la Nación, Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia. Nadie respondió. Ninguno los recibió.
Como respuesta han sufrido el espionaje ilegal ejercido por las fuerzas de seguridad y la represión policial del 24 de marzo en Formosa cuando estaban al costado de la ruta 81 reclamando atención sanitaria, agua, educación, luz eléctrica.
Desde el acampe alertan que “es preocupante la indiferencia que hace el Gobierno Nacional hacia nosotros pero somos conscientes que esto no es nuevo, siempre ha sido así la historia de los Pueblos Indígenas, por eso es que estamos sosteniendo esta lucha desde hace tres meses para demostrar que lo que queremos es justicia y no queremos que se manipule el reclamo indígena”.
Cada petitorio entregado, cada audiencia solicitada tiene el mismo reclamo “Lo que queremos es la devolución de los territorios que hoy están en riesgo de ser despojados por parte del gobierno de Formosa, de la Universidad Nacional de Formosa y de Parques Nacionales” Y fortalecen su posición de lucha y al acampe como lugar emblemático de la resistencia indígena, “Por eso la lucha para nosotros es enorme y estar aquí en Buenos Aires acampando nos da la posibilidad de informar a la ciudadanía de lo que está pasando en el territorio Qom de la provincia de Formosa”.
Permanencia del acampe
Los casi cien días que han pasado desde el inicio del acampe y la no respuesta por parte de algún funcionario nacional no han debilitado de ninguna manera la lucha indígena. “No se va a levantar esta carpa hasta que haya una respuesta oficial por parte del Gobierno Nacional”, afirma Amanda Díaz a este medio, casi como soltando una proclama de resistencia.
Desde el acampe afirman que la intención es resistir hasta que el gobierno los reciba y escuche sus reclamos, pero aclara Felix Díaz que es importante que la sociedad los acompañe. “Si nos dejan solos se diluiría el acampe por eso es tan importante que todos nos acompañen en este reclamo que es la devolución de los territorios que hoy están en riesgos”.
Situación en Formosa
La falta de respuesta no sólo se siente en el acampe, sino sobre todo en los territorios formoseños. Desde Qopiwini Lafwetes alertan sobre la agudización de las problemáticas en sus comunidades: “En Formosa está siempre difícil la situación, por eso es que nosotros seguimos manteniendo este acampe. Nosotros lo que queremos hacer es salir del encierro social al que el gobierno formoseño nos ha llevado. Porque el gobierno provincial se cree que es dueño de la vida de los Pueblos Indígenas, pero está muy equivocado. Nosotros no somos dueños de nadie y tampoco queremos ser mascotas de nadie”
Exigen ser respetados y tenidos en cuenta, no solo por parte del gobierno nacional y formoseño, sino también ser visibilizados por toda la sociedad. “Lo que queremos es tener la libertad de ejercer nuestro derecho, de hacer lo que sabemos y defender nuestra cultura como pueblo preexistente”.
Parlamento y Encuentro Indígena
Como parte de la lucha que los Pueblos Originarios vienen llevando adelante, los días 27, 28 y 29 de mayo se viene desarrollando un “Parlamento Indígena” a nivel nacional que tiene lugar en la Iglesia de la Santa Cruz, calle Carlos Calvo 3121 de Capital Federal.
El objetivo de este encuentro es discutir y definir una estrategia indígena organizada para armar un plan de lucha a nivel nacional que incluya desde denuncias en tribunales hasta encuentros y movilizaciones.
Cuenta con la presencia de líderes indígenas de varias provincias, entre ellas los de Misiones, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, Tucumán, San Juan, Buenos Aires, Mendoza, Neuquén y Río Negro. Además del apoyo del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Nora Cortiñas y Elia Espen (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora) y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) de La Matanza.