Posturas cruzadas en la ONU con respecto a Siria. Annan llama a respetar el plan de paz, Rusia y China se oponen a una intervención militar, y EEUU y sus aliados cierran el cerco sobre la nación árabe.
En la nueva reunión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), efectuada ayer, el tema de la crisis siria dejó ver las posturas imperantes dentro del organismo. El enviado especial a la nación árabe, Kofi Annan, expresó sus preocupaciones y llamó a cumplir el plan de paz que rige desde abril pasado.
En la reunión, quedaron en evidencia los dos bloques que pugnan por Siria, conformado uno por Rusia y China, y el otro encabezado por Estados Unidos, sus aliados europeos, las monarquías del Golfo Pérsico y la Liga Árabe (LA), organización que ha perdido fuertemente su credibilidad luego de avalar la invasión militar a Libia el año pasado.
Al tomar la palabra, Annan solicitó a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que se respeten las leyes internacionales en el conflicto sirio. El enviado especial también admitió que los grupos opositores armados se niegan a cumplir el plan de paz y aseveró que la liberación de retenidos, que participaron en actos violentos, por parte del gobierno sirio “no es suficiente”. Annan expresó que “las acciones individuales y las intervenciones no resolverán la crisis”.
Por su parte, el titular de la LA, Nabil El-Araby, insistió en mantener las medidas destinadas a aislar a Damasco y forzar el abandono del poder del presidente Bashar Al Assad. El secretario general de la Liga Árabe además justificó las sanciones económicas y comerciales impuestas contra Siria, así como el reciente bloqueo de la transmisión satelital siria y la expulsión de los diplomáticos árabes.
A su turno, el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, ratificó que el Ejecutivo de su país respalda el plan de paz y manifestó que el gobierno de Damasco está preparado para un diálogo serio y continuar con los cambios y reformas. “No tenemos problemas para conversar con la oposición que rechaza la intervención extranjera y las puertas siempre están abiertas para un diálogo serio”, afirmó. Jaafari denunció nuevamente que “algunas potencias internacionales y árabes respaldan a los terroristas”. El diplomático agregó que la administración siria está dispuesta a recibir una comisión investigadora de las recientes masacres ocurridas en Houla, el 25 de mayo pasado, y la reciente en Mazraat al Qubeir. En Houla fueron asesinadas más de 100 personas y el grupo de investigación conformado por el gobierno sirio, brindó resultados preliminares que responsabilizan a los grupos irregulares como responsables.
En tanto, el representante chino ante la ONU, Li Baodong, reiteró la posición de su país a rechazar una posible intervención armada extranjera en Siria y rechazó los intentos para derrocar al presidente Bashar Al Assad. “Nos oponemos firmemente a una solución de la crisis siria mediante una intervención armada exterior o cualquier intento de promover un cambio de régimen por la fuerza”, indicó el diplomático, que agregó que el gigante asiático asume “una posición imparcial, justa y responsable” con respecto a Siria, con el objetivo de desempeñar “un papel positivo y constructivo para encontrar una solución pacífica y apropiada” al conflicto en la nación árabe.
En la misma línea, el embajador ruso en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, dijo que las sanciones contra Siria no funcionan como tampoco lo hacen “las categóricas peticiones de cambio de régimen”, ni tampoco el envío de armas y ayuda financiera a la oposición. Por la violencia en territorio sirio, el representante de Moscú responsabilizó a “malhechores” que buscan desatar una guerra civil.
Otra masacre y van…
Al mismo tiempo que se desarrollaba la Asamblea General de la ONU, las autoridades sirias denunciaron la masacre de nueve personas en la aldea de Mazraat al Qubeir, en la provincia central de Hama, hecho cometido por grupos calificados por Damasco como terroristas. El gobierno de Hama desmintió los rumores de que los responsables de la matanza fueran efectivos del Ejército. En un comunicado, aclaró que un grupo terrorista armado cometió durante la mañana del miércoles “una masacre horrenda en la mencionada aldea, la cual dejó sin vida a nueve personas, entre ellas mujeres y niños”, reseñó la agencia de noticias Sana. Tras el hecho llegaron al lugar fuerzas de seguridad, que allanaron un escondite de una banda criminal, donde encontraron ametralladoras, lanzadores RPG y granadas. A su vez, los soldados sostuvieron un enfrentamiento con los irregulares, que fueron abatidos. También fallecieron dos militares y otros dos resultaron heridos.
También se conoció que efectivos de seguridad sirios frustraron la detonación de una bomba de 700 kilogramos en la estación de Mahata, en la ciudad de Sanameen, en la provincia de Daraa, 109 kilómetros al sur de Damasco. El atentado fue planificado en un área donde se concentran gran número de ómnibus y taxis que trasladan pasajeros.