Por Mario Hernández
La reforma al sistema de pensiones ingresará esta semana en el Congreso chileno. Será la última reforma “estructural” del gobierno luego de las reformas tributaria y laboral. Una entidad estatal, El Consejo de Ahorro Colectivo (CAC) estaría a cargo de administrar el 5 % de cotización adicional que tiene por objetivo “mejorar las pensiones”, según el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Los parlamentarios de Nueva Mayoría (NM) han señalado que el próximo paso, una vez que el ente público funcione bien, sería darles la posibilidad a los cotizantes de elegir entre el sistema público y privado, y que finalmente el 10 % también pueda ser administrado por la entidad estatal.
Las AFP no fueron creadas para pagar buenas pensiones, sostiene Luis Mesina, líder de la Coordinadora No + AFP. “Las AFP fueron creadas para transformar el ahorro obligatorio de los trabajadores en dinero para grandes grupos económicos que pueden participar de la Bolsa, ya sean nacionales o internacionales”.
Las AFP en los últimos años, de cada 5 pesos que cobran, entre 1 y 2 son gastos, y entre 3 y 4 son utilidades.
Una paradoja. Mientras el banco recibe el dinero con un 4/5 % de intereses, lo presta a los aportantes al sistema para comprar viviendas o para préstamos de consumo o tarjetas de crédito con un 20 % y hasta un 60 % de interés. Es un negocio redondo. Prestan y cobran intereses con el propio dinero de los trabajadores.
Tras varios meses de alta rentabilidad, en junio cambió la tendencia. Todos los Fondos perdieron. El A, uno de los más riesgosos, perdió 1,41 %; incluso el E, de renta fija, y mucho más estable, perdió el 0,36 %.
Invertir en acciones es especular en la Bolsa. En la crisis financiera del 2008-9 los chilenos perdieron un tercio de todos los fondos que se habían acumulado desde el comienzo del sistema, a principios de los 80, perjudicando a quienes se jubilaron después de la pérdida.
¿Qué porcentaje representan las pensiones respecto al salario que ganaban los trabajadores? Aunque la promesa inicial fue de un 75 %, en la actualidad representa un 35 %, pero con tendencia a caer dentro de 20 años en un 15 %. El aumento propuesto en la reforma probablemente frenará la curva de caída ya que significa incrementar en un 50% las cotizaciones.
Inicialmente el sistema funcionó bastante bien. Como el sistema está basado en la inversión bursátil, y los grandes capitalistas chilenos durante la dictadura se quedaron con el patrimonio del grueso de las empresas del Estado a precio vil, las ganancias fueron fabulosas. Una parte chorreó hacia los fondos de pensiones en el contexto de una alta rentabilidad bursátil. El mundo vivía un ciclo alcista de la Bolsa que se acabó con la crisis del 2008-9 y hoy se pagan muy bajas tasas de interés y las rentabilidades son muy acotadas.
La obscena diferencia de las jubilaciones militares
Diversas denuncias de medios de prensa, amplificadas por el reportaje del programa “Informe especial” en Televisión Nacional (TVN), derivaron en querellas ante el Ministerio Público para que se indaguen posibles delitos en el otorgamiento y uso de las pensiones llamadas “de inutilidad de segunda clase”, entregadas a casi 6.000 afiliados de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena), entidad que junto a la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca), aglutina a todos los miembros de las Fuerzas Armadas, policiales y Gendarmería.
Entre los casos relevados destaca el de un ex auditor general de la Fuerza Aérea, Patricio Franjola, quien recibe una pensión de 6.806.000 pesos, un poco más de U$S 10.000, y que en la actualidad, además ejerce como abogado. Figura también un ex comandante en jefe de la FACh, el general (r) Patricio Ríos, que percibe 4.000.000 de pesos, unos U$S 6.000.
Una comisión de la Cámara de Diputados investigó en 2016 las millonarias jubilaciones entregadas a las Fuerzas Armadas pero su informe y recomendaciones no tuvieron eco ni en el gobierno ni en las instituciones uniformadas. Una de las preguntas que hizo la comisión y no tuvo respuesta fue: ¿Cuántos ex uniformados en retiro fueron recontratados por las FF AA y reciben un sueldo además de su jubilación?
Una investigación del diario La Tercera respondió al interrogante: al menos son 1.050 los funcionarios en las tres ramas de las FF AA.
En el caso del personal contratado, el Ejército declaró que ese informe no se puede proporcionar porque “se trata de información relativa a dotaciones que tienen el carácter de secretas” (sic).
En tanto, el Consejo de Defensa del Estado (CDE), a mediados de julio, informó a la Cámara de Diputados, que no tiene las facultades para investigar ni fiscalizar los hechos denunciados. El Ministro de Defensa añadió que “todos los antecedentes que hemos recabado los vamos a enviar a la Contraloría para que analice si esas pensiones pueden o no ser revisadas desde el punto de vista de la administración, y en segundo lugar al CDE para que determine si existe o no alguna situación irregular desde el punto de vista del sistema penal”.
Las denuncias de la prensa han apuntado a las escandalosas diferencias entre las pensiones y beneficios que reciben los uniformados, que datan de los años de la dictadura del general Augusto Pinochet, en comparación con las muy bajas jubilaciones que perciben la mayoría de los chilenos, afiliados obligatoriamente al sistema privado de las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP), diseñado a comienzos de la década de 1980 por José Piñera, hermano del ex mandatario y actual candidato presidencial, Sebastián Piñera.
La pensión promedio por vejez que entregan las AFP es de 192.000 pesos. La cifra contrasta con los 2.3 millones promedio que reciben los oficiales en retiro de las FF AA, a través del Cepredena. Entre 2011-5 este sistema le significó al Estado chileno un gasto de 3.8 billones de pesos.
El Centro de Investigaciones Periodísticas, Ciper, obtuvo una lista de 3.090 oficiales en retiro y encontró a 38 procesados o con condenas por delitos de Derechos Humanos o fraudes, cuyas pensiones le cuestan al Estado más de 1.200 millones de pesos anuales. Entre ellos, figuran media docena de ex agentes de la Dina y la CNI, las policías secretas de Pinochet, recontratados por el Ejército, luego de jubilarse, para funciones docentes.
Entre 2011-50 se estima que los ingresos previsionales aumentarán en 2.7 % promedio anual, ubicándose en unos 175.000 millones de pesos (U$S 350 millones) en 2050. Por otro lado, el gasto fiscal destinado al pago de pensiones aumentará en 2.6 % promedio anual, ubicándose en torno a los 2.100.000 millones de pesos (U$S 4.200 millones) en 2050. Así, los ingresos previsionales solo financiarán en promedio, alrededor del 8.4 % del gasto en pensiones. El déficit proyectado alcanzaría aproximadamente $1.928.000 millones (U$S 3.856 millones) en 2050.