Por Aluminé Cabrera desde San Cristóbal de las Casas / Fotos: Mateo Manfredo
En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se conmemoró el Día Internacional contra las Violencias hacia las Mujeres con el foco puesto en la defensa de las tierras que el Estado busca privatizar. También, 300 personas marcharon en la ciudad para exigir el cese de las violencias y los feminicidios.
A punta de reformas, como espada que se blande y hunde su filo en el futuro de los y las mexicanas, el gobierno de Enrique Peña Nieto avanza con una velocidad arrasadora sobre los servicios públicos y los bienes comunales de los pueblos y las personas.
Mientras que se aguarda la aprobación en diciembre de la Reforma al Campo, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, las actividades por el Día Internacional contra las Violencias hacia las Mujeres tuvieron el foco puesto en la defensa de la tierra y el territorio y la importancia de la participación de las mujeres en la lucha y la resistencia.
El lunes 23 y el martes 24 se llevó a cabo la Primera Asamblea por la Defensa de la Tierra, el Territorio y por el Derecho de las Mujeres a Decidir en la Universidad de la Tierra. Al día siguiente, 300 personas marcharon desde la Unidad Administrativa hasta el centro de la ciudad para exigir el cese de las violencias contra las mujeres y manifestarse en pie de lucha frente al proceso privatizador del Estado.
La tierra es mujer
El Movimiento por la Defensa de la Tierra, el Territorio y por el Derecho de las Mujeres a Decidir de Chiapas se constituyó el pasado 8 de marzo. La asamblea que celebraron lunes y martes tuvo como objetivo de analizar el escenario a partir de la Reforma al Campo y definir un plan de lucha que proponga acciones concretas por la defensa de la propiedad social.
El foro, que se llevó a cabo en Cideci, Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, convocó a alrededor de cien personas, mujeres en su mayoría, de diversos municipios de Chiapas, Puebla, Quintana Roo y Estado de México y de países como Alemania, Argentina, Colombia, España, Estados Unidos y Suecia.
“La Reforma al campo vendrá a dar la estocada final a un proceso de privatización que se viene gestando desde el gobierno y que tiene como fin hacer desaparecer la propiedad social de la tierra”, explicó Alma Padilla, coordinadora del Centro de Derechos de las Mujeres de Chiapas (CDMCH), una de las organizaciones que promovió la asamblea y convocó a la marcha del 25. La iniciativa que se aprobaría en diciembre elimina la figura de tierras ejidales y comunales, las cuales podrán considerarse propiedad privada. De esta manera, se busca desaparecer la autonomía de los pueblos, sus formas de organización, de vida y cultura comunitarias.
“Nosotras sostenemos que estas reformas afectan de manera directa a la vida de las mujeres, que son el sostenimiento de la familia. Al tener esa carga social, pues la preocupación de las mujeres de no tener donde vivir, donde puedan crecer sus hijos, no tener como alimentarlos aumenta la violencia que padecen y les deja altos niveles de estrés, de endeudamiento, que fue una de las cosas que denunciamos como parte del proceso de violencia que ejerce el estado mexicano con todas estas políticas”, agregó Padilla.
Luego de dos días de reunión y reflexión, el Movimiento pudo trazar un plan de trabajo anual. Tal como destacó Padilla: “consta de un proceso formativo y de sensibilización dentro de las comunidades. También tendremos una nueva asamblea el próximo 8 de marzo y, luego, el 25 de noviembre. Y decidimos unirnos a la Campaña Nacional por la Defensa de la Tierra y el Territorio, ya que no solo queremos quedarnos en la lucha en el Estado sino ampliar nuestra agenda a nivel nacional y si se puede a otros países”.
Por las calles de San Cristóbal, contra las violencias y el feminicidio
“Chiapas, Chiapas no es cuartel, fuera ejército de él”, “mujer asesinada, denuncia archivada”, “las mujeres no se callan ni con balas ni metrallas”, “queremos derechos, no queremos flores”. Son algunas de las consignas que resonaron la mañana del 25 en las calles de San Cristóbal, en boca de las casi 300 personas que marcharon para repudiar las violencias contra las mujeres.
La marcha fue convocada por la Campaña contra las Violencias y el Feminicidio de Chiapas -integrada por distintas organizaciones de Derechos Humanos, activistas de distintos ámbitos, artistas y estudiantes- y articulada con el Movimiento en Defensa de la Tierra. Así, la mayoría de las mujeres que participaron de la asamblea en los días anteriores, también concurrieron a manifestarse en las calles.
“Se logró la participación de organizaciones campesinas, y también de las lesbofeministas. De esa manera fue una marcha bastante amplia y productiva por toda esta violencia que vivimos las mujeres, no sólo física, sino también esta opresión simbólica, esta opresión heteronormativa”, aseguró María Cameras, estudiante de la Maestría en Estudios e Intervención Feministas de Cesmeca.
En su pronunciamiento público, la Campaña expuso que a pesar de algunos avances a nivel legislativo, en México las mujeres continúan sufriendo violencia y se siguen vulnerando sus derechos. Mientras que en México una mujer es asesinada cada 3 horas, sólo en el estado de Chiapas, se contabilizan en lo que va del año y hasta el 31 de octubre de 2105, 118 feminicidios.
Al llegar al parque central de San Cristóbal, la marcha se unió a la larga columna de los pueblos indígenas que también eligieron ese día para marchar en contra de la privatización del agua, el despojo de sus tierras y de los megaproyectos anunciados por el gobierno, como la carretera San Cristóbal- Palenque.