Por Leonardo Candiano. Che Joven es un grupo folklórico de origen mapuche que lleva más de una década desarrollando en forma independiente una carrera artística que liga experimentación musical y poética contestataria. Marcha dialogó con ellos mientras preparan su tercer disco.
Liderado por los jóvenes hermanos Marino y Pablo Oroza Coliqueo, Che Joven lleva catorce años sobre los escenarios argentinos y más de una década involucrado en la investigación de la música de las culturas precolombinas de América Latina, la cual fusionan en su propuesta artística con la influencia afro en el Río de la Plata y con los ritmos folklóricos criollos con los que iniciaron su camino.
Su propuesta musical tampoco descarta los estilos latinoamericanos ni el uso de instrumentos como la guitarra eléctrica o el bajo, que en sus manos se conjugan con el trompe, la trutruca, el ñorkin, el djembe, el cajón peruano, el derbake, las congas y las quenas. Gran parte de su repertorio es propio, y sus discos –Gente, Música de la tierra y un tercero en puerta- son producidos de manera independiente.
Integrantes del Bondi Cultural ideado por Bruno Arias, este dúo de origen mapuche dialogó con Marcha:
– Che Joven pasó desde un folklore más “tradicional” a la fusión de diversos ritmos, ¿qué los llevó a iniciar esa búsqueda?
Cuando empezamos a jugar a la música probamos diferentes movimientos, luego comenzamos con el folklore tradicional, que era lo que escuchábamos en casa de chicos. Con los años fuimos rozando diferentes géneros y construimos una identidad, más que nada por gusto, hasta que por el año 2000 nos animamos a mezclar lo que escuchábamos con lo que tocábamos y logramos conectar con lo que queríamos y sentíamos.
Años después del primer intento de fusión, encontramos nuestras formas de componer y dejamos fluir la música con nuestro estilo. Creemos que, como el hombre muta según su entorno, con la música pasa igual, al menos en nuestro caso. La fusión vino por necesidad, por atrevimiento, pero aparte hubo un eje fundamental, queríamos que la música viaje por todas partes y que pueda ser parte de muchas personas, para así poder difundir nuestro mensaje.
– Las demandas sociales y, fundamentalmente, la reivindicación de la lucha de los pueblos originarios, están muy presentes en sus temas, ¿Cómo piensan el vínculo entre música y política?
La música revela un reflejo del alma de las personas, creemos que si en nuestra vida la política y las reivindicaciones sociales nos habitan, es fundamental que podamos hacer de nuestro arte una voz de estos sentimientos.
El arte es una herramienta de comunicación por la cual uno expresa la verdad de su sentir. En nuestro caso, la posibilidad de difundir las luchas de las cuales participamos y las que acompañamos. Como músicos, nunca nos separamos del contexto social en el que vivimos, por lo cual somos los principales admiradores de lo que hacemos.
Además, creemos en estas luchas de las que hablamos y sostenemos que el arte es uno de los principales motores del cambio social. Por generaciones nuestras comunidades originarias plasmaron en el arte un espíritu de comunicación, equilibrio, pensamiento filosófico, cosmovisión, trabajo y respeto. No hay forma de no vincular el sentir en nuestra música en nuestra vida.
– Están preparando el tercer disco del grupo, ¿qué pueden contarnos sobre este álbum?
Estamos terminando este trabajo en el que pudimos solidificar tantos años de experiencia en esta vida de música y reflexión, logramos contar lo que vivimos como mapuches, como humanos, despojándonos de prejuicios y trabajando a conciencia cada canción.
Logramos significar cada una de ellas y sentimos que todas las canciones son como pequeñas obras que hablan de un todo y comunican, en un lenguaje diverso, la filosofía del grupo. Hablamos de personas que representan un valor al sentimiento y también de los referentes que como pares nos dan de su newen, “su fuerza” para comunicar parte de sus pensamientos, que poco a poco se volvieron propios.
Este disco es Che joven en toda su expresión, el matiz entre el asfalto y el barro de los caminos por los que andamos, la introspección del paisano mapuche que esta cantándose una canción cada mañana, el abrazo de nuestra comunidad cuando por fin volvemos a su encuentro, la voz de los amigos que siempre nos acompañan y el amor de una tierra que nos calienta la garganta en su latir… es el aire fresco de la cordillera y el calor mismo de la contestataria poética de nuestro corazón.
-¿En qué lugares piensan presentarlo?
En muchos lugares, en marzo en Mar del Plata y Buenos Aires, de ahí comenzamos una gira por el sur en donde visitaremos distintas localidades, y luego el viento dirá adonde llegaremos. Como siempre creímos en la independencia del arte, el disco se venderá en los recitales y en algunos locales amigos que tenemos por ciudades como Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Santiago, Tucumán, Neuquén, Los Toldos, y alguno que nos olvidamos pero seguro nos llamarán…
–¿Cómo caracterizarían este nuevo disco en relación con los anteriores?
Hay muchas cosas en común con los discos anteriores en cuanto al sentir, pero la música se innovó un poco más y jugamos con nuevos sonidos, todo lo demás es el misterio de la creación de los peñi que aportaron su talento, como Charly Palermo, Cristian Mono Banegas y Horacio Banegas, Rubén y Jeremías Chauque, Bruno Arias, Luciano Cañete, Caro Pineda, entre otros artistas que aportaron su toque mágico.
–¿Cómo repercutió el surgimiento de El Bondi cultural en la carrera que vienen desarrollando?
El Bondi es algo que llevamos los artistas independientes que nos hicimos amigos por la música desde hace años, hemos compartido con la mayoría de quienes lo integran viajes y tocadas.
Poder plasmar una idea en conjunto es genial, una noche de verano en el norte de Córdoba charlábamos con Bruno Arias y jugábamos a que viajábamos juntos tocando y contando a la gente nuestras historias, unos años después, ese referente de la música popular que es Bruno llevó a cabo este proyecto, que nos cambió para siempre.
La diversidad de la música popular nos abrazó a todos en el bondi, anduvimos viajando y así seguiremos cuando nos llame la ocasión. Somos parte activa del bondi y gracias a él también conocimos nuevos lugares y gente, sobre todo gente. Bruno Arias cumplió con uno de sus sueños, que es llevarnos a nosotros, los pares que estuvimos juntos desde siempre, a los oídos de gente que tal vez no nos hubiera conocido de otra manera.
–¿Qué es Che Joven para ustedes?
Somos el origen del canto de nuestros mayores, la fisura latente que se abre entre las hendijas del capitalismo, la muestra presente de que se puede transgredir sin herir, y de herir será al injusto como al egoísta. Somos música patagónica en movimiento, somos un preso político mapuche en huelga de hambre peleando por nuestros derechos, una nación mapuche que crece por ser hijo y no dueños de la tierra… y somos amigos de quien se levanta y ve en el sol un paso nuevo y en el bosque un animal vivo que te enseña, marici wew el grito de los paisanos que queremos vivir libres, a nuestro tiempo y a nuestras formas, la imposición depone a la vida, creo que somos mucho más que estos pocos renglones en este relato…