Fotografía: Romina Elvira
Por Federico Polleri, desde Caracas. Marcha entrevistó al Embajador argentino en Venezuela, Carlos Cheppi. La situación a partir de la muerte del presidente Hugo Chávez, comparaciones entre el peronismo y el chavismo. Primera parte de un extenso diálogo sobre la Argentina en el espejo venezolano.
En diciembre de 2011, Carlos Cheppi fue nombrado como embajador argentino en Venezuela. Se había desempeñado como embajador extraordinario y plenipotenciario para temas agrícolas en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Antes, había sido designado por Néstor Kirchner para ocupar la Secretaría de Agricultura, en el marco del conflicto con las entidades rurales por la aprobación de la resolución 125, que proponía aumentar y dar movilidad a las retenciones a las exportaciones de soja y girasol.
Comenzó a viajar a Venezuela en 2004, como presidente del INTA, acompañando la firma de acuerdos bilaterales junto al ministro Julio De Vido. Fue entonces cuando se entrevistó por primera vez con el comandante Hugo Chávez. “Le regalamos un libro de Evita y hablamos mucho sobre peronismo”, recuerda.
Es Ingeniero Agrónomo y Máster en Desarrollo Latinoamericano por la Universidad Internacional de Andalucía. En 2011, perdió las elecciones en las que se candidateó como intendente de Mar del Plata por la lista del Frente para la Victoria. Desde hace poco más de un año, está establecido en Caracas y ejerce su cargo de embajador.
Recibió a Marcha en una amplia oficina del edificio de Fedecamaras, donde funciona la sede de la representación diplomática argentina.
– ¿Cómo analizan desde la embajada argentina la situación en Venezuela tras la muerte de Chávez?
Un liderazgo como el de Chávez no es reemplazable, como no lo fue el de Perón. Pero Chávez tuvo la virtud de haber dejado su sucesor, por lo menos en esta coyuntura, que es Nicolás Maduro. Por otro lado, en estos 15 años, ha logrado una concientización política en la gente muy buena. El habló y habló. Ha hecho leer a la gente. El tema de la lectura es una cosa impresionante, del himno, de la bandera, lo símbolos. Chávez largó mucho revisionismo histórico. En eso hizo un trabajo brillante, didáctico. Además cuentan con muchos cuadros políticos. Está eso, hay un pueblo muy concientizado, pero claro, el reemplazo de Chávez es la unidad de la gente. El que más claro lo tiene es Maduro, que el tema pasa por la unidad y como ellos puedan ir formando un sistema de gobierno que va a tener que ser más conversado. Yo soy muy optimista en que van a lograr resolver estas cosas porque hay recursos.
– Todas las encuestas dan ganador a Maduro en las elecciones del 14 de abril. ¿Qué tareas y desafíos tendrá por delante en esta nueva etapa?
Hay mucho para hacer todavía. Este país necesita un proceso de industrialización rápido. En el tema agropecuario necesitan más producción. La mayoría de los productos alimenticios básicos tienen que importarlos. Porque ha habido aumento de la producción pero el aumento en el consumo ha sido mucho mayor. Cuando distribuís dinero en un pueblo que pasaba hambre realmente, la cantidad de comida que se pasa a consumir es muchísima. Y el sistema de producción no ha ido acompañando ese crecimiento del consumo. El ministro de Alimentación en chiste dice: “El problema de esta revolución es que cada día la gente come más”.
– ¿Cómo impacta en un peronista el encontrarse con un líder como Hugo Chávez?
No creo que haya un proceso como este en América Latina, que tenga tantas similitudes con el peronismo. Chávez lo tenía muy claro, era un gran lector de Perón. Hay otros embajadores de América Latina que no logran entender esto, para nosotros que venimos del peronismo es más fácil. El velorio de Chávez por ejemplo. Nosotros tuvimos el de Evita que duró 20 días, el de Perón varios días y el de Nestor también. Para mucha gente es inentendible cómo la gente sigue yendo. Y no entienden esa mezcla de liderazgo político con liderazgo a veces casi religioso. Se genera porque Chávez hace emerger una clase social postergada por siglos, lo hace a través no sólo del discurso sino de cosas concretas.
– Uno de los grandes méritos de Chávez fue reactualizar el proyecto socialista cuando para muchos parecía abandonado. ¿Eso no colisiona con el proyecto peronista, que nunca buscó traspasar los márgenes del capitalismo?
Yo no lo veo así. Fijate: Chávez habló del socialismo del siglo XXI y Perón hablaba de cosas similares. O sea, porque tampoco el socialismo del siglo XXI de Venezuela quiere copiar cosas que en algunos casos tuvieron rasgos positivos o negativos como pueden ser la Unión Soviética o Cuba.
– Ciertamente plantean el “socialismo del siglo XXI” como superación de esas experiencias, pero siempre reivindican la necesidad de superar el capitalismo, y por eso hablan de una transición al socialismo…
Sí, claro. Tiene que ver con los partidos que apoyaron al chavismo en el inicio. Pero cuando Maduro da el discurso de asunción como presidente encargado les habló a las distintas vertientes que conforman el chavismo. A quienes vienen desde el sindicalismo, como el caso de Nicolás, con formación en Cuba; o a los que como Elías Jaua vienen del movimiento estudiantil; a las Fuerzas Armadas, que tienen otra lógica y otra formación; a la misma PDVSA, que desde el punto de vista partidario, tiene cuadros como Ramírez que viene del PC y de la guerrilla. Nicolás les dice: “Todos veníamos de distintas corrientes, algunos de formación marxista, stalinista, leninista, y todos los istas, y Chávez nos bajó a tierra y nos dijo: acá hay que conformar el socialismo del siglo XXI”. Planteó claramente que en definitiva hacés lo que podés en el contexto histórico en el cual estás. Entonces más allá de los discursos, en cada país estamos conformando proyectos nacionales y populares. Porque cuando vas a las políticas concretas, en realidad no hay muchas diferencias, algunos han podido avanzar más o menos, de acuerdo a los contextos y a los poderes que se enfrenta.
– ¿En concreto cómo se expresa eso en la Argentina?
En Argentina, hemos podido avanzar hasta algunos puntos, y en otros no podés porque el contexto no te da. Venezuela lo mismo, ha podido avanzar en algunas cosas y en otras no. En ese marco es en el que el chavismo se parece al peronismo. Lo que pasa es que nosotros por mucho tiempo, y esto lo está revirtiendo el kircherismo, le regalamos a la izquierda más troska el hecho de la revolución y la liberación nacional. Hoy lo estamos disputando. Porque en definitiva el kirchnerismo con su lógica peronista está haciendo exactamente lo mismo que Chávez. Yo te aseguro que es eso. Contextos históricos distintos, poderes económicos distintos, y poderes fácticos distintos en cada país.
– Pero Chávez plantea claramente la superación del capitalismo desde el socialismo, cosa que Cristina no ha hecho nunca. En esto no parece ser el mismo proyecto…
Creo que hay un problema de discursos. En Argentina podés decir determinadas cosas y no otras. No te olvides que venimos en una pelea política muy justita. Pensá que la 125 la perdimos. Además, estamos en un proceso democrático. Por lo tanto, hay que ir ganando democráticamente para poder ir transformando. Y además, el desarrollo argentino no es el mismo que el venezolano. Los poderes económicos de la Argentina son muy fuertes. En Venezuela no. Acá la actividad privada era importadora. Era un país que no tenía industrias. Muchas de las expropiaciones que ha hecho el chavismo fueron de empresas que habían sido abandonadas por los dueños. Acá no tenías un poder industrial instalado. Sí tenías PDVSA, que la recuperan después del golpe del petróleo. Ahí empieza el Gobierno de Chávez en serio, porque se adueña de ese recurso y lo empieza a distribuir.
Son condiciones distintas. Ahora, los objetivos son muy similares. Porque una cosa es que tengas una industria privada y le pongas todos los controles habidos y por haber para que pague los impuestos que tiene que pagar, para que no contamine, etc, y otra es hacerte la propia. En Argentina hemos nacionalizado muchas cosas. El tema es que las condiciones políticas a veces no son las óptimas. Y además -y esto es bien peronista- no necesariamente todo tiene que pasar al Estado. Lo que si tienen que haber es un control fuerte del Estado sobre las empresas privadas o mixtas. En ese sentido, creo que en su proceso de industrialización Venezuela va a tener que caer sí o sí en empresas privadas, mixtas, asociaciones, de hecho lo están haciendo hasta con empresas nuestras muchas veces. Por eso pienso que hay más diferencias de discursos por las mismas condiciones de cada país y de cómo son los procesos. Hay que entender que el peronismo es similar al chavismo. Pero el chavismo hoy está en el 45, en la primera etapa del peronismo. El kirchnerismo es una etapa muy distante del peronismo original, que busca volver a recuperar las mismas banderas.