Por Sebastián Tafuro. En un show con varios condimentos, García y su banda le pusieron un broche de oro a la edición 2012 del Quilmes Rock. Invitados, conejos de la galera y un músico fundamental que volvió a brillar como en las mejores épocas.
Por la pantalla gigante desfilaban uno a uno todos los discos que Charly García nos brindó a lo largo de su carrera. Desde aquel “Vida” de Sui Generis en 1972 hasta el vivo subacuático en octubre de 2009 en cancha de Vélez, mientras sonaban acordes de temas emblemáticos de la historia del rock nacional. El Monumental era un hervidero de 50.000 almas que ya imaginaban un recital inolvidable para el cierre del Quilmes Rock 2012 cuando el genio se bajó de una limusina y le metió un puntapié inicial a todo trapo: “Fanky” del interesante “Cómo conseguir chicas” (1989).
A ese tema le siguió un tridente que mantuvo a River en llamas: “Rezo por vos” dedicado a Luis Alberto Spinetta -a quien Charly además homenajeó con la imagen del primer disco de Almendra en la remera que lució toda la noche-, “Cerca de la revolución” y “Nos siguen pegando abajo”. Un García impecable le sacó lustre a su talento a través de la siempre brillante ejecución pianística y de teclados, a una voz renovada y a una banda de primerísimo nivel, con destacados como el “Negro” García López, Fernando Samalea y el acompañamiento vocal de Rosario Ortega.
Luego de ese Big Four implacable, vendrían momentos donde la intensidad le dejaría paso a la congoja y la emoción como en la increíble “Anhedonia” o en los espíritus de Serú Girán y Sui Generis que rondaron el estadio con “El Perro Andaluz” e “Instituciones”, respectivamente. En el primero de ellos se lució Pedro Aznar como invitado, mientras que el segundo fue una de esas gratas sorpresas que la noche tenía deparadas con esa letra tan visionaria de lo que vendría unos años después en la Argentina.
Habría dos invitados más a lo largo de la velada. Uno era evidente: Fito Páez, quien había precedido a Charly en el festival con un set más que sólido y que subió a tocar la bellísima “Desarma y Sangra” del disco “Bicicleta” (1980). El otro, un poco más inesperado: Juanse, de los Ratones Paranoicos, que azuzó el pogo con “La sal no sala” y se ganó la ovación del público al grito de “Pomelo, Pomelo”, tal como se lo viene identificando al cantante en referencia al reconocido personaje de Diego Capusotto.
En lo que respecta al resto de una lista de temas sin fisuras, podemos encontrar hitos como “Eiti Leda” de Serú, una muy buena versión de “Asesíname” (el tema más actual del show), la inoxidable “Yendo de la cama al living” en el inicio de la segunda parte, la siempre vigente “Los dinosaurios” y el cierre con “Popotitos” luego de haberse despedido y de regresar ante el clamor popular.
No habíamos llegado a la medianoche y así finalizaba un festival que tuvo dos jornadas a puro Foo Fighters entre semana y esta fecha nacional que contó con las presencias de Banda de Turistas, Catupecu Machu, Las Pelotas y el ya mencionado Fito para darle paso luego a quien fuera la gran estrella del evento más cervecero del año: el señor Carlos Alberto García Moreno, quien nos deleitó como en los viejos tiempos. Say no more y hasta la próxima.