Opinión

El balotaje ecuatoriano de este domingo no sólo pone en juego la continuidad o el ocaso del proceso liderado por Rafael Correa , sino que sumará un elemento clave a la reconfiguración del escenario geopolítico que vive el continente en los últimos años.

Ecuador se juega una pulseada continental: si Lenín Moreno gana las elecciones, los gobiernos pos-neoliberales en América Latina podrán recobrar un vital impulso; si pierde, la derecha regional insistirá con dar por cerrado el ciclo inaugurado por Hugo Chávez en 1998.