Por Equipo de Policiales. Uno de los policías sospechados de haber participado en la desaparición de Luciano Arruga fue detenido y puesto a disponibilidad. Continuaba prestando funciones igual que otros 8 efectivos en distintos puntos del Conurbano.
En septiembre de 2008, Luciano Arruga, de 16 años, fue detenido en La Matanza y trasladado al destacamento de Lomas del Mirador donde los policías le dieron una paliza. El joven se lo contó a la familia algunos días después, sin hacer la denuncia por miedo a una venganza.
Este hecho sucedió en el mismo lugar en el que fue visto por última vez el 31 de enero de 2009.
Julio Diego Torales (leg 23962) es uno de los policías bonaerenses acusados de haber participado en la tortura de 2008. Está señalado además por haber contribuído posteriormente a la desaparición y encubrimiento de los hechos en el caso de Luciano Arruga.
En marzo de 2011, Ricardo Casal lo ascendió de oficial inspector a oficial principal. Aayer fue detenido por personal de Asuntos internos.
El Ministerio de Seguridad dispuso además la disponibilidad de este oficial superior de la fuerza provincial. Actualmente desempeñaba tareas en la localidad de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza. Mismo distrito donde el joven fue visto antes de desaparecer.
Un reclamo que sigue vigente
El 15 de abril del 2009 el Ministerio de Seguridad informó que habían sido desafectados los policías Díaz, Herrera, Monte, Márquez, Fecter, Vázquez, Sotelo y Zéliz. La desafectación del servicio es una medida cautelar que se dispone cuando la Auditoria de Asuntos Internos hace actuaciones sumariales e investigaciones administrativas. No supone una separación definitiva de la fuerza. En este caso, duró poco. El 7 de agosto de ese año se les levantó la sanción. De Borrego nunca se informó públicamente cuál era su situación.
En octubre de 2012, y después de 3 años y siete meses de espera, el gobernador Daniel Scioli recibió a familiares y abogados de Luciano Arruga.
En la mesa de reunión se plantearon distintos reclamos al Ejecutivo bonaerense. Uno de ellos tiene carácter y una resolución que para lo crucial del caso debería ser inminente. Que todos los oficiales sospechados, o acusados, de haber participado del trágico hecho fueran echados de la policía bonaerense, juzgados y encarcelados.
Según explicó al sitio Cosecha Roja Juan Manuel Combi, abogado de la familia de Luciano, la causa está caratulada de “severidades”. El reclamo es que sea cambiada a torturas en situación de detención ilegal, esto permitiría procesar a todos los policías que no participaron activamente en la golpiza a Luciano pero que estuvieron presentes en ese momento.
En agosto de 2012 Marcha publicó, accediendo a información exclusiva, el paradero de 7 policías implicados en los hechos. De acuerdo a fuentes reservadas, la mayoría de los sospechados sigue activo no muy lejos del ahora cerrado Destacamento donde se desempeñaban.
El teniente primero Néstor Guillermo Díaz (43), por ejemplo, se encuentra en la Comisaría Primera de Monte Grande, Esteban Echeverría, mientras que Ariel Alfredo Herrera (38) en la Cuarta de Gervasio Pavón, partido de Morón. Ambos eran los principales jefes del destacamento de Lomas del Mirador.
En tanto, Daniel Alberto Vázquez (31) y Sergio Omar Fecter (35) están trabajando en comisarías de Lanús. De acuerdo al testimonio de familiares que luchan contra el gatillo fácil en La Matanza, Fecter también habría estado involucrado en el caso de Diego Lucena, ocurrido en 2004.
Por su parte, Damián Marcelo Sotelo (31) y Hernán Gabriel Zeliz (30) están en la Primera y la Tercera de Morón, respectivamente, mientras que Damián Alfredo Borrego (28) en la Segunda de Ramos Mejía, La Matanza.