Alberto,
Darse un espacio, un tiempo, un lugar para pensar y elaborar y producir. Y ser capaces de refundar niñeces y juventudes de América Latina y el Caribe, sólo es posible atravesando territorios desiguales en derechos y potencia creadora, y diversos en historias y culturas. Redescubriendo caminos, reencontrándonos en otras y en otros tantos y tantas que sin límites precisos de edades, y de ámbitos por los que va tomando cuerpo nuestra ciencia y nuestros conocimientos y saberes, nos asaltan en una nueva trama político-afectiva, de la mano de una nueva utopía arrasadora.
Y no es posible pensarlo en la Argentina contemporánea, sin revisitar la vida y la obra de Alberto Morlachetti, de quien este jueves 20 de abril, se cumplen 8 años de su partida. Coordinador del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, y creador de la Fundación “Pelota de Trapo”, que en su condición de pibe supo tempranamente del dolor que te arrincona en los umbrales de todas las calles, pudo llegar a conquistar su sociología antiadultista, reafirmando que “infancia es destino”, y que inventaron el hambre en un país hecho de pan. Logrando que toda una Central de trabajadores y trabajadoras, se movilizara detrás de la consigna “el hambre es un crimen” y “ni un pibe menos”, cuando el neoliberalismo se lo tragó todo.
Y escribió:
Los habitantes de las periferias resignan su rebelión en la tierra por un puntero de lentejas y su destino en el paraíso por una nube de leche en polvo. En esas cartografías comenzaron nuestros pibes a madurar su edad, donde sólo tuvieron el espacio indispensable para una mesa vacía. Esa precaria y desventurada mesa sin manteles donde la muerte va dejando, hora tras hora, sus migajas de mala levadura. Donde se vive a puro desperdicio, a puro dengue, a pura cloaca.
Para terminar afirmando:
No se resuelve el hambre si no se abreva con imaginación enamorada en nuestra mejor memoria…
Esa memoria que con él late en nuevos caminos por recorrer, como una celebración de la vida despejando vestigios coloniales.
- Por Gustavo Brufman del Grupo de Estudio Niñeces y Juventudes en América Latina – IEALC.