Por Carina López Monja / Foto: Eameo
En menos de quince días, Macri plantó agenda política. El blindaje mediático y la anestesia general (con honrosas excepciones) colaboraron para colocar los debates donde el oficialismo amarillo se mueve como pez en el agua. Manteros vs Benetton; dos formas de discutir el espacio público.
Las pantallas televisivas sumaron esta semana horas y horas con imágenes del conflicto en la zona de Once, donde el martes fueron desalojados los manteros sobre la Avenida Pueyrredón. Las tapas de los principales diarios dieron cuenta de la noticia, de la represión, de las declaraciones de los trabajadores ambulantes y de las y los funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires, de las negociaciones y del corte de calles.
En décimo lugar, o directamente ausente de los grandes medios de comunicación, quedó la información de lo que sucedía el mismo día en la provincia de Chubut. Un violento operativo de Gendarmería sacudió a la comunidad mapuche, que defiende sus tierras ancestrales en el departamento de Cushamen. El conflicto, que data de varios años, tuvo como pretexto liberar las vías del tren La Trochita, pero el debate de fondo es la disputa con la empresa Benetton por tierras que fueron recuperadas por los mapuches en 2015. Al primer operativo violento, le siguió un nuevo ataque, esta vez de Infantería de la Policía provincial que disparó sin mediar palabra, e hirió a varias personas. Aún hoy, dos integrantes de la comunidad Pu Lof se encuentran hospitalizados en estado de gravedad.
Hablemos de espacio público
Mientras el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, amenazaba a los manteros que no se sumaran al acuerdo de trasladar su trabajo a un galpón y reiteraba que “el espacio público no se negocia, ya que es para que la gente circule y disfrute”, en la Patagonia se multiplicaron los conflictos donde la comunidad salió a reclamar por el derecho a las tierras públicas.
En el caso de la comunidad Pu Lof, la recuperación de las tierras ancestrales ocupadas por el grupo Benetton, mayor propietario extranjero de tierras en Argentina, con 900 mil héctareas, como confirmó la empresa a la BBC generó un conflicto donde el poder político instó al poder judicial y a las fuerzas de seguridad a avanzar sobre la comunidad mapuche.
Luego de una mesa de diálogo que se sostuvo durante 2016, el gobernador Mario Das Neves en persona impulsó una ofensiva contra la organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), acusando a sus integrantes de terroristas y exigiendo a la justicia avanzar en causas contra miembros de la comunidad.
En el mismo sentido, el debate sobre el espacio público estuvo ausente en el caso del empresario Ted Turner, de la CNN, quien cerró caminos y accesos al Lago Traful o de Joe Lewis, ex propietario de Hard Rock Café y amigo de del presidente Mauricio Macri, quien cerró los accesos públicos al Lago Escondido, alambrando e impidiendo el acceso de cualquier vecino o vecina a la zona.
El caso de Lewis se hizo conocido cuando Macri decidió vacacionar en su propiedad e incluso prestarle un helicóptero para trasladarse. En esta semana, más de diez mil personas se movilizaron en el Bolsón y lograron frenar la iniciativa de barrio privado de Lewis sobre una reserva natural al pie del cerro Perito Moreno.
Estas dos caras de un debate sobre el espacio de todos y todas, planteadas por el PRO, se repiten en el relato que fueron construyendo en su primer año de gobierno y que tomó fuerza en la primer quincena de 2017.
Las dos caras de la generación de trabajo y crecimiento económico
En el debate de los manteros nuevamente estuvo ausente la discusión sobre la generación de trabajo. Y es que el PRO tiene decidido avanzar en un nuevo relato amarillo que asocia la creación de empleo con el blanqueo laboral, la eliminación de los costos al trabajo o, con menos eufemismos, la precarización del trabajo lisa y llanamente.
Entre las iniciativas que Macri impulsará en pocos días, a través de Decretos de Necesidad y Urgencia, están las de reincorporar las pasantías laborales como figura dentro del mercado y el empleo joven para quienes tiene entre 16 y 26 años que ni estudian ni trabajan, y el pago de los costos fiscales a empresas para absorber a beneficiarios de planes sociales. De esta manera, el “trabajo genuino” en empresas privadas sería “incentivado” por el Estado, que pondría el dinero para que las empresas contraten a jóvenes o a quienes perciben un plan (como ya ensayaron con McDonald’s).
Para coronar el plan de desarrollo económico y generación de empleo, el presidente Macri toma como referencia el acuerdo firmado por Vaca Muerta la semana pasada. Flexibilizar las condiciones de trabajo para aumentar la productividad y las inversiones sería el camino que deberían tomar otros gremios y empresarios para que el país crezca.
La propuesta, que implicó al gremio petrolero de Neuquén, Río Negro y La Pampa y resigna conquistas laborales (eliminar las horas extras, el trabajo nocturno, entre otros puntos), no sería tan digerible para la conducción de la CGT ni para los sindicatos que aglutinan al sector de la construcción o el sector lechero.
Lo cierto es que el intento de discutir una reforma tributaria, la reducción del déficit fiscal, de avanzar sobre los convenios colectivos de trabajo mientras el gobierno se endeuda y realiza obra públicas como parte del año electoral estarán a la orden del día, al igual que las subas en los precios y la inflación (iniciada con aumentos en la nafta, servicios públicos y peajes).
Si a esto le sumamos el nivel de inseguridad social, donde el 43 por ciento de la población de quienes viven en CABA y Gran Buenos Aires tiene miedo a quedarse desempleado, según cifras del Monitor de Clima Social, el panorama no es alentador.
Dos caras de la misma moneda
El gobierno también tuvo éxito en colocar en la agenda de verano la discusión sobre la baja de la edad de imputabilidad de los menores. Con el impacto de la toma de la Comisaría de Flores por la muerte de Brian, niño baleado en un asalto y después de que fuera detenido un adolescente de 15 acusado por haber participado del crimen, el ministro de Justicia, Germán Garavano, dio inicio a un debate, viejo en el país y propio de los años de campaña electoral y de la demagogia punitiva.
Más allá de los enormes rechazos que generó la iniciativa en amplios sectores de la sociedad y los sobrados motivos para desestimar bajar la edad de imputabilidad, entre ellos los destacados en este portal y en otros, tal vez lo central es que el debate por la baja dejó nuevamente ausente la discusión sobre las mafias policiales, los comisarios imputados por enriquecimiento ilícito y las zonas liberadas en amplios territorios de la Ciudad y el gran Buenos Aires.
Mientras tanto, los principales editorialistas de Clarín y La Nación le pidieron al Gobierno en su edición dominical que avanzara con la reforma del Estado, que achicara la planta y redujera el gasto. A su vez, abordaron el caso Arribas, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia acusado por cobro de coimas. Algunos pidieron la presunción de inocencia, hasta que se demuestre lo contrario. Presunción de inocencia que se le negó a Milagro Sala, quien hoy cumple un año presa y será motivo de movilizaciones en todo el país en reclamo de su libertad.
Sin anestesia
El fin de primer año de Macri dejó en evidencia su capacidad para avanzar sobre los derechos de los sectores populares, más allá de algunas pequeñas victorias y resistencias conseguidas con movilizaciones multitudinarias como la del Bolsón hace pocos días. Pero aunque Macri se tome vacaciones, el gobierno nacional sigue trabajando y está decidido a avanzar, sin prisa pero sin pausa, aun con el año electoral y la asunción de Trump esta semana, que le cambia el panorama económico.
La respuesta ante los intentos de avanzar en la precarización laboral, la baja de la edad de imputabilidad, la represión en el sur del país y la saturación de la nueva Policía de la Ciudad en las calles porteñas merece una respuesta sin anestesia, de mayor contundencia y unidad.
La solidaridad del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el CELS y otros organismos de derechos humanos tras la represión en Chubut, la convocatoria del espacio Niñez y Territorio para impulsar acciones contra el No a la baja, la convocatoria a movilizarse mañana contra la criminalización de la protesta, son algunos de las respuestas inmediatas, necesarias y urgentes para rechazar la agenda veraniega avasallante de Cambiemos. Pero será preciso aglutinar mayores esfuerzos unitarios y propuestas concretas para dar vuelta la moneda.