El pasado domingo diferentes colectivos y “torcidas” (hinchadas) antifascistas de los cuatro clubes más populares de fútbol de Brasil se manifestaron en la avenida principal de São Paulo por la democracia y en contra de las medidas adoptadas por Jair Bolsonaro.
Por Fernando Romero Wimer / Fotos por Latinoamérica Piensa
Ante la avanzada autoritaria del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, el grito de “dictadura nunca más” unió a rivales en el plano deportivo. Concentraciones similares -que adoptaron las medidas básicas de protección sanitaria frente a los riesgos del Covid-19- se produjeron en Rio de Janeiro, Belo Horizonte y otras grandes ciudades.
Un antecedente histórico: la democracia Corinthiana
Los más numerosos en esta convocatoria fueron los denominados “Gaviões da Fiel” (halcones de la fiel) del Corinthians de São Paulo. El club cuenta con el antecedente de haber conformado, en la década de 1980, un movimiento que se manifestaba diariamente dentro y fuera del club a favor de la democracia.
La llegada del célebre jugador Sócrates en 1978 y la elección del sociólogo Waldemar Pires como presidente de la institución años después fueron el puntapié inicial para el desarrollo de un sistema de autogestión que incluía el voto igualitario entre dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y empleados para adoptar las principales decisiones. Por aquellos años, el club estampaba mensajes a favor de la democracia y contra la dictadura militar en su vestimenta. El equipo contaba además con la presencia destacada y el compromiso del delantero Walter Casagrande Júnior y el defensor Wladimir Rodrigues dos Santos.
Una respuesta al gol en contra que significó la dictadura militar
El 31 de marzo de 2020 unas 47 hinchadas antifascistas de Brasil repudiaron la dictadura militar iniciada en 1964, ante la declaración de Bolsonaro de que la fecha sea recordada por la Fuerzas Armadas. Las torcidas firmaron conjuntamente un texto que recordaba los asesinatos, torturas, persecuciones y secuestros producidos por el régimen que se extendió hasta 1985, incluido atletas de diferentes disciplinas como la basquetbolista Helenira Rezende y el basquetbolista Carlos Alberto Soares Freitas, los remeros José Huberto Bronca y Eremías Delizoicov y el boxeador Osvaldo Da Costa. Mención especial tuvieron los futbolistas que sufrieron la represión como el técnico João Saldanha y los jugadores Sócrates, Nando, Afonsinho, Reinaldo, Tostão e Wladimir.
De este se modo, llamaron la atención sobre la otra cara de este popular deporte en el gigante sudamericano; una faceta que no contó con las primeras planas de los grandes medios de comunicación. Por el contrario, la dictadura del general Emilio Garrastazu Médici utilizó el triunfo de Brasil en la Copa Mundial disputada en México durante 1970 para acallar la oposición y profundizar el accionar represivo sobre los movimientos sociales populares y democráticos.
Más torcidas antifa
La hinchada autodenominada Ultras Resistencia Coral de Ferroviário Atlético Clube de la ciudad de Fortaleza, nacida en 2005, ostenta actualmente el título de torcida antifascista más antigua. Una de sus banderas colgada en los estadios reza: “Ni guerra entre hinchadas, ni paz entre clases”.
El colectivo Palmeiras antifascista, que surgió en 2014, también tiene pautas de militancia que exceden el seguimiento al equipo: organiza campeonatos de fútbol barriales, lleva banderas en homenaje a la asesinada concejal por Rio de Janeiro Marielle Franco y de los jugadores negros de la historia del club, y se movilizan contra los intentos de privatización del estadio Pacaembu. En Rio de Janeiro, se organizaron torcidas antifascistas en los principales equipos de la ciudad. Fluminense Antifascista y Esquerda Vascaína (estos últimos torcedores del Vasco da Gama) son dos referencias entre las hinchadas posicionadas abiertamente a favor de los candidatos políticos de izquierda.
Así, simpatizantes de clubes rivales en lo futbolístico encuentran una proximidad que muchas veces no se produce con hinchas de su propia escuadra. Este domingo 31 de mayo también la torcida Fla Antifa del Flamengo participó en Copacabana de las manifestaciones contra Bolsonaro. En Belo Horizonte, las torcidas antifascistas de Cruzeiro, Atlético Mineiro y América se reunieron este domingo en la Plaza da Bandeira.
En Porto Alegre, ocurrieron movilizaciones antifascistas frente al Cuartel del Comando Militar del Sur, aunque con menor protagonismo de las hinchadas. No obstante, los dos principales clubes también han organizado torcidas antifascistas frente a la ola reaccionaria que recorre el país: Inter Antifascista del Internacional y Tribuna 77 del Gremio.
El partido todavía no terminó
Quienes amamos el fútbol sabemos que los partidos se juegan hasta el final, aun cuando la derrota que viene siendo proporcionada provoque desaliento. En São Paulo, la Policía Militar terminó dispersando a las torcidas antifascistas con gases lacrimógenos después que se produjeran enfrentamientos con manifestantes a favor de Bolsonaro.
Los posicionamientos de las torcidas antifascistas evidencian el rechazo a la violencia en los estadios, la homofobia, el machismo, el racismo, la elitización y la mercantilización del fútbol.
Las manifestaciones a favor de una dictadura militar comandada por el actual presidente brasileño abren las posibilidades de una mayor confrontación social. Sin embargo, las concentraciones antifascistas convocadas por las hinchadas de fútbol obligaron a replegarse a los golpistas y mostraron el camino para la defensa de la democracia, la reivindicación de derechos y la denuncia de todas las injusticias sociales. Aún con una goleada en contra, no habrá pandemia que las haga retroceder.