Por Florencia Maffeo y Camila Parodi. El MAS marca un punto de inflexión en el ´proceso de cambio´ boliviano con políticas de ‘descolonización y despatriarcalización’. Sobre las nuevas discusiones que se ponen sobre la mesa de las organizaciones.
El 21 y 22 de enero últimos, Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera se calzaron por tercera vez las bandas de presidente y vicepresidente de Bolivia, respectivamente. La llamada por los referentes del Movimiento al Socialismo (MAS), “Revolución Democrática y Cultural” va camino a cumplir 10 años. En ese marco, la mirada de las organizaciones sociales ante el proceso juega un rol clave. Para el movimiento feminista, despatriarcalizar ya no es una utopía.
En este tercer mandato, el MAS logró posicionarse con amplia mayoría parlamentaria. “Ya no hay más derecha ni oposición por afuera”, se rumorea en los distintos ámbitos donde se cocina política. Por ello, militantes feministas e investigadores se preguntan quién ocupa ahora ese lugar de ‘protección de los intereses’ que antes era de la derecha de forma tal que el proceso no pueda avanzar con los cambios profundos que se propone, en particular con la propuesta de ponerle fin al patriarcado.
Si bien desde el inicio del gobierno del primer indígena se incorporaron diferentes conceptos y áreas de gobierno, como la Unidad de Despatriarcalización, en lo concreto y cotidiano la temática se vuelve muy confusa. ¿Qué implica despatriarcalizar y cuáles son los aportes de los feminismos en los procesos de cambio social?
Feminismos: una construcción política plural
Entre las activistas feministas, surgen distintas propuestas e ideas sobre lo que es despatriarcalizar. María Galindo, de Mujeres Creando, se atribuyó este término, y debatió públicamente con Álvaro García Linera tras la declaración homofóbica del diputado del Movimiento Roberto Rojas. Para algunos, ese debate público fue un intento del gobierno de que se asociara solamente al feminismo con la imagen de las Mujeres Creando, quienes se mantienen en una posición opositora al gobierno boliviano, y de modo de cerrar el diálogo con otras organizaciones, tanto afines como no.
Pero no todas las organizaciones feministas se paran en la vereda de en frente del proyecto político del MAS-IPSP. Organizaciones como Mujeres Creando Comunidad (liderado por Julieta Paredes, que se escindió de las Mujeres Creando) consideran que la tarea del feminismo es trabajar en la comunidad, a la par del resto de los movimientos sociales, y ser parte del instrumento político, con críticas que aporten propuestas transformadoras. Se paran desde lo que denominan “feminismo comunitario”, que se multiplica, con sus particularidades locales, en diferentes lugares de Abya Yala. Su trabajo consiste en la articulación y formación político feminista de las mujeres de distintos movimientos y organizaciones sociales, desde donde generar colectivamente herramientas y propuestas concretas que aporten a la construcción de un proceso despatriarcalizado y descolonizado. A su vez, comunican esta propuesta desde un programa de televisión llamado “Despatriarcalización Ya”, que se emite semanalmente en el canal Abya Yala de los movimientos sociales de Bolivia.
Asimismo, otros grupos feministas realizan desde abajo sus aportes para la transformación, como es el caso del Colectivo de Mujeres Libertarias Imillas, quienes están buscando enfocar su tarea hacia el trabajo con adolescentes y jóvenes, que se combina con acciones callejeras, marchas y un programa de radio que se emite desde El Alto, entre otras actividades que buscan visibilizar la lucha. Si bien son muy críticas al gobierno de Morales y consideran que los discursos sobre despatriarcalización sólo quedan en palabras, no cierran las puertas al diálogo y el encuentro con otras colectivas. Tal es así que se convirtieron, junto con la Asamblea Feminista de Cochabamba y otros, en uno de los grupos que organiza el próximo Aquelarre subversivo, un espacio de debate para el feminismo boliviano (*).
Aborto: ¿empate legal?
En Bolivia, entre 30 mil y 40 mil mujeres abortan anualmente, y alrededor de 500 pierden su vida por no poder acceder a abortos seguros. El aborto está, como en Argentina, despenalizado en caso de violación y de riesgo para la salud de la mujer. Pero, también al igual que en el país, el acceso a los abortos no punibles es obstaculizado constantemente.
El reclamo por la legalización del aborto hace años que es parte de la agenda de los feminismos en Bolivia, y llegó a la Asamblea Plurinacional. Según García Linera, el debate logró un “empate legal”, por lo que no se avanzó en su legalización. Y a pesar del enorme trabajo realizado por activistas feministas en diferentes comunidades de Bolivia, la presión de las iglesias evangelistas, que avanzan cada vez más a lo largo del territorio boliviano, impidió, en tan sólo una noche, la aprobación de una legislación que garantice el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
El debate sobre el aborto se profundizó cuando la diputada del MAS Patricia Mansilla solicitó en la Justicia una acción de inconstitucionalidad contra 12 artículos del Código Penal, entre ellos tres que limitan y criminalizan el aborto, basándose en el derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad, que figura en la Constitución del Estado Plurinacional, aprobada en 2009.
Según las activistas feministas bolivianas, esto abrió un debate nacional, que llevó a la militancia a volver a la lucha por la legalización, pensar alianzas, articulaciones y nuevas estrategias.
Nuestros cuerpos, nuestro territorio
Bolivia es uno de los países con más altos índices de violencia contra las mujeres. Desde 2009 hasta 2014, se registraron 585 feminicidios. La aprobación en marzo de 2013 de la ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia parece responder a este fenómeno. Sin embargo, algunas activistas afirman que esta ley apareció entre gallos y medianoche antes el asesinato de una periodista por parte de su pareja, un policía dedicado a una investigación controvertida, quien aparentemente murió calcinado días más tarde. Además, las organizaciones de mujeres y feministas denuncian que no existe presupuesto para la implementación de esta ley, y sus medidas están básicamente ancladas en que las mujeres denuncien a los varones violentos, sin contemplar otras acciones de prevención.
Esta ley se reglamentó días posteriores a la elección que ratificó el tercer mandato de Morales. Y para hablar del ámbito de la política, se debe también mencionar la ley contra el acoso y violencia política contra las mujeres. Las acciones públicas bolivianas tienen un duro camino que recorrer. Si bien desde las últimas elecciones, la Asamblea legislativa quedó compuesta en un 50 por ciento por mujeres gracias a la ley de cupo, hay casos de mujeres alcaldesas perseguidas y amenazadas para que no asuman su cargo. Hasta la ministra de Autonomías intentó intervenir ante el caso de una alcaldesa a quien tenían encerrada en una casa.
Los desafíos del feminismo en Bolivia: ¿hacia un proceso de cambio?
Como en la mayor parte de América Latina y el Caribe, el feminismo tiene varios desafíos. Las leyes que buscan garantizar a las mujeres una vida libre de violencia no salvaron el acceso a la Justicia de las mujeres que viven situaciones de violencia, y los abortos no punibles son excepcionales. El cambio cultural en la machista sociedad boliviana mantiene estereotipos no sólo sexistas sino también racistas, con parámetros eurocéntricos de belleza, fácilmente observables en las publicidades (y en las dos diputadas Miss Bolivia que integran el parlamento).
Bolivia busca encabezar los proyectos políticos por la autonomía de los pueblos y la descolonización. ¿Es posible descolonizar sin despartriarcalizar? Las mujeres bolivianas ya dijeron que no. Pero, ¿es posible despatriarcalizar sin feminismo?
En su discurso de asunción a su tercer mandato, García Linera afirmó que el socialismo es la transición a la comunitarización y descolonización, aunque no se habló de qué sucede con el machismo y el patriarcado. ¿Qué tarea le compete al feminismo en el proceso de cambio? ¿De qué forma la acción estatal puede favorecer a la despatriarcalización? En ese andar se encuentran las feministas bolivianas, en vísperas de un nuevo Encuentro Feminista donde comenzar a escudriñar, responder preguntas y articular juntas ante este nuevo proceso.
(*) Aborto, violencia hacia las mujeres, los feminicidios y la sexualidad, serán los temas de debate del próximo aquelarre subversivo, que se llevará a cabo en la ciudad de La Paz, los días 5, 6 y 7 de marzo, con la participación de diferentes grupos. Este espacio se conforma: “Para encontrarnos, conocernos, articularnos, compartir y aprender de las experiencias de otras, de todas. Para complotar juntas días mejores.”