El gobierno boliviano insistirá esta semana con el pedido de extradición para el ex presidente del país Gonzalo Sánchez de Lozada. El ex mandatario se encuentra actualmente exiliado en Estados Unidos junto a sus colaboradores.
Bolivia hará su segunda presentación legal ante los Estados Unidos para que extradite al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y a los ex ministros Joaquín Berindoague y Carlos Sánchez Berzaín.
El primer reclamo boliviano en este sentido fue presentado a fines de 2008. En septiembre de 2012, Washington rechazó la extradición con el argumento de que existe incompatibilidad entre las legislaciones de Bolivia y Estados Unidos, con relación a los delitos por los que se acusa al ex mandatario. Ante la negativa de extraditar a Sánchez de Lozada, también conocido como “Goni”, el presidente Evo Morales acuso a Estados Unidos de haberse convertido “en el refugio de delincuentes” y en un “paraíso de la impunidad”.
Al igual que en 2008 el gobierno boliviano reclama que Sánchez de Lozada regrese a Bolivia para ser juzgado por los hechos de octubre de 2003, en el que murieron al menos 60 personas y resultaron heridas más de 400. Por aquellos días se llevó a cabo en el país del altiplano lo que se conoció como la “Guerra del Gas”. La población se opuso a la venta de gas natural a México y Estados Unidos a través de un puerto chileno ya que, se estaba exportando un recurso al que la mayoría de los bolivianos y bolivianas no tenían acceso. Para colmo se hacía a través de un puerto chileno cuando amplios sectores de la población planteaban la restitución de la salida al mar para Bolivia.
La agudización del reclamo llevó a manifestaciones y enfrentamientos callejeros con la policía. Durante el “Octubre Negro” de 2003 las Fuerzas Armadas, por orden del entonces presidente Sanchez de Lozada, reprimieron a la población dejando decenas de muertos y cientos de heridos. Luego de estos acontecimientos y ante el aumento de la movilización popular “Goni” huyó del país a solo un año de haber asumido su segundo mandato (2002 – 2003). Desde entonces está exiliado en los Estados Unidos.
El delito que se le imputa al ex presidente es del de genocidio -en su variante de masacre sangrienta- que se sanciona en Bolivia con una pena máxima de 20 años de prisión.
Debido a que la negativa anterior del gobierno estadounidense se sustentaba en las diferencias de las legislaciones entre ambos países el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, comentó que esto ha sido tenido en cuenta para este segundo pedido. El funcionario informó que el Ministerio Público recurrió a la Cancillería del Estado Plurinacional para compatibilizar los tipos penales de Bolivia y Estados Unidos, además de contratar un bufete de abogados de ese país para viabilizar los documentos de extradición.
Gonzalo Sánchez de Lozada, de 83 años de edad, fue presidente de Bolivia en dos ocasiones (1993-1997 y 2002-2003), ambas por el Movimiento Nacionalista Revolucionario. Como la legislación boliviana exige la mayoría de los sufragios para ser electo presidente, en 2002 tuvo que ir a una segunda vuelta en el Congreso con Evo Morales quién entonces había salido segundo a menos del 2% de los votos.