Por Juan Manuel De Stefano. A pesar de tener las mejores chances para ganarlo, el Xeneize no pudo con el Bicho y quedó a 4 puntos de Newell`s. Caruso, por su parte, quedó conforme con el punto.
Boca navega en la irregularidad, no puede ganar dos partidos seguidos. Esta es la historia desde el esperado regreso del Virrey. En un encuentro deslucido que no quedará en la memoria de nadie, la sensación que quedó es que el local no quiso y Boca no pudo.
La enorme actuación frente a Racing despertaba una ilusión mayor para los de Bianchi. Aquella descollante prestación de Gago y compañía hacía pensar que ante el Bicho se podría repetir. Pero Gago estuvo muy solo, Sánchez Miño no fue el mismo de otras tardes y Ledesma volvió al (pésimo) nivel de partidos anteriores. Buen partido de Jesús Méndez, tanto en la marca como en la recuperación pero no encontró sintonía en los delanteros. Martínez y Gigliotti no jugaron un buen encuentro. El ex Colón se perdió 3 goles hechos y el Burrito casi no pudo desbordar a la férrea defensa que plantó Caruso Lombardi.
Argentinos jugó tranquilo, sin presiones extras y esperando agazapado el contraataque soñado. Finalmente, eso no ocurrió y Boca fue más, sólo un poco más. Sorprendió la posición de Gago, jugó extrañamente detrás de Ledesma transformándose en la salida del equipo, pero al lado de los centrales, y así, no pudo influir en la ofensiva. Hecha la salvedad por un gran pase que le puso a Gigliotti y alguna que otra jugada aislada. Argentinos lo marcó de cerca pero no hubo (como se había especulado en la semana) marca personal.
La esperanza de Caruso pasaba por la tan mentada pelota parada y alguna inspiración individual de Gómez o Barrera. Los delanteros no anduvieron bien y, por lo tanto, le costó horrores crear chances de gol. Pero en el segundo tiempo, el local salió a buscar el partido un poco más. Atención: no ocurrió que Lombardi puso 4 delanteros y se “jugó la vida” en cada ataque, no fue así. No obstante se vio un equipo más adelantado y tratando de tomar el control, más no sea de la pelota y de intentar verle la cara más seguido a Orión. Gago se adelantó en el campo y jugó donde más le conviene a Boca si no juega Riquelme: siendo casi un enganche pero sin jugar de espaldas al arco, manteniendo sus características de intentar llegar tocando y asociando a sus compañeros, la prueba fue en vano, sólo Méndez continuó en buen nivel.
Así y todo, Boca mereció ganar el partido, fue más y tuvo las mejores llegadas. Orión casi no tuvo trabajo y se deberá reconocer el buen nivel de la defensa. Ribair Rodríguez volvió a demostrar que de central se siente muy cómodo, esta vez en compañía del Chiqui Pérez y secundado por Zárate y Erbes de lateral derecho, que se mostró afianzado en una posición que conoce bien por haberla recorrido en sus comienzos en inferiores. Las lesiones le volvieron a jugar una mala pasada, sobre el final Erbes se retiró dolorido y se suma a Cata Díaz, Insúa y Marín, un tema que preocupa a Carlos Bianchi.
Argentinos pudo seguir sumando y se sacó de encima a un rival complicado y mantienen el ánimo en alza para lo que viene. La campaña es muy buena, más si se tiene en cuenta el plantel del Bicho, con muchos chicos y pocos refuerzos de jerarquía. Boca y Bianchi piensan, más que nunca, en el clásico ante River dentro de dos fechas. Ahí se comenzará a definir para qué está Boca en el torneo.