Por Diego Villarino. Brasil 2014 será recordado como el Mundial de la valentía y el coraje. Las selecciones humildes salen a vender cara la derrota. No hay lugar para los conservadores. ¿Cambio de paradigma?
Parecía poco frecuente ver a equipos que salgan a apostar. Sin embargo, la Copa del Mundo demostró que dicha tendencia culminó. El nivel futbolístico mejoró con respecto a Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Los partidos ganaron en nivel e intensidad. El número de especulación es mínimo. José Pekerman y Jorge Luis Pintos plasmaron una idea audaz. Los grandes ya no triunfan con comodidad. Vale citar los casos de Brasil, Alemania, Argentina y Holanda. ¿Falta de picardía o mérito de los rivales?
Esta Copa dejó gratas sorpresas. El ejemplo resonante es el de Costa Rica. Los Ticos integraron el grupo de la muerte con tres campeones del mundo. Las victorias ante Uruguay e Italia lo colocaron en la siguiente ronda. El equipo priorizó el toque y la prolijidad en el trato de la pelota. Celso Borges es la rueda de auxilio del mediocampo. El ataque se basó en el desequilibrio de Bryan Ruiz y Joel Campbell, las dos cartas goleadoras. Pero todas las tapas se las lleva Keylor Navas. El arquero del Levante es un león bajo los palos.
Colombia fue el más sólido. James Rodríguez, autor de cinco tantos, agarró la batuta de la creación. Juan Cuadrado es el principal socio. Las maniobras de ataque no dependen solo del diez o Teo Gutiérrez. Los cafeteros despacharon a Uruguay con comodidad (2-0) ¿Qué sucedía si Radamel Falcao García podía jugar? ¿Potenciaba la ofensiva? Buen fútbol, precisión y elegancia son algunas de las características que pregona el DT. La cantidad de variantes es infinita. ÉderÁlvarez Balanta, Jackson Martínez, Carlos Carbonero y el juvenil Juan Quintero (estrella del Sub 20) pueden ingresar a dar una mano.Asimismo, cuenta con la experiencia en la zaga central de Mario Yepes, viejo lobo de mar que formó parte de la plantillas de Inter y River Plate.
En tanto, México arribó al certamen con muchas dudas. Un tanto agónico de Estados Unidos ante Panamá le permitió entrar al repechaje. La eliminatoria del Tri no convenció. Víctor Manuel Vucetich debió abandonar el cargo de entrenador. La federación de ese país acertó en la contratación de Miguel “Piojo” Herrera. La goleada ante Nueva Zelanda le dio el pasaporte. En la zona consiguió dos victorias (a Camerún y Croacia) y un empate (con Brasil). El elenco verde tuvo un rendimiento inesperado y por cinco minutos no eliminó a la poderosa Holanda. Una distracción en la toma de Wesley Sneijder le sacó la ilusión.
Chile también le planteó una férrea resistencia al local. Jorge Sampaoli continuó con el proyecto bielsista. El estilo no se negoció en ningún momento. El segundo tiempo del combinado trasandino complicó al pentacampeón. Gary Medel se calzó el traje de guerrero pese a sus problemas físicos. En el último instante del tiempo extra Mauricio Pinilla estuvo cerca de convertirse en el héroe. El delantero estrelló un disparo en el travesaño. La verdeamarela accedió a cuartos en los penales (3-2). La Roja emprendió la vuelta con la moral alta.
¿Qué decir de Nigeria y Argelia? Francia y Alemania transpiraron más de la cuenta. Los galos apenas resolvieron el cotejo a falta de diez. Las águilas no supieron concretar las opciones a favor. En cambio, el conjunto de Didier Deschamps aprovechó los errores de Vincent Enyama. Los pequeños detalles son fundamentales en esta clase de encuentros. Mientras que los germanos necesitaron del alargue porque no podían doblegar a su contrincante. Andre Schürrle, la llave de la serie, y Mesut Özil coronaron la clasificación. “Ha sido un partido para quedarse sin aliento”, aseguró Joachim Löw.
Del mismo modo, Suiza enredó a la Argentina. Le cerró los espacios y no permitió que se luzcan las figuras de Alejandro Sabella. Los europeos disputaron una etapa inicial interesante. Los doce pasos eran inminentes. El grito salvador de Ángel Di María retumbó en la hinchada. El cabezazo en el palo de Blerim Džemaili paralizó a los corazones albicelestes. No obstante, la definición no se estiró.
Los equipos, salvo excepciones, ofrecieron espectáculos de lujo. Brasil 2014 registra la estupenda marca de 154 goles (171 en Francia 98). No es sencillo ganar en la actualidad. La magnitud de la camiseta pesa menos. La Azzurra quedó eliminada por segunda vez consecutiva (la anterior en Sudáfrica 2010). España, sin respuestas, no logró sobreponerse y terminó relegado. Inglaterra tuvo una participación lamentable (una igualdad y dos derrotas).Las potencias se apoyan en las individualidades. ¿Habrá espacio para otro batacazo?.