Por Fernando Gómez y Gerardo Szalkowicz, desde Caracas. El recientemente conformado partido Redes busca articular organizaciones de base y captar el voto del chavismo desencantado con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las elecciones del 7 de octubre.
En marzo de 2008, Hugo Chávez impulsó la conformación del PSUV, al que denominó en su momento “el más grande y poderoso partido político de la historia, no sólo de Venezuela sino de América Latina”. La premisa era generar un instrumento político de nuevo tipo que aglutinara el variopinto entramado de las fuerzas bolivarianas.
El balance arroja que, cuatro años más tarde, buena parte de ese heterogéneo mundo chavista no se ve representado ni contenido en el partido, al que no pocos le critican haberse transformado en mera “maquinaria electoral”, alejado de las luchas y realidades concretas del pueblo y reincidiendo en lógicas y prácticas de construcción verticalistas y burocráticas, típicas de los viejos aparatos.
Con la intención de apuntar a ese voto disconforme, se refundó hace menos de tres meses el Movimiento de las Organizaciones y Colectivos Revolucionarios Redes, herramienta electoral motorizada por diversos movimientos sociales y militantes que hacen trabajo de base en expresiones sindicales, culturales, estudiantiles, rurales, en medios comunitarios, etc.
Redes será entonces uno de los 12 partidos que postularán a Chávez el 7 de octubre, mientras que 22 organizaciones de derecha apoyarán a Henrique Capriles Radonski. Además se postularán otros cinco candidatos, cuya participación será meramente testimonial.
Para Euclides Mendoza, integrante de Redes, “la idea es generar una herramienta política que logre postular la visión estratégica de los sectores populares organizados, con trabajo orgánico reconocido al interior de las comunidades”. Y explica que “Redes es un complejo partidario, un partido de segundo grado, es decir que sus militantes tienen su militancia real y concreta en su movimiento popular y en tanto en esa militancia hacen vida en Redes pero sin perder su autonomía”.
Con presencia en los 24 estados, en los más de 300 municipios del país y casi en las más de mil parroquias (barrios) que conforman Venezuela, Redes aspira a transformarse en estas elecciones en “el segundo partido de la revolución”.
Para Mendoza “el PSUV es el partido más grande, pero no es el todo, ya que hay otras formas de hacer política. Ciertamente hay inconformidad, el propio presidente lo ha admitido, y Redes viene a restaurar esa otra mirada de hacer política, con una racionalidad más de pueblo que de institución, ya que esa racionalidad de pueblo tiene su temperamento, su ritmo y su tiempo propio, paro también su rumbo”.
En rigor, el mismo Chávez admitió en cierto punto esta debacle del PSUV, razón fundamental por la que convocó, en octubre pasado, a la conformación del Gran Polo Patriótico (Ver Gran Polo Patriótico, entre la táctica electoral y la oportunidad histórica)
El dirigente de Redes analiza que “cuando el presidente Chávez inauguró el Gran Polo Patriótico abrió el abanico a que otras formas de organizarse se expresaran, y así poder articular las diversas formas de hacer política en la revolución. Eso justifica la aparición de Redes como una expresión electoral para repensar la búsqueda del rumbo colectivo de la revolución”.
“La propuesta incluye -según Mendoza- lograr que la pluralidad de corrientes y organizaciones que la conforman, a partir de su construcción de trabajos locales, regionales y nacionales, aporten a que esta nueva hegemonía popular se abra paso en la consolidación de las comunas, como forma estructurada de lo que serán las nuevas legitimidades, las nuevas instituciones y el nuevo Estado”.
“Pretendemos, como todo partido, acceder a instancias de poder”
Uno de los desafíos más importantes con los que se enfrentará la revolución bolivariana luego de octubre, son las elecciones regionales que se llevarán a cabo en diciembre, donde se elegirán Gobernadores y Legisladores a los Parlamentos de las Entidades Federales. Para Redes la prioridad está puesta en las presidenciales “nosotros estamos trabajando en una sola campaña, hemos dado un signo concreto de que somos otra cosa, tenemos otra madera”, pero no descartan que luego de esas elecciones, “una vez que nos cuantifiquemos, los colectivos tenemos aspiraciones concretas, y vemos por qué no, de acuerdo al escenario electoral, a ese contarnos y el resultado que nos dé, aspirar a concejales y alcaldías, que por cierto son las instancias más cercanas a la base, por lo tanto ahí somos coherentes, somos consistentes en la idea”.