Diálogos urgentes para reflexionar sobre la situación de Bolivia. En esta entrega, entrevista a Ariel Basteiro, ex embajador de Argentina en Bolivia.
Por Juan Pablo Sorrentino / Foto Daniel Quiroga
En ocasión de la tan apremiante situación que envuelve a Bolivia, sumida en un abierto golpe de Estado, con su pueblo en pie de lucha, desde Marcha creemos necesario dar forma a un análisis que sepa menos de superficialidades y sentido común, lejos de las pandémicas fake news, y abunde en sentido crítico, conciencia y hermandad latinoamericana.
En esta línea, realizamos una breve entrevista al ex Embajador Argentino en Bolivia (2012-2015), actual Secretario de Relaciones Internacionales de FETIA-CTA, Ariel Basteiro, para contribuir a entender el andamiaje del golpe de Estado en ciernes y las posibilidades de recuperación de soberanía del pueblo boliviano.
En términos legales, que quizás sea uno de los puntos donde más se desinforma desde los grandes medios hegemónicos nacionales e internacionales…¿Dentro de qué márgenes de constitucionalidad/ inconstitucionalidades sostiene la proclamación de Jeanine Añez, si es sostenible desde lo legal y desde el entramado político golpista?
El golpe de estado en el Estado Plurinacional de Bolivia exigía, para cumplir punto por punto los pasos necesarios para su perfeccionamiento, de un encause que aparentara “institucionalidad”, para conseguir con eso el apoyo internacional que consolide el proceso, en ese sentido Jeanine Añez, con una banda presidencial colocada por un miembro de las Fuerzas Armadas y un discurso dictado a la oreja, fue una actora central.
Esta ficción de institucionalidades absolutamente inconstitucional, la Asamblea Legislativa Plurinacional que tiene la función de admitir o negar la renuncia de la Presidenta o del Presidente del Estado, y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado (artículo 161 CPE), no sesionó. En definitiva, no hay institucionalidad que permita canalizar constitucionalmente un golpe de Estado, mucho menos cuando se ataca a los propios asambleístas cuya integridad se debiera proteger.
Y en esta línea, concretamente Añez ¿es elegida por su cargo en el Parlamento simplemente o tiene algún tipo de influencia en el armado del Golpe?
Llegó a ser vicepresidenta del Senado por la bancada de Unidad Demócrata, un partido de derecha que responde a la Unión Democrática Internacional, la cual está conformada por el Partido Republicano de EE.UU., los partidos conservadores del Reino Unido, el LIKUD de Israel y el PRO de Mauricio Macri de Argentina, entre otros.
Janine Añez es por racista, por haber insultado a los aymaras y haberlos acusado de satánicos, es exactamente la clase de dirigentes con discursos exacerbados y violentos que han contado con la difusión que permite la exposición mediática en la televisión (fue conductora de un canal de TV boliviana) Y del otro lado, siguiendo esta búsqueda, ¿qué opciones tiene el MAS desde lo constitucional/institucional para pelear una forma legal de revertir el Golpe? Es decir, al margen de la resistencia popular.
-¿Qué tan viables son estrategias como la sesión del día de hoy en El Alto? Entiendo que sonn para no demostrar inacción, pero para tratar de entender que horizonte de expectativa o efectividad pueda tener.
Analizando la Constitución, diría que no tiene mucha chance institucional este tipo de Asambleas, pero sí hay un artículo específico que dice que la Asamblea puede sesionar en otro lugar.
Analizando un poco el armado del golpe y viendo alguna debilidad en el MAS, algún comentario que puedas hacer sobre el recurso a la OEA para la revisión del resultado electoral, aventurar si responde a una falta de opciones a nivel regional -siendo que UNASUR y CELAC fueron vaciadas- o a una confianza de Evo en un resultado favorable sin cuestionamiento aún de una OEA como instrumento de presión del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Sin duda, que conjeturar en abstracto de las razones de porque Evo recurre a la Auditoría vinculante con la OEA sería realizar un ejercicio sin sentido, será Evo el que dará a conocer sus razones en el momento oportuno; a lo que no le podemos escapar es a analizar el rol de la OEA en el último lustro en América Latina, y es ahí donde se puede decir con toda certeza que la OEA es responsable por lo que está pasando en Bolivia.
Aquel que piensa a la OEA como un Organismo aséptico es ingenuo en el mejor de los casos e ignorante en el peor. La OEA está totalmente amañada por los Estados Unidos de Norteamérica, y los intereses que defiende son los intereses del Imperio; la OEA filtró el informe a la prensa y a la oposición antes que la canalización Institucional que correspondía, y lo que hay que decir sin dudas es que la OEA propiamente dicha no es ni ingenua ni ignorante; no hace falta más que poner el foco sobre cómo actuó el Organismo en el intento de golpe a Zelaya, en el golpe a Paraguay o en la descarnada represión en Chile.
Para cerrar, ¿cómo crees que impacta este Golpe de Estado en un contexto regional que no termina de desempatarse? Con recuperaciones populares como el caso de México con López Obrador o la derrota de Macri en nuestro país frente a Alberto Fernández; pero a la vez, con un robustecimiento de la derecha, con Bolsonaro como pívot, que golpea parejo las voluntades populares atropellando la soberanía y la democracia al interior de las fronteras de los distintos Estados.
Un Golpe de Estado siempre impacta de manera negativa porque es la imposición por la fuerza de un sector social minoritario por sobre la elección de las grandes mayorías; pero cuando un golpe de Estado tiene las características xenófobas de este Golpe entonces es doblemente grave porque réplica pensamientos que creíamos olvidados, pensamientos fascistas que se revitalizaron con Trump, encontraron asidero con Bolsonaro y volvió a meter la cola en Bolivia.
Churchill nos enseñaba que ninguna victoria es total y ninguna derrota definitiva; Álvaro García Linera, a su vez sostiene que los procesos de transformación en nuestramérica se dan en oleadas y no en ciclos. En definitiva, lo que nos quieren decir los dos es que la historia no se mide en términos absolutos, sino que lo que hoy es de una forma, mañana puede ser perfectamente de otra. Anibal Troilo los sintetizó a ambos mucho tiempo antes: cómo van a decir que nos fuimos si siempre estamos volviendo.