Por Natalia Revale y José Luis Meirás. Arde! Arte es uno de los grupos que nace y participa activamente de en los agitados días de diciembre de 2001. Aquí publicamos una crónica de algunas de sus acciones que también es un relato de época.
Argentina Arde: “Que se vengan todos”
Durante la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre, la sorpresa ante lo que se vivía en las calles impulsó a fotógrafos y videastas espontáneos a salir a registrar lo que sucedía. La convocatoria de Argentina Arde, en enero de 2002 se trató de una excepcional reunión de periodistas, fotógrafos y videastas, artistas, activistas de los nuevos medios electrónicos, grupos orgánicos de partidos y grupos independientes, para conformar una organización democrática y de base, que cuestionara la concentración y control de los medios.
La convocatoria en la Universidad de Madres fue impulsada por Indymedia, Contraimagen, Ojo obrero, Cine Insurgente y Boedo films, las comisiones de prensa de MTDs y otros agrupamientos.
El nombre propuesto se trataba de un homenaje a la experiencia Tucumán Arde de fines de los años sesenta. En Argentina Arde se encuentran creadores de trayectoria con colectivos de arte mucho más jóvenes que realizan sus stencils en las calles. Documentalistas con varias realizaciones a cuestas con estudiantes de cine que tomaron su videocámara para registrar lo que sucedía.
Así se producen cientos de muestras fotográficas, proyecciones, videoinformes y varios números de un periódico.
Arde! Arte de Acción Colectiva nace como “grupo de arte de Argentina Arde”. Luego de la fragmentación de la asamblea de Argentina Arde y la diáspora de la gran mayoría de los grupos intervinientes, se adopta el nombre de Arde!
Durante más de tres años Arde! mantiene las reuniones semanales para discutir sobre arte y política, planear acciones, cenar fideos. Los miembros del grupo fueron 7 u 8 en promedio, aunque en algunas acciones los participantes podían llegar a ser 20 o 30.
Una de las marcas de nacimiento de Arde! es la utilización de las premisas que guiaron las prácticas de arte y política a partir del siluetazo: la resistencia a obras de lectura lineal o directa, el despliegue en el espacio público, la unión de los objetos visuales gestados con una puesta performática corporal, la apertura a la intervención de los manifestantes y el público, hasta incluso la imposibilidad de realizarlas sin el contexto de una movilización.
Vete y vete, 23-24 de marzo de 2002
En el doble escrache del 23 de marzo en las casas del ex ministro de la dictadura Roberto Alemann y del cardenal Aramburu, cómplice activo del genocidio, y al día siguiente en la movilización central del 24, unos espejos de 50 x 70 cm. que enarbolaban manifestantes se trasladaban de valla en valla y frente a los policías alzaban los espejos en un ángulo que les devolviera su imagen.
En la parte inferior del espejo una frase impresa: VETE Y VETE. Un pedido que parecía decir mirate y andate.
Las planchas de cartón compacto cubierto con una lámina espejada devolvían al cuerpo de la represión su propia imagen, deformada por la curvatura del soporte y la rugosidad del material reflejante, un cordón policial fragmentado, el aparato represivo desmantelado.
La Bala Bandera, 9 de julio de 2002
Instalado Duhalde en el gobierno, casi desmovilizadas las capas medias que habían protagonizado el alzamiento de diciembre, las organizaciones de desocupados programaron cortes y movilizaciones para el 26 de junio de 2002. Ese día, un operativo montado desde el gobierno nacional para la provocación y el asesinato logra su fin con la eliminación de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
A los pocos días decenas de miles de personas marchan en repudio al asesinato y por el juicio y castigo a los responsables, una columna de más de un kilómetro camina desde Puente Pueyrredón hasta Plaza de Mayo bajo una persistente lluvia.
El 9 de julio, día de la independencia, una fecha que había caído en desuso en el calendario de las organizaciones populares, vuelve a adquirir vigencia. En Plaza de Mayo se prepara una masiva marcha, un grupo de manifestantes procedía a “lavar” banderas argentinas en las fuentes, donde flotaba esmalte sintético rojo, sumergían las banderas en la fuente las colgaban de sogas tendidas entre los árboles de la plaza.
Al contrario de lo que podía temerse, la gente -más que considerar el hecho como una afrenta al símbolo patrio- se identificó fuertemente con las banderas “ensangrentadas” y al finalizar la marcha pocas banderas habían quedado colgadas ya que la mayor parte fue tomadas por llos manifestantes.
Libertad a los presos x luchar, 24 de marzo de 2005
Luego del acto oficial en la ESMA devenida en Museo de la Memoria en 2004, la importante evolución de las causas por violaciones a los derechos humanos y la inminencia de la anulación de las leyes de impunidad, la lucha contra los crímenes de la dictadura se estaba encausando judicialmente y la posibilidad de lograr el juicio y castigo a una parte significativa de los responsables directos era cierta.
Sin embargo, había que hablar era de las violaciones a los derechos humanos en la democracia, de la persecución represiva y judicial a los luchadores sociales.
En uno de los tradicionales carteles portaafiches verdes, en la Avenida de Mayo, se monta un afiche con una imagen de rejas rotas en cuyo centro se realiza una perforación que permite pasar el cuerpo, un truco similar al utilizado en las falsas fotos de época o de hombres musculosos/ mujeres exuberantes en algunos lugares de veraneo o parques de diversiones.
En la parte superior del afiche la frase “LIBERTAD A LOS PRESOS X LUCHAR”.
Emplazada en el acceso principal a la Plaza de Mayo, durante toda la jornada son cientos los manifestantes que toman el lugar del que rompe las rejas y posan para la foto.
No están solos, junio de 2005
En el marco del Acampe en Tribunales de Lomas por el juicio de la masacre de Avellaneda se realiza una instalación similar a la anterior. Aquí la imagen de las rejas es reemplazada por los rostros de Maxi Kosteki y Darío Santillán y la frase NO ESTAN SOLOS.
La Bola, 26 de junio de 2005
A tres años de la salvaje represión del Puente Pueyrredón y la Estación Avellaneda se realiza una nueva marcha conmemorativa. Allí Arde! una bola realizada en alambre tejido de más de un metro de diámetro, recubierta de casquitos de balas y cartuchos de escopeta vacíos, obtenidos por el grupo en un polígono de tiro. En el trayecto de la marcha la pelota metálica es llevada rodando por decenas de jóvenes y niños y finalmente colocada frente a un sorprendido cordón policial.
Este miércoles 21 en coincidencia con el 10º aniversario del “Argentinazo”, integrantes de Arde! Darán una charla en el marco de la muestra que presentan hasta el 15 de febrero en el Centro Cultural de la Cooperación.