Por Emiliano S. & Ignacio P. Tren Loco representa 21 años de lucha incansable por el heavy metal nacional. Con disco y libro en mano, entrevistamos a los vagones del Tren.
Artigas, Castelli, Bolívar, Belgrano, Dorrego, Bouchard, Padre Mujica, Jauretche, el Chacho, Discépolo, Scalabrini Ortiz, Don Eloy Alfaro y Marechal “son malditos por pensar distinto a los héroes de la burguesía”, se escucha en “Antihéroes” de la placa Sangresur (2006). Esas banderas levanta Tren Loco, y como reza la biografía de su página web: “su esencia de compromiso y lucha defendiendo los estandartes de la clase trabajadora con una música a prueba de balas…”. Ya con su antecesor, Apocalipsis, Gustavo Zavala (bajista, compositor, autor e intérprete) fue parte del tren que parió junto a V8 (entre otros tantos que la historiografía del género olvida) el heavy metal en estas tierras.
Desde 1990, cuando el Tren comenzó a andar, hasta esta actualidad de Hoy es mejor que ayer (disco y DVD en vivo, 2011) sus letras atraviesan las más crudas realidades de Latinoamérica, llevando el grito de la clase trabajadora en el machacar insistente de sus guitarras. Conversamos con Gustavo Zavala (bajo), Facundo Coral (guitarra) y Carlos Cabral (voz), quienes forman actualmente la banda junto a Zombie (guitarra) y Dany Wolter (batería).
-Hay una relación muy fuerte entre el heavy metal y la realidad de los pueblos latinoamericanos. ¿Cómo se explica?
G: -Justamente, en canal Encuentro, recientemente, nos entrevistaron para un documental de Malvinas, “Pensar Malvinas”. Cómo lo toma la sociedad, en el colegio, etc. Y en la música vieron que ni el folclore, ni el tango, ni el pop ni el reggae le dan bola, pero sí el heavy. Les gustó “1982” (Apocalipsis), pero tenemos 5 temas sobre Malvinas. El metal tiene que ver con lo nuestro, estamos muy hermanados. Cuando vamos a tocar a Venezuela o Ecuador, lo tienen muy presente ellos el tema Malvinas. Porque en esa guerra murió el hijo del pobre; la guerra es todos los días, que no te afanen o que no te mate la policía. No hay que tener miedo. Hay que tener la dignidad para afrontar esos problemas. Ese es nuestro mensaje: no hay que rendirse.
-Cuéntennos cómo fue aquel programa en Aló Presidente de 2003, el programa televisivo del presidente venezolano Hugo Chávez.
C: -Recuerdo que teníamos que ir a ATC. Iba a hacer el programa en vivo, Chávez. Los únicos que estábamos éramos nosotros, las otras bandas faltaron. La secretaria de él nos pidió cantar un tema; Gustavo tenía la guitarra en el coche. Le dijimos que no había problema. Y le contamos de “Nos vemos en Cutral-Co”, un tema que habla de los piquetes, del pueblo, del corte de ruta, el petróleo. Terminamos de tocar y nos invitó para repetirlo allá. Increíble. Tocamos en un teatro lleno, el tipo cumplió.
G: -Un presidente que cumple las promesas.
-Facundo, estuviste viviendo mucho tiempo en Venezuela y tocaste junto a un referente del heavy metal venezolano, Paul Gillman. ¿Cómo fue esa experiencia allá? ¿Te estás perdiendo lo mejor?
F: (Risas) -Es un país muy lindo por su gente, buena, cálida, alegre y si la ideología que gobierna un país da lo mejor para su pueblo, adelante. Yo tocaba con Gillman y vinimos a hacer un show en Cemento. Ahí nos conocimos con Tren Loco. Ya en Venezuela, tocamos en el Teresa Carreño, un teatro como el Colón. Era la primera vez que hacían rock, metal, porque siempre había música clásica o algún ídolo pop que se metía. Lo cierto es que el Estado venezolano fomenta la cultura popular, y ahí aparece el Rock. El Gillman Fest, por ejemplo, se hace en distintas regiones de Venezuela, como si hiciéramos hoy uno en Córdoba, otro en Rosario o la Patagonia.
-Estuvieron en el último Metal para Todos 5 en el Malvinas Argentinas. ¿Qué pueden contarnos al respecto?
G: -Sí, es la fiesta del metal argentino, 50 bandas. Y entre las 3 principales (junto a Almafuerte y Horcas) estuvimos nosotros. El sonido muy bueno. Estamos muy contentos porque es la quinta vez que participamos.
F: -Hubo tres escenarios de metal, de bandas chiquitas hasta bandas como Almafuerte. Quedó claro que no hace falta que venga una banda internacional para que se llene.
C: -Fue lejos el mejor, sobre todo la organización. Podés tener un escenario que se suena todo y otro medio pelo. Y esta vez no fue así.
G: -Es democrático el Metal para Todos. No nos interesa la masividad, no iríamos a “Bailando por un sueño”; nos interesa llegar a la gente que siente y piensa como nosotros. Que disfruta cada canción, cada letra.
-Analizando sus letras y el vínculo con el público metalero, siempre Tren Loco defiende a la clase trabajadora. ¿Qué los une con los trabajadores que escuchan Metal?
G: -Siguiendo la historia de Iron Maiden, de Ozzy, de Black Sabbath, o los Beatles mismos, veo que ellos también son hijos de la clase trabajadora. O sea, hay un fenómeno inconsciente que nos une. Eso de clase baja, media, alta es una mentira del capitalismo: “esforzate y vas a ser rico y famoso y feliz”. Hay una clase dominante, opresora, y una clase trabajadora que es la que mueve el mundo. El brote de la injusticia, esa bronca, te dan ganas de gritar. El heavy es un grito, está en nuestras letras: “Pampa del Infierno” habla del 20 de diciembre, “Rostro Oscuro” habla de Darío y Maxi, “Lucila” es una chica que fue asesinada y violada y no se sabe quién fue el asesino. No pasó en el Amazonas, pasó en Villa Urquiza. Pero no somos un noticiero. Poné Crónica o TN y cada uno te miente a su manera. Tratamos de contar a partir de un hecho verídico una historia y que la gente se identifique.
C: -En mi caso, en el 2001, con los planes trabajar, me anoté de electricista. Laburaba arreglando la luz de mercurio. Y encontré abogados, médicos a la par mía: “Loco no puedo creer que estoy laburando con vos”. Los tipos eran re metaleros, estábamos muchos desocupados. Es gente que nos sigue yendo a ver, son todos laburantes. Somos el parlante de muchas voces que quieren decir algo y no pueden.
Desde la web trenloco.net se puede acceder además a la biografía realizada por Gito Minore 20 años. Pogo en el andén (ya en su segunda edición)