Llueve en Guernica. A la toma llegan funcionarios sin soluciones y son echados del predio. En las afueras, dos militantes son baleados por la policía. Hay un desalojo previsto para el 15 de octubre próximo. Y mientras tanto, del otro lado del Atlántico, Ansu Fati, la joven estrella del Barcelona, marca dos goles en pocos minutos y no deja medio deportivo sin hablar del nuevo Messi. ¿Cómo se cruzan estas dos historias?
Texto e ilustración por Iván Martín Barrera
Desde que Messi dejó de ser el nuevo Maradona para ser Messi, el mundo futbolero se desvive por encontrar al nuevo Messi. Si bien muchos pasaron sin pena ni gloria –o con más pena que gloria– por ese galardón, Anssumane Fati Vieira es el nuevo poseedor del título a la espera de romper con la maldición y de que en un futuro próximo, los zurdos habilidosos sean catalogados como el nuevo Ansu Fati
El muchacho en cuestión nació hace 17 años en Guinea-Bisáu, un pequeño país apenas más grande que la provincia de Misiones, donde dos de cada tres personas viven en extrema pobreza. Un país que antes de ser república fue una colonia portuguesa, y como toda colonia sufrió la esclavitud y la masacre de su población originaria por parte del Reino de Portugal. Anssumane tiene sangre futbolera. Su padre, Bori Fati, fue un destacado lateral izquierdo del Sporting de Bafatá de su ciudad, del Benfica de Bissau y un defensor de la camiseta de su selección.
Si bien Bori es ídolo en Bafatá, a tal punto que afirman que Ansu siempre será “el hijo de Bori” para el pueblo futbolero, migró a Portugal en 1998 tras el nacimiento de su primer hijo para buscar un sustento económico para su familia. Allí emprendió diversos oficios aparte de seguir pateando las canchas de ligas amateurs. Entre idas y venidas escuchó hablar de Marinaleda, un pequeño municipio andaluz. Escuchó de un alcalde singular con un programa de tintes comunistas que ofrecía vivienda y trabajo a cualquiera que quisiera pisar su suelo. Y hacia Marinaleda encaró Bori, con la ilusión como bandera, con el sueño de ubicar a su familia en un lugar que les permitiera tener una vida plena. Allí también empiezan a cruzarse nuestras historias.
Guernica- Buenos Aires – Argentina – año 2020
Guernica es la ciudad cabecera del partido de Presidente Perón, Provincia de Buenos Aires, distante a una hora en colectivo desde la Capital. Sus tierras fueron originalmente ocupadas por pueblos querandíes hasta que la colonización española y la propia argentina hicieron estragos con su población.
En la Argentina de 2020, 4 de cada 10 personas viven en la pobreza, número que se vuelve aún más abrumador si se observan las infancias. Entre estudios públicos y privados, se estima que se necesitan entre 3,5 y 4 millones de viviendas más para terminar con la crisis habitacional en el país. En total, una de cada tres personas tiene problemas de vivienda. Solo en la Capital del país duermen cada noche 7 mil personas en la calle, mientras que aproximadamente 150 mil viviendas permanecen desocupadas esperando que la renta inmobiliaria llene las arcas de unos pocos una vez más.
En julio de 2020, miles de familias ocuparon terrenos baldíos en Guernica y comenzaron la urbanización de un barrio improvisado. La inmobiliaria El Bellaco S.A es quien comenzó el proceso judicial como supuesta “dueña” de las tierras ocupadas, pero sin presentar títulos de propiedad, escritura de dominio o papel registral, según detalla el abogado de parte de las familias. En esos terrenos estaba planificada la construcción de un barrio cerrado (o country) y un club privado. El proceso judicial terminó con una orden de desalojo con uso de la fuerza represiva, cuya fecha hoy está fijada el 15 de octubre, a pesar de que en el terreno se encuentran viviendo más de 3000 infancias.
Marinaleda – Sevilla – España – año 2009
Dicen que aquí el alcalde es muy singular
Descalzo, con el pelo calvo y sin afeitar
Integridad, humildad, lealtad, honestidad
Un grano en el culo al capital
Agua, tierra y semilla van a alcanzar
Una preciosa armonía en colectividad
(“Marinaleda” – Ska-p)
Marinaleda es un municipio de la provincia de Sevilla, al sur de España. Desde 1979 su alcaldía la ocupa Juan Manuel Sánchez Gordillo, perteneciente a la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT). Sánchez Gordillo lleva adelante un programa de trabajo y vivienda que sostiene el pleno empleo en todo el municipio producto de la rotación centralizada del trabajo, así como también un proyecto mediante el cual cada familia cuenta con una casa con todas sus comodidades, construida por los mismos obreros de la comunidad. En una entrevista con CQC, Sánchez Gordillo explicaba que, para conseguir el pleno empleo, “hemos conseguido que la tierra sea de quien la trabaja. Con el medio de producción tierra y con el medio de producción industria, la riqueza que genera el obrero con su trabajo vuelve al obrero en forma de nuevos puestos de trabajo. No se reparten beneficios y todo el mundo cobra lo mismo”.
El alcalde contaba con orgullo que en el municipio no hay policías ni curas: “No hay Policía porque no es necesaria. Si todos los vecinos ayudamos a plantar árboles, no va a venir luego ninguno a arrancarlo”. Marinaleda es netamente agrícola, con solamente algunas industrias alimenticias. Cuando fue consultado por Gonzalito, de CQC, sobre cómo habían conseguido las tierras para trabajarlas de forma cooperativa la respuesta fue: “Ocupándolas. La riqueza de los terratenientes en Andalucía es un robo, la tierra no es de nadie. Todavía podemos ocupar algunas fincas más, por ejemplo las de la Duqueza de Alba, que tiene 35 mil hectáreas, que también se le puede sacar algunas tierras que tiene para que trabajen de forma cooperativa. Ahora estamos ocupando una tierra en la provincia de Córdoba, donde el 2% de los propietarios tiene el 50% de la tierra cultivada”.
Fue este singular alcalde el que le dio a Bori la bienvenida al pueblo, con la promesa de tener techo y trabajo para él y su familia. “Al joven que quiere una tierra, nosotros le damos el suelo gratuito, los albañiles gratuitos, le ponemos el arquitecto que es municipal y ellos ponen su trabajo desde que empieza la casa hasta que termina”, prometía Sánchez Gordillo. Bori Fati llegó solo a Marinaleda y pronto se pudo asentar. Desde la alcaldía lo ayudaron con sus papeles migratorios, los cuales eran completamente irregulares, y en pocos años lo ayudaron económicamente para que comprara los pasajes de avión para traer a toda su familia. En ese avión viajaba el pequeño Ansu, con solo seis años y una pelota hecha de medias en la mochila. El sueño de Bori estaba completo: tenía tierra, techo, trabajo y a su familia unida. El de Ansu, que pasó de patear las calles de Bissau a las de Marinaleda, recién empezaba.
Ansu empezó a patear en la vereda hasta que empezó a jugar para el CDF Herrera, de la localidad vecina a Marinaleda. En 2010, con solo 8 años, ya fue tentado por el Sevilla y fue ahí donde empezó a tentar a todo el mundo. Si algo tienen bien afinado los clubes españoles es a los “observadores”, que van de ciudad en ciudad buscando al próximo talento, al próximo Messi sin descubrir. Y el boca en boca de que en Sevilla había dos hermanos bissau guineanos que a la redonda la dejaban chiquita empezó a correr. A la puerta de la familia Fati la tocaron muchos, pero fueron los ojeadores del Barcelona los que terminaron de persuadir a la familia de Ansu para que se mudaran a Catalunya, ofreciéndoles un nuevo techo y un contrato oneroso. Y allí fue Ansu, con solo 10 años, a formar parte de las inferiores del culé.
Barcelona – Catalunya – España – año 2020
Ansu es récord. Ansu llegó a las inferiores del Barcelona para demostrar que estaba para la primera, para La Liga, la Champions y para decirle a Messi que se quedara tranqui, que alguien iba a cuidar a su Barsa querido si él decide irse. Con solo 16 años se convirtió en el jugador más joven en marcar un gol con el Barcelona. Fue en el empate 2 a 2 frente al Osasuna a solo 5 minutos de entrar. También se convirtió en el jugador del Barsa más joven en debutar en UEFA.
La nacionalidad española le permitió disputar partidos para esa Selección, país en el que vivió la mayor parte de su vida. Jugó algunos partidos para la sub 21, pero le quedó chica pronto, así que en agosto de este año fue convocado para jugar con la Selección mayor. El 6 de septiembre marcó su primer gol con la roja, y logró así un nuevo récord, el de ser el más joven goleador de la selección española. Todo esto llevó a que el Barcelona hiciera un mega blindaje: al contrato inicial, con cláusula de rescisión de 100 millones de euros por tres años firmado en julio de 2019, se lo cuadriplicó el mes pasado.
Hoy Ansu es récord. Es tapa en todos los medios, se reproducen en loop los goles, el abrazo con Messi, su humildad, su cariño, su agradecimiento. Hoy Ansu es el nuevo Messi a la espera de que mañana algún otro gurí que juega con pelota de trapo en las tierras de Guinea-Bisáu, o en cualquier otra parte del mundo, sea catalogado como el nuevo Ansu.
“Había una necesidad básica que era la de tener techo. Acá veníamos de 3 o 4 generaciones viviendo en la misma casa. Nosotros no queremos la propiedad, queremos el uso de por vida de las tierras. La tierra no se compra ni se vende, y la vivienda no puede ser una mercancía; es un derecho”. Estas son palabras de Sánchez Gordillo, el primero que ofreció techo y trabajo a la familia Fati. Tierra y techo en terrenos ocupados, ocupados para producir y para vivir.
En Guernica la orden de desalojo sigue vigente mientras el gobierno ofrece respuestas muy poco satisfactorias. El sol seca el barro que afloró a montones tras las lluvias y permite que los pibes y las pibas vuelvan a pelotear bajo el sol, con canchas improvisadas. 3000 infancias con 3000 sueños aguardan una solución que no sea que la policía desaloje el predio a la fuerza, mientras se calientan las ollas y las bochas vuelan con sueños de campeón.