Por Gabriel Casas
Siguen los cruces con el DT Ángel Cappa a través del océano. Esta vez, el partido de mañana entre la Selección Argentina y la uruguaya son el punto de partida para hablar de la clasificación, de la nueva etapa que se inicia con Sampaoli como director técnico y la mirada sobre el “exitismo” del hincha argentino.
Hola Ángel, ¿cómo andás?
El asunto es que en el medio del regreso del fútbol en los torneos argentinos y continentales para clubes, queda poco tiempo para algo clave: saber la suerte que correrá la Selección Argentina en este camino de espinas que se transformó la eliminatoria sudamericana. Acá todavía pareciera algo bastante lejana la fecha (el 31 de agosto Argentina visita a Uruguay en ese maravilloso y mítico estadio Centenario en el que estuvimos hace poco cuando presentaste tu último libro, escrito junto a tu hija María) y es porque si algo consiguió la Selección en su última etapa con Bauza como entrenador fue la apatía del público ante sus presentaciones.
El único interés verdadero en general era ver jugar a Messi. Y como, lamentablemente, Messi jugó bastante poco (por lesiones o suspensión) en estas eliminatorias, la Selección quedó bastante alejada de la pasión de la gente. Sabemos que el (y la) argentino futbolero es exitista. Y esta camada de futbolistas carga la cruz de tres finales perdidas en forma consecutiva. Acá se trata de “gordo, burro” a un delantero como Higuaín, que hizo tremendas cantidades de goles en todos los clubes donde jugó como River, Real Madrid, Nápoli y ahora Juventus. No le perdonan que haya fallado sus oportunidades (que fueron claras) en esas finales. También se lo trata de “lento, tipo tortuga” al Kun Agüero. O a Lavezzi (un muy buen delantero para mi gusto) se creen que se lo convocaban sólo porque hacía reír y levantar la moral del grupo. Como si fuera una especie de bufón. Y no un jugador que la rompió en San Lorenzo, en el Nápoli y que llegó a ser comprado por el PSG de Francia. Incluso, en el extremo de la ridiculez, hay algunos que apodan “Fressi” a Messi. Lo acusan de “pecho frío”. Y son muchos y muchas más de lo que te podrías imaginar.
Esta camada carga con esa mochila que le pesa toneladas (incluso pareciera que hasta a Messi le sucede a veces): la de quedarse en la puerta de la gloria en un país en que sólo se valora el éxito. O que se quedaron en la puerta del cielo. Fue como que golpearon y Dios no los atendió. Para mi gusto, Chile no jugó mejor que Argentina en esas dos finales que ganó por penales en la Copa América. Y si hilamos fino, Alemania tampoco fue muy superior cuando le ganó en el alargue de esa final del Mundial en Brasil. Las chances más claras de gol fueron de Argentina. Aunque los alemanes llevaron el peso de la iniciativa en general del juego. A veces, el azar te decide un título. Y si hay algo que no tuvo Argentina en esas tres finales fue un guiño de la suerte. A mí, el sabor amargo que me quedó, es que en ninguna de las tres salió decidida a imponer condiciones. Y muchas veces, a esa suerte, hay que buscarla para que llegue.
Sin embargo, a mí la presencia de un entrenador como Jorge Sampaoli me revitaliza las ganas de ver a la Selección Argentina. Me gustaba como jugaba su Chile que se coronó por primera en América. Usaba a Valdivia, un diez como los de antes. Tenía una idea ofensiva. De juego asociado juntando a tipos de buenos pies del medio para arriba y proyectaba mucho a sus laterales. Si mantiene esta idea, da para entusiasmarse por la calidad y cantidad de jugadores que sigue teniendo la Argentina. Y justo Sampaoli llega en la hora de la renovación. Hay futbolistas que lamentablemente no pueden superar el trauma de esas tres finales. No rinden ahora ni por asomo como lo hacen en sus clubes europeos y ni siquiera con lo que rendían antes con la misma Selección. Creo que es la hora de ver como titulares al lado de Messi, a jugadores como Dybala, Icardi, Paredes (un enganche clásico) y Gaitán como extremo por izquierda. Que se acabe eso del doble cinco de marca como lo conforma la dupla Mascherano-Biglia. Es hora de apostar por un volante central de más juego como Banega (en ese puesto surgió en Boca) o Guido Rodríguez. Con cuatro defensores y un volante que los ayude en el retorceso cuando no se tiene la pelota, se puede mantener un orden o un equilibrio defensivo. Además, ¿cuántos equipos en el mundo le salen a atacar a la Argentina? ¿Es necesario tener un doble cinco de marca?
Me gustaría que me contaras tu punto de vista de lo que te genera la llegada de Sampaoli y esta renovación que empieza a vislumbrarse en la Selección. Además, vos sos el que sabe en serio de esto. Yo apenas soy un periodista deportivo y un futbolista frustrado.
Abrazo grande,
Gabriel
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Hola Gabriel.
Comienzo, para contestar tu mensaje, diciendo que no acepto eso de que yo sé de esto y vos sos un simple periodista, etc. De ser así, tendría que aceptar que solo los que mandan o los que supuestamente saben, o los que ganaron algo, tienen derecho a hablar. Yo creo, por el contrario que todos no solo tenemos derecho a hablar de lo que sea, sino el deber de hacerlo, porque entre otras cosas, poder opinar libremente forma parte de la democracia. Y a la democracia hay que cuidarla. Es cosas de todos, todos los días.
Y lamentablemente en nuestro país no siempre se tienen en cuenta que el otro puede opinar lo que quiera, y que cada uno tiene la obligación de escucharlo y respetarlo, aunque no esté de acuerdo con lo que dice o piensa.
Se puede y se debe discrepar y discutir sin entrar en descalificaciones personales porque de ese modo se está despreciando la democracia. Por eso, amigo Gabriel, no acepto que yo soy el que se de fútbol y vos no. Vos sabés tanto de fútbol como yo y como cualquier persona de cualquier barrio que le guste este juego y si es posible, lo haya jugado.
En cuanto a las descalificaciones a los jugadores que vos mencionás, lo que noto es que está de moda en Argentina , en algunos sectores periodísticos, apelar a la burla, la descalificación y hasta el insulto hacia las personas que no son del agrado del que habla o escribe.
Es decir, la moda de la irrespetuosidad y de la prepotencia. Y si me permitís, también de la cobardía, porque insultar a alguien por un micrófono o un diario o lo que fuere, no es otra cosa que un acto cobarde además de irrespetuoso.
Yo no sé si esos periodistas serían capaces de decir lo que dicen de Higuaín, o Messi, o Agüero, delante de ellos. No sé por qué, creo que no.
A los resultadistas (palabra de la que se han apoderado del significado y que no estoy de acuerdo) les parece una derrota llegar a dos finales sudamericanas y una mundial.
Para mí es un éxito si hablamos de resultados. En juego, desde mi punto de vista, no lo fue tanto, pero si en resultados indudablemente. No obstante también a mí me parece que merecen un lugar algunos de los jugadores que convocó Sampaoli, como Dybala, Icardi, Pizarro, etc. Son jugadores con características favorables a nuestra identidad futbolística, y que, me parece, también favorecerán el estilo de Messi.
A mí también Sampaoli me genera la esperanza de un fútbol mejor. Es cierto que debutará en un partido sumamente difícil y agobiado por la necesidad del resultado, pero sus antecedentes permiten esa esperanza.
Y espero también que sea el comienzo de un proceso que se prolongue en el tiempo, para no tener que estar empezando siempre, como está ocurriendo últimamente.
Eso es todo, amigo Gabriel.
Te mando un abrazo y hasta la próxima.
Ángel.
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Gracias, Ángel, por la respuesta como siempre.
Una aclaración: lo de que yo no sé de fútbol y vos sí, era más en tono de broma, que otra cosa. No quise decir que alguien tiene más derecho a hablar que otro. Pero hay algo de eso que me hace ruido. Yo estoy convencido de que los entrenadores, futbolistas y demás protagonistas en actividad (o ya retirados) saben más sobre lo que pasa en el fútbol que los que lo vemos o vivimos desde afuera. Por una simple razón: son los que están en el día a día. Ellos son los que juegan, entrenan y lo viven con la presión e histeria, que lamentablemente rodea al fútbol argentino. Yo escuché a periodistas deportivos decir que saben más de fútbol que cierto entrenador (no quiero hacer nombres). Y me parece una barbaridad. Como también me parecería una barbaridad que un futbolista o un entrenador diga: “yo sé hacer periodismo mejor que un periodista”, que trabaja hace muchos años adentro de una redacción, un canal o una radio y estudió para eso. Y el futbolista apenas visitó un medio para alguna entrevista. También lo he escuchado a la inversa. De eso se tratan las vivencias y el respeto por las trayectorias.
A mí me encanta una frase de Ringo Bonavena, porque es graciosa, pero que no comparto su contenido: “la experiencia es un peine que te dan, cuando te quedás pelado”. Creo que la experiencia es fundamental en cualquier ámbito de la vida. Y yo respeto a la gente con experiencia. Puedo no estar de acuerdo, no coincidir, o no gustarme su desempeño, pero respeto el trayecto y el esfuerzo que hicieron para estar en el lugar que ocupan en cualquiera que sea su profesión. A eso me refería.
Otro abrazo.
Gabriel.-