Una vez más el pueblo de Guatemala salió a las calles. Entre demandas históricas; la lucha contra el racismo estructural – en uno de los países de la región con mayor población indígena – ; una corrupción sistémica y el peso de las consecuencias de un año y medio de pandemia, la organización y la unidad plurinacional constituyen la bandera que se alza en lo alto de las movilizaciones, además del pedido de renuncia del presidente Alejandro Giammattei por su mala gestión de gobierno.
Por Maru Waldhüter y Laura Salomé Canteros
Conversamos con Andrea Ixchíu, comunicadora de la nación Maya K’iche desde Totonicapán, en el altiplano guatemalteco.
– ¿A qué respondió la necesidad de llamar a un Paro Nacional en Guatemala?
Este paro nacional corresponde a una movilización nacional por distintos agravios cometidos por el gobierno de Guatemala, las élites económicas que, con la gestión de Alejandro Giammattei al frente en la presidencia de Guatemala, han profundizado la violencia. Hay una acumulación de cansancio, de rabia, de malestar por el pésimo manejo de la pandemia porque a la fecha no hay un plan de vacunación nacional, porque se ha encarecido aún más el costo de la vida, han subido los combustibles, los pasajes, las rentas, el precio de la canasta básica. Durante la pandemia se militarizaron muchísimas comunidades, se cometieron múltiples atropellos y violaciones a la dignidad de las comunidades despojándolas de sus tierras, permitiendo únicamente el paso de camiones de las grandes empresas y negando el tránsito de las y los agricultores que sostienen a nuestro país.
Todo esto también vinculado con el abuso de la autoridad, el abuso del poder de parte de muchos funcionarios que con los ministerios, que con los puestos de decisión se han enriquecido ilícitamente a costa del empobrecimiento de las grandes mayorías. Tenemos además, por ejemplo, la denuncia hecha respecto de que el gobierno de Guatemala pagó 80 millones de dólares a una empresa desarrolladora rusa de las vacunas pero a la fecha estas vacunas no han llegado al país. Hay un muy bajo porcentaje de la población que ha podido tener acceso a la primera dosis, ha sido muy malo el tratamiento digamos a la dignidad de todas y todos los servidores públicos especialmente del servicio de salud, los médicos, enfermeras, personal de primera línea que no habían recibido suficientes implementos. El alza de los contagios no para, los cuadros diarios de muertes por personas que fallecen por covid-19 va en incremento y vemos al presidente Giamattei y a la Fiscal General del Ministerio Público que en lugar de fortalecer las demandas por transparencia, por el uso apropiado del gasto público, han tomado una serie de decisiones que han socavado aún más la ya frágil institucionalidad guatemalteca. La gota que derramó el vaso y que tiene en este momento a toda la gente en las calles tiene que ver con la remoción de su cargo del fiscal Juan Francisco Sandoval, que había estado al frente de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Impunidad (FECI) los últimos años y que había dado continuidad a muchos de los casos investigados y abiertos junto con la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG) que fue expulsada del país durante el gobierno de Jimmy Morales. Con la destitución del fiscal Juan Francisco Sandoval de manera arbitraria quedó al descubierto como la fiscal general del Ministerio Público estaba encubriendo actos ilícitos cometidos por el actual gobierno y fortaleciendo estructuras criminales que habían estado siendo investigadas y perseguidas por la FECI y en contra de muchos de los funcionarios públicos que aún guardan prisión desde el 2015 relacionados con casos de corrupción.
– ¿Qué sectores impulsaron esta convocatoria?
Lo que hemos llamado “el epicentro de la lucha de los pueblos”, ha sido desde Totonicapán, el gobierno indígena de los 48 cantones. Desde el momento de la remoción del fiscal Juan Francisco Sandoval han salido públicamente a mostrar su respaldo al trabajo del fiscal, a exigir a la fiscal Consuelo Porras que lo devolviera su puesto de trabajo, que se mantuviera la investigación en contra de las redes criminales dentro del gobierno de Guatemala y la exigencia a que el presidente Giammattei no interfiera con esas investigaciones, a que pueda asumir y tener más compromiso en la gestión y sobre todo en la atención de la pandemia covid-19. Sin embargo pues esto ocurrió el día viernes pasado y al no haber sido atendidas las demandas de las autoridades, al haber sido devueltos mensajes arrogantes de parte tanto del presidente como de la fiscal, desde los 48 cantones se hizo un llamado a la organización y unidad nacional en donde diversos pueblos indígenas se alzaron también a movilizarse, a organizarse, a tomar las calles, las plazas, las carreteras desde distintos puntos del país y entonces pues, desde ahí hemos estado llamando a este paro Plurinacional pues, ya que los pueblos Mayas, Garífunas, Xincas, mestizos han salido masivamente en los cuatro rincones de Guatemala a profundizar la exigencia de renuncia de la fiscal del Ministerio Público Consuelo Porras, la renuncia de Alejandro Giammattei y en cada territorio pues, hay demandas específicas: la devolución de tierras indígenas, el respeto al derecho a la consulta en donde comunidades están siendo violentadas por proyectos extractivos, en otras comunidades donde están pidiendo que baje el precio de la canasta básica, el precio del combustible, de los precios en las tarifas del transporte público y otra serie de demandas. En cada territorio los efectos de la pandemia han afectado la economía de las familias, de las pequeñas empresas, de los pequeños comercios y pues, hay indignación popular, hay un cansancio, un hartazgo luego de más de un año de encierro con la pandemia y una mala gestión pública.
– ¿Cuáles son las demandas históricas que surgieron del Encuentro de Autoridades Indígenas de Totonicapán?
Las demandas históricas de los pueblos que marcharon tienen que ver con que se reconozca la diversidad que habita el territorio de Guatemala, que se respeten las formas de autodeterminación de los pueblos indígenas, nuestras propias formas de administración de los territorios, de la justicia, de las formas en las que nos articulamos políticamente. Lo decía con mucha contundencia el actual presidente de los 48 cantones, Martín Toc, en la conferencia de prensa de esta mañana y es que, los pueblos a partir del día de hoy van a estarse reuniendo generando articulación y organización porque sabemos que sólo desde esa fuerza organizada de los pueblos van a venir la construcción de alternativas políticas para dar salida a esta profunda crisis en la que se encuentra sumida Guatemala. Entonces desde ahí, es que se hace un llamado a la articulación, a la unidad Plurinacional y sobre todo a la búsqueda de nuevos modelos de organización políticos que permitan la vida digna para las grandes mayorías y, sobre todo, para las comunidades indígenas que hemos vivido por 500 años los efectos de un modelo colonial racista excluyente y patriarcal.