Por Lucio Garriga Olmo
Este lunes llega a la Argentina el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Uno de los políticos más de derecha de los últimos años de la política israelí y ferviente defensor del expansionismo sobre las tierras de Palestina. Su gobierno viola constantemente los derechos humanos de los palestinos y los tratados internacionales que condenan la política de Israel.
Será una visita histórica porque por primera vez desde que se creó el Estado de Israel en 1948 un Primer Ministro visita Latinoamérica. Luego de reunirse con el presidente Mauricio Macri y recordar a los fallecidos por los atentados en la Embajada israelí (1992) y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, Netanyahu seguirá su gira por Colombia y México para reunirse con los presidentes Juan Manuel Santos y Enrique Peña Nieto, respectivamente. La ambiciosa agenda internacional terminará con una reunión con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y con su discurso ante la Asamblea General de la ONU el 18 de septiembre.
La visita del premier israelí estará marcada por la firma de acuerdos y la búsqueda de nuevas relaciones comerciales, pero sobre todo tendrá como principal objetivo formar nuevas alianzas que le permitan a Israel mantener una imagen positiva en el mundo ante una comunidad internacional que ya no lo apoya tanto.
¿Por qué América Latina?
Las relaciones entre el gobierno de Mauricio Macri e Israel no son nuevas, tienen una corta pero significante historia en la espalda. En el 2014, cuando era aspirante a la presidencia argentina, visitó a Netanyahu y se comprometió en la “lucha contra el terrorismo”. Desde aquel momento la amistad no cesó de crecer hasta tal punto que durante la visita que realizará a nuestro país la Ciudad de Buenos Aires lo declarará “ciudadano ilustre”.
Una vez en el gobierno, Macri ahondó las relaciones con el gobierno israelí, principalmente en el área de seguridad y militar. En noviembre del 2016 la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, visitó tierras israelíes donde cerró la compra de cuatro lanchas equipadas con armas de guerra por 50 millones de dólares (las mismas pueden ser construidas por la industria naval argentina) y también compró sistemas de vigilancia por más de 34 millones de dólares. En el mismo sentido, el Ministro de Seguridad de Buenos Aires, Cristian Ritondo, firmó un acuerdo para que las fuerzas especiales de la Policía Bonaerense reciban entrenamiento israelí.
No son sólo militares los acuerdos entre ambas administraciones. En materia de turismo, Aerolíneas Argentina y El Al (Aerolínea de Israel) establecieron vuelos directos entre Buenos Aires y Tel Aviv.
Argentina destaca a Israel como un país que supo armarse y crecer en una tierra totalmente hostil y que hoy en día es país modelo en materia de seguridad y tecnología. Lo que olvida la gestión de Cambiemos es que Israel lo ha logrado gracias a vulnerar los derechos humanos de los palestinos desde hace más de 60 años.
“Estamos con un Gobierno positivo que quiere promover las relaciones con Israel, que entiende la importancia de estas y que va a tener un dialogo muy abierto y una apertura de buenas relaciones políticas, estratégicas y comerciales”, dijo a la agencia Efe el director de la Cancillería israelí para América Latina, Modi Efraim. Macri entiende las relaciones con Israel, y por ende su visita, como una oportunidad para buscar las “inversiones” que viene añorando desde que asumió, por eso hay que tener en cuenta que Netanyahu llegará a nuestro país con una comitiva compuesta por más de 200 empresarios. Netanyahu llega a nuestro país para formar una relación duradera con un gobierno que ha eliminado el Memorándum de Entendimiento con Irán, que tan poco le gustó al gobierno israelí, y que está muy interesado en los servicios de seguridad de alta tecnología.
Por otra parte, la llegada de Netanyahu a Colombia tendrá como objetivo, a diferencia de la Argentina, reforzar una relación que ya existe desde hace tiempo. “Colombia es un aliado estratégico desde hace años”, dijo Efraim. Esta amsitad tiene su origen en el conflicto armado que sufrió el pueblo colombiano con los grupos guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes. Efraim también destacó “el compromiso del presidente (Juan Manuel) Santos con Israel, en anteriores puestos como ministro de Defensa y de Comercio y, en los últimos cuatro años, como presidente”.
A pesar de que Colombia va camino a la paz y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se han convertido en un partido político legal, Israel no quiere perder este lazo de amistad y fraternidad y Efraim así lo destacó: “Hay en la mesa muchos temas de cooperación y queremos desarrollar la integración israelí en Colombia en el postconflicto”.
En el mismo sentido de reforzar las relaciones se entiende la visita de Netanyahu a México, donde se reunirá con el presidente Enrique Peña Nieto y donde están instaladas 150 empresas israelíes. Las relaciones con México se tensaron en el último tiempo ya que el propio premier israelí dijo que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, “está en lo cierto” al querer construir un muro en la frontera mexicana y puso como ejemplo el vallado que él construyó en la frontera sur de su país con Egipto ya que le sirvió para frenar “toda la inmigración ilegal”. Cabe recordar que no es el único muro que ha construido Israel, en Cisjordania existe uno de los más grandes del mundo y que, además, viola los derechos del pueblo palestino.
Sobre esta visita, Modi Efraim aseguró que “la relación de México con EE.UU. es clave en todos los aspectos” y que el país latinoamericano es “grande e importante, con una comunidad judía vibrante, muy activa, y pensamos que el potencial es enorme. Se puede hacer mucho más en las inversiones mutuas y creo que hay buen entendimiento entre los dos gobiernos”. Peña Nieto también se lleva bien con Neyanyahu, visitó Israel en dos oportunidades y asistió al funeral del ex Primer Ministro, Shimon Peres
¿Israel y América tienen los mismos objetivos?
En el último tiempo Benjamín Netanyahu ha iniciado una serie de visitas y recorridas por el mundo buscando nuevos aliados para mantener el apoyo internacional que tanto necesita para que Israel siga violando los derechos humanos de Palestina y continuar en su plan de expansionismo en Cisjordania. El apoyo de la comunidad no ha estado en peligro pero sí ha sufrido más de un golpe en el último tiempo.
La peor noticia le llegó a fines del año pasado cuando la ONU le exigió a Israel que cese de forma “inmediata” y “completa” las colonias en territorio palestino. Como si fuera poco, dicha resolución logró ser aprobada porque el gobierno de los Estados Unidos, en ese momento bajo la presidencia de Barack Obama pero con Trump ya elegido democráticamente, se abstuvo por primera vez en la historia y logró que la misma sea aprobada. Con la llegada del magnate neoyorquino al Salón Oval Netanyahu está más a gusto pero la búsqueda de nuevas alianzas ya comenzó y parece que no se detendrá.
Europa también le provocó dudas a Israel luego de que Francia haya realizado una Conferencia de Paz donde se convocó a israelíes y palestinos a comprometerse en la búsqueda de la paz. Dicha cumbre internacional recibió toda la crítica del gobierno de Israel, hasta tal punto que el Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Defensa, y un hombre de la extrema derecha, Avigdor Lieberman, convocó a todos los israelíes a abandonar Francia porque dicha cumbre sería “un juicio de Dreyfus moderno”.
En los últimos meses Netanyahu hizo visitas históricas a Kazajistán, Singapur, Australia y África. Hace semanas recibió por primera vez en la historia al Primer Ministro de la India, Narendra Modi, y ahora comienza una gira por América Latina, especialmente en tres países que buscan “inversiones” para desarrollarse y que ven en Israel un posible inversor. Mauricio Macri busca las inversiones porque su plan de gobierno se basa en ellas, Colombia porque sale de un conflicto armado de más de 50 años y quiere desarrollar plenamente su economía y México porque sabe que su principal socio comercial, Estados Unidos, hoy está bajo el mando de un presidente que les es totalmente hostil.
Israel quiere nuevos aliados y América Latina nuevos amigos que quieran invertir en sus economías, ambos sectores buscan lo mismo: inserción mundial, sólo cambian los por qué.