Por Laura Cabrera @LauCab/ Fotografía: Irish Suarez
El músico Adrián Berra dialogó con Marcha acerca de su tercer disco, “Mundo debajo del mundo”, que, como sus trabajos anteriores, se trata de una producción independiente. La búsqueda musical, el camino independiente y el intercambio entre músicos, los ejes de este andar que, tal como dice Berra, le da la posibilidad de “ser el propio dueño de tu tiempo”.
Adrián Berra eligió ser músico. De todas las formas posibles, eligió también que ser músico iba a ser un trabajo que iría por el camino de la autogestión, de lo independiente, un camino en donde él junto a un equipo puedan disponer de sus propios tiempos y en donde lo individual quede de lado. “Hay una idea de crecimiento conjunto”, sentencia Berra al hablar de cómo se da esta relación laboral que ya lleva años de música encima. Pero podría aplicarse también a la idea del circuito musical independiente en el que hoy un músico puede acceder a nuevas tecnologías para dar a conocer su música, para compartir con otros y otras.
Adrián Berra es el músico que este año se encuentra presentando su tercer disco de estudio, titulado “Mundo debajo del Mundo”, que según el propio artista tiene un mayor trabajo desde lo musical. Lo cierto es que se trata de un disco que logra un equilibrio entre letras cálidas y cercanas y las melodías suaves.
Es que las diez canciones de Mundo debajo del Mundo proponen algo más que sonidos y buenas letras, proponen desde esa base de lo cercano e identificable la posibilidad de mirarse a uno mismo, de buscarse, de encontrarse o perderse más allá de eso que creíamos que era lo que nos componía como personas. La magia de Mundo debajo del Mundo es el poder viajar hasta ahí donde nada se ve a simple vista.
https://www.youtube.com/watch?v=7lpAJH7x0rY
Con miras a seguir presentando este último disco por el país y con la posibilidad de llevarlo a más países de Latinoamérica, Berra dialogó con Marcha acerca de este trabajo, que a su vez es el resultado de todo un camino recorrido.
-Mundo debajo del Mundo es un disco que hace referencias en sus letras al presente y al futuro, es un disco que no mira para atrás, es de alguna manera esperanzador, llama a moverse, ¿cuánto hay del pasado en esas letras que miran hacia adelante?
– Yo lo veo más como un disco que en sus letras mira para adentro. No sé si al tiempo lo pondría linealmente en una línea de tiempo sino que creo que mira para abajo, profundiza en la visión de las cosas. Me parece que es como un parar la pelota y repensar. Más que nada porque creo, que a diferencia de otros discos que hice, no sé si piensa en lo que debería ser o en lo que creería que sería, sino que me parece que es un replanteo.
-En este hacer constante, da la sensación de que todo lo que decís, cantás, escribís, forma parte de una búsqueda constante de uno mismo, de una misma, desde el interior, ¿cómo se lleva esa búsqueda a lo musical?, ¿qué cambió en vos musicalmente a lo largo de estos años?
-Creo que musicalmente en estos años lo que cambió en mí fue la búsqueda. Pude conectarme mucho más con la parte musical. El primer disco es mucho más letrístico y éste es un poco más de texturas musicales, de pasajes musicales. Me parece que lo que cambió fue el enfoque, la música, que es la que viste a las canciones. Me parece que tuvo un poco más de lugar. Y es verdad que a lo largo de los años la visión de uno en general de las cosas van cambiando y entonces los enfoques van siendo distintos.
-Pensar en la idea de un “mundo debajo del mundo” puede ser positivo o negativo, porque por un lado es esto de que “lo que no se nombra también existe”, es eso que vive en el silencio, algo que llama a la búsqueda pero que a la vez en el mientras tanto permanece oculto, ¿cómo entendés vos esta idea?, ¿cómo se hace desde la música para dar nombre a eso que permanece por debajo del mundo?
-Me parece que si algo tiene este disco es justamente que no llega a ninguna conclusión sino que deja abiertos esos planteos, porque “Mundo debajo del Mundo” quizá para alguien sea negativo por la palabra “debajo” y para otros quizá lo que está oculto es algo escondido y para otros algo que está por salir. Una planta, por ejemplo, tiene una semilla debajo de la tierra y puede ser que brote algo buenísimo y no por eso tiene que estar ahí tapado o reprimido. Por eso es un concepto amplio el que tiene el disco. Abordo el concepto desde distintas maneras, por ejemplo en “Luna” en donde nombro a la luna de distintas maneras sin decirle luna hasta el final, o “Mundo debajo del Mundo” que sí habla de dos mundos especialmente y en esa canción sí aborda que hay un mundo que está como latente abajo, que quiere salir, es como el verdadero mundo de uno. Y arriba está el mundo que se ve. En esa canción sí plantea el mundo que vemos y el que no vemos, que para mí muchas veces es el que habla realmente de nosotros, no el que mostramos.
-Tus tres discos editados son producciones independientes, de la misma manera tu música circuló a lo largo de todos estos años por espacios alternativos pero también en grandes salas. ¿Qué te lleva hoy a seguir tomando la decisión de ir por el camino del circuito independiente para editar y también a la hora de tocar, más allá de tener la posibilidad de hacerlo de otra forma?
-La posibilidad o la idea de seguir por un camino independiente tiene que ver más que nada con ir tomando la decisión que uno tiene ganas, lo que uno desea en ese momento. Mi proyecto es independiente, así mismo tengo un proyecto de trabajo en el cual somos muy unidos y vamos tomando decisiones juntos. Eso es lo que más me seduce de seguir trabajando independientemente, de ir dando los pasos con los que nos sentimos cómodos e ir conquistando lugares con el tiempo y en el tiempo justo, no antes. Y poder tener la decisión de hasta dónde uno se involucra, en qué momento uno necesita parar, necesita viajar y seguir armando las canciones en otros lados. Es la posibilidad de ser el propio dueño de tu tiempo.
– ¿Cómo ves hoy el escenario musical independiente y la convivencia entre músicos en festivales y espacios de intercambio?
-Es muy rico a nivel país y a nivel mundial porque a donde vas conocés gente que hace música increíble y que tiene la posibilidad de mostrarlo gracias a internet y a los medios de comunicación que hay, a las posibilidades de grabarse. Hay muchísima gente que hace cosas muy interesante en esta idea también de fusión, de gente que hace cosas originales y que lo que hace lo hace muy bien. Me parece que ahora hay también una idea de intercambio de los músicos que no sé si antes existía pero en la época que me toca vivir hay una idea de crecimiento conjunto, y eso está buenísimo.
-En 2018 continúa tu gira por Latinoamérica, ya comenzó este año, ¿cómo va a seguir?
-Queda seguir presentando el disco en las provincias argentinas a las que no hemos llegado por tiempo, como en la Patagonia, en Mendoza, en la Costa. Y después seguir para Chile, ver si sale Perú. Hay planes a confirmarse pero siempre con la idea de tocar estas canciones nuevas.