Por Mario Hernández
La Organización Mundial del Comercio (OMC) estará sesionando su reunión ministerial número 11 en Buenos Aires del 10 al 13 de diciembre. Entrevistamos a Luciana Ghiotto, de la Confluencia “Fuera OMC”, quien nos explica los motivos del rechazo a la OMC y a su fuerte línea de libre comercio y desregulación.
Las actividades para decir “Fuera OMC” iniciarán el jueves 7 de diciembre, que es el día de la Marcha de la Resistencia de las Madres en la Plaza de Mayo.
“Seguimos con fuerza en varias reuniones y encuentros regionales y globales durante los días 8 y 9 en diferentes lugares de la Ciudad, presentaciones de documentales, toda una agenda completa durante esos días y seguimos el 10 con el festival en el Congreso y 11, 12 y 13 vamos con los foros de la Cumbre de los Pueblos en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA en el barrio de Constitución, durante todo el día”, contó Luciana e invitó a “acercarse y a participar de las discusiones”.
-¿Qué significa la presencia de la OMC en nuestro país y qué se plantea a nivel mundial en relación a esta reunión en la Ciudad de Buenos Aires?
-La presencia de la OMC implica un alineamiento muy fuerte del gobierno de Macri con todos los foros internacionales que hoy están planteando que la única salida económica es el libre comercio y la desregulación, es decir, el alejamiento de los Estados de cualquier política de control sobre el rol de las trasnacionales que vienen a hacer negocios.
El gobierno de Cambiemos, al convocar a la OMC aquí y el año que viene al G20, o sea, que lo vamos a tener a Trump en Argentina, lo que está marcando es ese sentir de que lo único que se puede hacer es darle seguridad jurídica y certezas a los capitales porque si no te quedás afuera del mundo.
La OMC representa eso porque nace en 1995, es la década neoliberal más agresiva, es la época del Consenso de Washington; de los fines: del fin de la historia, el fin de la geografía, el fin de la lucha de clases y en ese contexto nace la OMC y todas sus agendas de negociación. Sus principios van en esa misma línea, que los Estados tienen que salirse de algunos sectores como el control de los servicios públicos o el corral de las inversiones, o liberalizar sus compras gubernamentales, es decir, las compras y contrataciones que hacen los Estados. Son todos sectores en los que la OMC está sosteniendo agendas de negociación, así que ahí tenemos un rol de liberalización directa de la OMC que está siendo hoy repetida a 22 años de su nacimiento.
-¿De qué se tratan las actividades que está organizando la Confluencia contra la presencia de la OMC?
-En primer lugar lo que estamos planteando en la Argentina es parte de la resistencia global contra la OMC, es decir, que a cada lugar donde ha ido la OMC con su reunión ministerial, lo que ha pasado es que ha habido organización de resistencia a nivel mundial y regional, donde sea que haya sido porque el mensaje contra la OMC no es algo de los argentinos, es un mensaje de todos los pueblos y distintos movimientos de todo el mundo.
Lo que hemos hecho es levantar esa bandera y plantear esta Semana de acción global y en ese marco una Cumbre de los Pueblos que va a durar 4 días. El domingo 10 de diciembre empezamos con un gran festival en la Plaza de los Dos Congresos para decir “Fuera OMC”, pero para plantear también que nosotros queremos discutir las alternativas en un contexto de alegría, resistiendo con alegría.
También vamos a tener tres días con debates intensos en distintos foros donde se va a plantear la cuestión de la soberanía y las alternativas a este sistema nefasto de liberalización, esto va a estar funcionando lunes 11, martes 12 y miércoles 13 en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en Santiago del Estero 1029 y vamos a tener también una movilización grande el martes 12 a la tarde.
-¿Qué organizaciones, a nivel nacional e internacional, estarán presentes?
-Como estamos trabajando en un marco de lo nacional, regional y global, estaremos recibiendo organizaciones de todo el mundo, por ejemplo, la Vía Campesina, la red que agrupa a todos los movimientos campesinos e indígenas del mundo, a la Red Attack de varios países europeos, a redes ambientalistas como Global Forest Coalition, organizaciones de África, las Filipinas, de Canadá y EE UU. Va a venir un contingente importante a discutir alternativas, no son los anarquistas que plantean los diarios del mainstream, es gente que viene trabajando hace muchos años las alternativas y viene con la idea de debatir y denunciar las consecuencias de estas políticas neoliberales y van a estar en Buenos Aires esos días.
A nivel regional vamos a contar con la presencia de todas las plataformas nacionales de lucha contra los TLC (Tratados de Libre Comercio) y en Argentina el panorama es muy amplio, va desde el movimiento sindical, el movimiento sindical campesino indígena, movimientos anti extractivistas, ambientalistas, ONGs de distintos tipos y el movimiento territorial piquetero también, la CTEP; una representación muy amplia de organizaciones sociales que van a estar presentes en todas estas ocasiones.
Acuerdo Mercosur-Unión Europea
-¿Se prevé algún avance en torno a la implementación del acuerdo Mercosur-Unión Europea?
-Estamos expectantes porque no está claro si van a lograr destrabarlo, hay muchos anuncios en los medios de comunicación respecto a esto, tanto desde el gobierno argentino y los gobiernos del Mercosur como de los europeos porque tienen mucho interés en cerrar algo, en mostrar que han podido después de 18 años cerrar ese acuerdo, mostrar alguna victoria pequeñita en este contexto de incertidumbre global contra este supuesto proteccionismo de Trump, por eso es que se ha generado tanto circo alrededor de este acuerdo.
No está claro, nosotros no lo tenemos claro, les queda muy poco tiempo para negociar. En estos dos o tres últimos meses declararon que estaba destrabado el acuerdo e inmediatamente salían notas diciendo que seguía estando trabado. Así que si firman algo sería un esqueleto porque no terminaron la negociación, serían una cantidad de principios, estarían cerrando el acuerdo comercial que era la parte mas trabada pero por lo que tenemos entendido les quedaría seguir tratando otras cuestiones como servicios o propiedad intelectual, por ejemplo, que son temas muy sensibles en la negociación. Así que no es claro el panorama pero es cierto que los dos bloques están buscando que salga algo porque tienen que mostrar que algo han logrado y estamos expectantes para ver qué pasa con eso.
-También esta trabada desde hace varios años la OMC ¿qué expectativas hay respecto de esta reunión que se va a realizar en la Argentina?
-Esta 11º reunión se produce en un contexto de gran incertidumbre, en el año en que Trump en el gobierno de EE UU ha planteado muchos resquemores al sistema de comercio en general, porque lo que vienen planteando es que no van a aceptar ningún acuerdo en la OMC que no sea beneficioso para ellos. Porque EE UU está viendo que varios de los países que hoy son fuertes como China y Alemania tienen un superávit comercial, mientras que EE UU está teniendo déficit comercial con todos y eso está teniendo un impacto en el empleo, entre otras cuestiones.
Esto pasa en EE UU desde hace 20 años con la política de libre comercio que han llevado tanto demócratas como republicanos, en ese contexto de incertidumbre, la OMC también está así, lo vemos en que todas las negociaciones que se han ido planteando en Ginebra en estos últimos 8 meses han sido trabadas por distintos países y cada vez que quieren plantear algo nuevo hay un bloque de países que traba las negociaciones.
Por eso es muy posible que de la reunión de Buenos Aires no salga nada, pero no por eso nosotros vamos a bajar las banderas de fuera OMC porque ellos siempre están buscando la manera de destrabar las negociaciones a favor de los intereses más concentrados dentro de cada uno de los países.
Aún si no sale nada tenemos que salir a denunciar el trabajo de la OMC acá que incluso va a implicar el cierre de gran parte del centro porteño durante 4 días, el ciudadano porteño va a sentir la llegada de la OMC en términos de militarización y despliegue de seguridad y el gasto gigante de unos 500 millones de pesos que cuesta este despliegue.
–Lo que nos estás comentando hablaría del funcionamiento de un país, un voto, con el cual funciona la OMC.
-Efectivamente, la OMC es un organismo internacional intergubernamental, es decir, que está compuesto por Estados y en esa década donde pensaban que todo estaba ganado para el capital global, podían darse el lujo de tener un organismo como éste donde cada país valga un voto, donde EE UU vale lo mismo que Uganda en términos de votos.
El tema es que eso tiene consecuencias muy directas, como que los países chiquitos pueden asociarse con otros en alianzas momentáneas y hacen fuerza a los más grandes y con eso traban negociaciones; de hecho así sucede desde el año 2003 con claridad cuando los países emergentes empezaron a encabezar estos bloques de países en desarrollo.
El sistema multilateral basado en una idea de democracia “un país un voto” a los más grandes no les conviene, entonces ese tiro de gran victoria de los 90 les terminó saliendo por la culata porque se encontraron con que no pudieron dominar el tablero del mundo.
Hoy estamos sufriendo las consecuencias, la OMC misma sufre este intento de globalizar las reglas pero en un contexto donde nadie tiene el poder absoluto para imponerlas. Esa disputa es la que se va a ver en Buenos Aires y que probablemente veamos durante los días de la ministerial.