Por Gonzalo Zapata
Este jueves, referentes originarios del país esperan una reunión con el presidente Macri. Dialogamos con el qarashé qom Félix Díaz, a una semana del levantamiento del acampe QOPIWINI. Críticas desde el partidismo distante y promesas del nuevo Gobierno.
El primer viernes de diciembre, el referente originario Félix Díaz anunciaba el fin de un acampe extendido por diez meses y 22 días en el epicentro del país, junto a familiares y compañeros de las cuatro etnias que conforman la organización QOPIWINI. Qom, Wichí, Pilagá y Nivaclé. Pocos medios refieren que los cuatro pueblos del norte argentino renovaban un acampe previo, expulsado en el 2011 luego de cinco meses y con el pretexto de favorecer un acuerdo luego incumplido por el Gobierno Nacional. El reclamo: respeto por el territorio ancestral y el cese de la violencia hacia las comunidades. Lo tienen en cuenta pocas o ninguna de las voces que, tras el cambio de signo político del Gobierno, critican la decisión de levantar la improvisada vivienda comunitaria.
Troyanos del Sistema* dialogó con el qarashé qom Félix Díaz, a una semana del levantamiento del acampe que ocupaba una plazoleta en la intersección de la Avenida de Mayo y la 9 de Julio, en pleno centro porteño. Tras reunirse con el nuevo secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, varios referentes indígenas de todo el país aguardan hoy un encuentro con el presidente Mauricio Macri. Durante su carrera hacia la presidencia, los funcionarios habían acordado una mesa de diálogo con las comunidades y el compromiso de transparentar la designación de un originario al frente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
El sábado (12/12), se realizó un “Encuentro de Pueblos” en Plaza de Mayo. Estuviste presente junto a referentes hermanos de otras comunidades originarias.
Así es, hemos participado de esa organización que fue autoconvocada. Me pareció muy bien porque pudimos intercambiar opiniones e información para saber el estado actual de las comunidades indígenas del país. Fue positivo reencontrarnos con hermanos que no nos pudimos ver en muchos años.
Creo que se va afianzando una búsqueda de unidad de los pueblos indígenas. También por el acercamiento que tenemos, una posibilidad de poder hablar con el gobierno nacional, cosa que antes no teníamos.
Rescatamos que fue autoconvocado, y estuvieron entre otros referentes Relmu Ñamku (comunidad mapuche Winkul Newén – Neuquén) e Israel Alegre (barrio Nam Qom- Formosa). ¿Se está trabajando en común más allá del acampe QOPIWINI, que de por sí fue un gran logro entre las cuatro etnias?
Justamente sobre ese diálogo mediante el acampe QOPIWINI, que duró diez meses, surgió la posibilidad de tener un diálogo directo con el Gobierno Nacional y estamos trabajando para conectarnos con los líderes del país, para que puedan estar acá. El día jueves vamos a tener una audiencia con el presidente Mauricio Macri, para hacer como un protocolo de cómo incorporar la problemática indígena dentro de la agenda nacional. Y eso para nosotros es muy importante, aprovechar este espacio para dialogar con todos los líderes indígenas del país.
Imposible no referirse al acampe QOPIWINI. Queríamos aclarar un punto para mucha gente que quizás opina sin conocer tanto sobre el tema y desde una posición un poco más cómoda que la que ocupaban ustedes: muchos se preguntan por qué este levantamiento luego de tener un acercamiento con el actual Gobierno.
Nosotros desde el inicio del Acampe venimos buscando diálogo con el Gobierno Nacional y teníamos mucha esperanza de que la presidenta Cristina nos iba a escuchar, pero nos equivocamos nuevamente. Porque nosotros hemos hecho un convenio con el Gobierno anterior en mayo de 2011. Se firmó un acuerdo de ir resolviendo temas puntuales como el territorio, agua, salud, vivienda… y volvimos con esperanza de que sería diferente. Lo que vinimos a buscar es que la presidenta deje por lo menos una agenda abierta para el próximo gobierno, para tener continuidad con el pedido de una resolución de los conflictos. Y no la tuvimos.
Venimos aguantando presiones políticas partidarias, electoralistas. Pero nosotros venimos a pararnos como indígenas, a luchar como indígenas, a pensar como indígenas. Y no nos hemos confundido con partidos políticos. Porque venimos soportando la injusticias desde que se inició la democracia en la Argentina.
Fue duro porque hemos recibido muchas críticas. Pero creo que hemos tenido un aprendizaje muy importante, dentro de la mirada que tiene la sociedad hacia la figura del indígena. De que al indígena hay que mirarlo como un pobre, hay que darle de comer, hay que regalarle ropa vieja ropa vieja, tenerlo como una mascota. Los partidos políticos se asustan cuando nosotros decimos no. Queremos lo que a nosotros nos corresponde, que es el Derecho Indígena. Y con cualquiera que se acerque vamos a dialogar, porque lo que venimos a buscar es diálogo, no a levantar la bandera de un partido político.
Después de la visita de Macri al acampe hemos recibido toda clase de críticas, insultos, agravios… levantaron los baños químicos, nos quedamos sin agua, sin comida. Fue duro y después terminó la elección y la gente seguía enojada y decía que somos traidores, que somos de derecha, vendidos. Pero nosotros no le damos importancia, porque nosotros no venimos a discutir o a pelear con un ciudadano porque venimos a buscar diálogo con un Gobierno Nacional.
¿Qué expectativas tienen de la reunión que tendrán el jueves con Macri y con el secretario de DDHH, Claudio Avruj?
Venimos a exigir al Estado que cumpla su función de ser garante del respeto a nuestra identidad cultural. Hemos logrado que Macri se comprometa a entregar la presidencia del INAI a los pueblos indígenas. Entonces nosotros tenemos que consensuar quién va a ser el presidente del INAI, y a partir de ahí ser el contralor de la función de nuestro presidente para que trabaje a favor de todos los pueblos indígenas y no seleccionar a quién dar una mano o no. Queremos terminar con ese manoseo. Vamos a tener que consensuar esa figura para que el Estado respete nuestra forma de gobernar, de pensar y de trabajar. Lo que queremos es resolver los problemas que tenemos en nuestros territorios y el conflicto territorial, que es una de las prioridades.
Además es uno de los factores que hermanan a las comunidades, porque es justamente es el problema central que atraviesa la mayoría. Que no solamente tiene que ver con esta falta de interés sino con una violencia manifiesta hacia las poblaciones originarias de todo el país.
Yo entiendo que esto es producto de la educación. Porque enseña a los alumnos, a todos nosotros cuando se habla de la Historia, que el indígena cazaba, pescaba, recolectaba. Y también la figura de la Constitución Nacional dice de la preexistencia étnica y cultural… Cuando se habla de la Historia como si fuera que somos del pasado, no se habla del presente. Y las leyes son las que más justifican el despojo del territorio. Porque dicen “se reconocen las tierras que tradicionalmente ocupan”. Entonces la palabra “ocupan” no es legal, es una inseguridad jurídica de la que empezamos a darnos cuenta. Cada palabra que anteriormente repetíamos, estamos como celebrando algo que va en contra de nuestros intereses. Y ahí se fueron despojando las tierras, porque cuando uno usurpa las tierras indígenas no podés saltar porque tenés que probar la titularidad para que la justicia actúe en contra del usurpador. Cosa que a nosotros no nos pasó.
Hemos sufrido desalojos, represiones, causas penales, causas civiles, que son producto de esa inseguridad jurídica.
Estamos esperanzados en que esta nueva lucha los ha hermanado con muchos de los referentes de las comunidades. Te pedimos unas palabras para que des el mensaje que quieras.
Queremos agradecer a toda la gente que se ha acercado al acampe, por ese gesto humano que sirvió para visibilizar la problemática. Y también pedir a los ciudadanos que no opinemos desde afuera sobre las luchas sociales. No tenemos que guiarnos por una bandera, tenemos que guiarnos por el interés de la vida. Centrar en el ser humano la lucha para que no sea sectorizada, porque veo que hay mucho egoísmo entre nosotros. Si no apoyo esto porque es un radical, un peronista, un partido político o una religión… Tenemos que pensar en el centro del ser humano para poder estar cerca del otro. Para entender el dolor del otro. Que podamos sentir esa necesidad del ser humano de querer tener la atención de todos nosotros. Y desde ahí exigir al Estado que cumpla su función de garantizar nuestros Derechos Humanos para que podamos vivir en un país sano, más hermanado. No podemos estar peleando entre nosotros porque este país nos cobija a todos sin excepción. Y queremos centrar la lucha nuestra en defensa de la madre tierra, porque es la que nos da alimento, nos da el aire, el sol que nos rodea, el agua, todo el ambiente que nos rodea proviene del amor de nuestra madre tierra y por eso es importante cuidarla y defenderla para que no se siga dañando, contaminando. Si nosotros no la cuidamos le estamos heredando a nuestra futura generación un mundo sin esperanza, contaminado, enfermo. Me gustaría que hagamos el esfuerzo de trabajar juntos, unidos y sin condicionamientos.
* Programa radial en FM La Tribu.