Por Susana González (*) | Foto: Leo Crovetto
Este primero de Agosto ocurrió el Plenario de Comisiones en el Congreso y en Toples entrevistamos a la abogada feminista Daniela Fagioli para entender un poco más que nos espera de cara a este 8A.
“Lo que pasó y lo que viene el 8A”. Primero, Fagioli explica que lo sucedido el 1ero de Agosto, consistió en un formalismo, “lo que, en concreto significa es que, al no haber un dictamen, el 8 no se va a votar directamente”. Aquello nos deja con el siguiente panorama al interior del Congreso este 8 de Agosto: aquellos senadores y senadoras a favor del derecho a decidir, van a insistir con que no se vote directamente el dictamen de diputados.
Es que, como explica Fagioli, el panorama del Senado es mucho más resistente y la posibilidad que sancionen el Proyecto IVE, tal y como viene de la Cámara de Diputados, resulta muy improbable. Por ello, el escenario más propicio para que nuestro derecho a decidir sea ley este 8A es primero conseguir la mayoría (de 2 tercios) para abrir debate sobre el proyecto y que luego, durante el transcurso de la sesión, se le hagan modificaciones.
Modificaciones, a las que tendremos que estar atentas porque, como nos explicara Daniela, algunas buscan, incluso retroceder sobre nuestros derechos adquiridos. Desde reducir la cantidad de semanas en las que se permitirían las interrupciones, hasta habilitar las objeciones de conciencia institucionales. Quizás la más alarmante de las modificaciones contempladas por algunos y algunas senadoras es la reducir las circunstancias posibles de ser enmarcadas hoy en el causal salud para la interrupción de un embarazo. Pues, si las leyes vigentes hoy permiten una interrupción ante un “riesgo para la salud y la vida de la persona gestante”, buscarán que aquello sólo sea posible si representa un “peligro que no pueda ser evitado por otros medios.”
Este 8A “la sorpresa es lo que prima”, declaró la entrevistada. Es que ante este escenario, donde no será posible tener tanta incidencia en el debate, incluso esperar para volver a presentar “un proyecto más digno”, se torna una posibilidad favorable. Sea cual fuera el resultado este 8A, Fagioli nos invita a pensar que existen avances en los modos de llevarlos adelante los derechos vigentes, sacando, por ejemplo, de la clandestinidad el derecho a interrumpir un embarazo.
Sin embargo, esta despenalización social del aborto viene acompañada de una fuerte “ofensiva de los antiderechos en todos los planos”. Antiderechos que llegan de la mano de la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación y del gobierno. Por fortuna, y, gracias, a la lucha por desarmar los monopolios mediáticos, “los medios hegemónicos son cada vez menos creíbles” y este 8A no tendrán cómo ocultar a la marea verde a las afueras del Congreso exigiendo nuestro derecho a decidir.
(*) Toples con Todo al Aire / Fm En Tránsito 93.9