Por Vivian Palmbaum @vivi_pal
Tal como viene sucediendo, mientras adentro del recinto del Congreso se discute y se debate la necesidad de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, una gran cantidad de personas acompaña, debate y hacen visibles sus presencias. La lucha contra la desigualdad no solamente es una cuestión legislativa, sino que una vez más las mujeres le ponen el cuerpo, en la calle, sin importar el frío, el calor, el viento, la lluvia.
Otro Martes Verdes
Este martes 17 de julio, el frío y la llovizna no fueron suficientes para desalentar a las y los que estuvieron acompañando y haciéndose oir, mientras las y los senadores discuten sobre la necesidad de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito organiza estas jornadas de resistencia, donde las mujeres nos acuerpamos y acompañamos, a la vez que escuchamos los planteos que sostienen la necesidad de que la Ley sea un hecho cuanto antes. Mientras dentro del Congreso se pueden escuchar algunas argumentaciones que se diluyen como el azúcar en el agua, afuera también se escuchan las voces que tienen mucho que contar para fundamentar la necesidad de manera colectiva y popular.
El martes se realizaron varias actividades en el marco de #MartesVerdes, organizadas por la Campaña, con una importante presencia y participación. Entre las actividades propuestas se realizó un debate sobre salud sexual y reproductiva, se leyó la carta de las Actrices Argentinas y también las de lxs Abogadxs dirigidas a lxs Senadorxs. Luego también se pudo escuchar Poesía Feminista, seleccionada e interpretada por las escritoras del grupo Insurrectas. Lxs Cristianas y Cristianos por la Vida Plena y el Derecho a Decidir, estuvieron leyendo un documento, acompañado por una ceremonia de velas encendidas, momento en el que se produjo alguna tensión por parte de grupos feministas que rechazan a las iglesias. A continuación, las humoristas feministas, con sus geniales intervenciones ayudaron a distender el clima y nos hicieron reír un rato.
La llovizna no desalentó las intervenciones, de las investigadoras que le pusieron la voz a un creciente debate colectivo, mientras por cuestiones de seguridad se iban apagando las luces. Un planteo contundente y que se haya absolutamente invisibilizado, por las implicaciones y la importancia real que tiene en la vida cotidiana: economía y desigualdad de las mujeres, quizás uno de los temas más importantes a la hora de luchar por derechos. Desentrañar el vínculo entre economía, aborto, desigualdad, el FMI y las implicaciones del G20 en la vida cotidiana de las mujeres.
Las economistas feministas del Foro Feminista contra el G20 presentaron: “El aborto como justicia económica. ¿Por qué luchar juntas también contra el ajuste neoliberal, FMI y el G20?”
Presentadas por Flora Partenio, Corina Rodriguez Enrique y Veronica Gago fueron portavoces de un debate que se viene gestando por las colectivas de economistas feministas.
Género y justicia económica
Corina Rodriguez Enriquez, Investigadora del Conicet y parte de la organización feminista global “Mujeres por un desarrollo alternativo para una nueva era” trajo a la reflexión la relación que existe entre la lucha por el Aborto, Seguro, Legal y Gratuito y la justicia económica. Así arrancó ubicando sobre lo que puntualmente sobre los planteos que ya se escucharon en relación a la inexistencia de este derecho, es decir la posibilidad de acceder de manera gratuita a la interrupción voluntaria del embarazo. “Esto afecta de manera diferente a las mujeres que viven en situaciones económicas distintas. Cuando este servicio no se garantiza públicamente y no se presta gratuitamente, poder acceder a la interrupción voluntaria del embarazo depende de tener los recursos para comprar esta prestación, en un mercado que además es clandestino y que reproduce la desigualdad, que sigue siendo persistente en nuestro país y que se profundiza con las políticas económicas que se están implementando. Lo que afecta de manera más profunda a las mujeres que seguimos viviendo en una posición económica subordinada. Cuando las mujeres que no tienen los recursos suficientes no pueden acceder a la interrupción voluntaria del embarazo eso también las afecta en sus trayectorias de vida y particularmente las afecta en sus trayectorias de vida económica. Una maternidad temprana, una maternidad no deseada es un obstáculo para poder participar económicamente, para poder acceder a empleos de calidad, para poder acceder a ingresos y ese es un mecanismo de reproducción a largo plazo de las desigualdades y de la privación económica que viven las mujeres”.
“Además mantener el aborto clandestino es mantener un negocio, el negocio de quienes hacen esta prestación en ámbitos de clandestinidad y lo que esto hace sobre el cuerpo de las mujeres. Entonces el aborto legal es necesario para desarmar este negocio. Pensar el aborto en clave económica nos lleva a vincular esta lucha con otras luchas que estamos dando las feministas. Las feministas estamos en contra del acuerdo que se está firmando con el FMI, las feministas estamos en contra de este proceso de endeudamiento al que nos está llevando este gobierno y las feministas estamos en contra de las instituciones multilaterales como el G20, que son un símbolo de este capitalismo financiero global que acumula sobre la explotación y la vida de las personas y en particular de las mujeres”.
Vivas, Libres y Desendeudadas
Verónica Gago, Investigadora del Conicet y del colectivo Ni Una Menos, expuso algunas cuestiones que permiten relacionar las políticas macroeconómicas con las desigualdades que sufrimos las mujeres y que contribuyen a su sometimiento, mientras el neoliberalismo mercantiliza las palabras y con ellas las cuestiones de género para usarlas en reproducir el sistema. Las convierte en mercancía.
“Creemos que hablar del tema del aborto vinculado a la cuestión económica y a la justicia económica es una perspectiva que hemos ido construyendo desde el movimiento feminista y esta es la perspectiva de la economía feminista que estamos discutiendo como análisis y que nos permite. Hoy discutir el aborto en clandestinidad es una práctica clasista y racista, es decir que solo acceden determinados sectores y que beneficia los negocios que sabemos que benefician. Nos parece fundamental hacer este vínculo y poner en conexión las tramas de las violencias económicas que vemos que se anudan en el aborto, en la clandestinidad del aborto y por eso es una exigencia que es fundamental que sea legal y gratuito”.
“Nos interesa discutir estos temas porque el mundo está mirando a la Argentina y lo que está pasando con esta lucha por el aborto. Argentina está siendo con el movimiento feminista un escenario de atención global. No es casual que el G20 y en particular la agenda Women20, que es la agenda llamada de género que intenta imponer el G20, esté tratando de cooptar el lenguaje del movimiento feminista y traducirlo a una agenda de género. Están hablando de inclusión digital, de inclusión financiera e inclusión laboral de una manera en que lo que están proponiendo, en realidad, es la bancarización generalizada, es decir el endeudamiento generalizado de las mujeres. Están haciendo propuestas por las cuales la idea de ser mujer es convertirse en empresaria o en microemprendedora, es decir que hay una traducción en un lenguaje económico neoliberal de toda la discusión de la económica feminista que estamos dando desde las distintas luchas. Ahí tenemos un escenario que es global y es fundamental que está tratando de ser expropiado por estas agencias internacionales. En este sentido para nosotras es muy importante seguir discutiendo y trabajando en una linea que es: Vivas, Libres y Desendeudadas nos queremos”.
“Tratar de conectar la cuestión de la deuda externa y la deuda pública con la deuda privada. Como estamos viviendo, el ajuste, la crisis y la inflación a través del endeudamiento privado y masivo. Como nos estamos endeudando para financiar cada una de nosotras en las economías domésticas, en las economías familiares, el ajuste y la inflación. Además somos las primeras que nos ajustamos en las economías domésticas para hacer frente al consumo diario, a la restricción de alimento, a la restricción de cualquier tipo de beneficio social. Tenemos que estar muy alertas en como la cuestión de la deuda también está explotando en nuestras vidas en el día a día. No son solamente números macroeconómicos, que también lo son, pero son también los números que hacemos todo el día y la forma en que la deuda pública y privada, personal y doméstica, nos obliga a no tener autonomía económica. De allí la insistencia en la consigna: Vivas, Libres y Desendeudadas nos queremos y necesitamos insistir en la importancia de este escenario global al que estamos resistiendo y queremos confrontar con la expropiación de la agenda feminista que se hacen con estas palabras: agenda de género, y que no hace más que pensarnos como sujetas bancarizadas, es decir como sujetas endeudadas”.
Para cerrar se propuso un calendario de lucha, además de los #MartesVerdes. Este jueves 19 de julio, en la sede del Serpaj (en lugar de frente al Banco Central, por el mal tiempo) las feministas estuvieron en la conferencia de prensa para decirle No al FMI, y luego el sábado 21 marchamos desde Av. Las Heras y Av. Pueyrredon, para decirle no al endeudamiento, No al FMI. También el proximo 26 de julio a las 16 hs. las feministas nos encontraremos en Telam, porque las y los trabajadores de Telam son las y los primeros despedidos después del acuerdo con el FMI, para encontrarnos con compañeras de sindicatos, de diferentes organizaciones, para seguir construyendo esto que son nuestras alternativas que son alternativas feministas.