Por Sebastián Alonso y Gala Abramovich / Foto gentileza Furia Trava
A un año de la aprobación de la Ley provincial “Diana Sacayán” de Cupo laboral travesti y trans, la lucha por su implementación crece día a día y la repasamos. Desde su creación hasta hoy que la furia travesti grita en las calles: “¡Implementación de la ley Diana Sacayán ya!”. Primera parte del informe especial de Marcha.
La problemática de travestis y trans en relación al trabajo no es noticia nueva, sin embargo, siendo de amplio conocimiento, las políticas públicas en particular y los malos gobiernos en general todavía no logran hacerse cargo de las consecuencias de un Estado patriarcal y capitalista sobre los cuerpos disidentes.
Es de público conocimiento para quien quiera oír, que el promedio de vida de una travesti es de aproximadamente 35 años y que, en general, tiene un alto grado de deserción escolar siendo la única alternativa posible en relación a la subsistencia la prostitución.
Es por eso que desde hace años, la organización disidente pone en cuestión (y en la agenda y en las calles) la situación que viven las travestis: la violencia hacia el colectivo lgbttti aumenta y se visibiliza cada día más y los travesticidios ya son moneda corriente. Otro dato que sabemos todxs, la responsabilidad es del patriarcado y el machismo fervoroso en esta sociedad.
Pero no podrán parar la furia travesti que corre por las venas y las calles.
Una Ley, desde su creación
Nada peor para los opresores que cuando el pueblo se organiza para quebrarles las piernas. Nada peor para el patriarcado más recalcitrante que las travestis se junten y busquen, organizadas, combatirlo con las prácticas más furiosas.
La negación del derecho al trabajo es una cuestión que organizaciones de la disidencia sexual vienen abordando hace un tiempo. En la provincia de Buenos Aires, las primeras experiencias fueron con cooperativas, con la convicción de que si ellas mismas no generaban sus propios caminos laborales, nadie lo haría por ellas.
De la mano de Lohana Berkins, la experiencia de la cooperativa Nadia Echazú (cuyo nombre es tomado de una travesti brutalmente golpeada por la policía y abandonada por el estado en una cama de hospital) fue un hito que luego se replicó en el resto del país.
Y es en este momento histórico, de la mano de otra activista travesti, Diana Sacayán (asesinada en octubre de 2015 en manos de la violencia machista), donde a partir de un diagnóstico en relación al acceso al empleo de personas travestis y trans se comienza a articular, por el 2011, con el Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Empleo de la provincia de Buenos Aires para la firma de un convenio donde el estado se comprometería a tomar acciones para promover el empleo para esta población.
De esta manera, se crea un área con la que comenzaron a gestionar seguros de capacitaciones de empleo y garantizar cupos en diversos programas. La creación de políticas públicas en relación a esta problemática ya estaba en la agenda de las organizaciones de la disidencia sexual.
Es Diana Sacayán quien comienza a soñar esta Ley y la comparte con el resto de sus compañeras. Acérrima abolicionista, estaba convencida de que a través de las políticas públicas se podría crear una alternativa al discurso de la prostitución como trabajo. Según Saya Sacayán, su hermano y coordinador del M.A.L, “Esta ley lo que propone es un trabajo digno, genuino, a las compañeras travestis. Esta ley pretende sacarlas de la prostitución.”
Las organizaciones que impulsaron, redactaron y militaron el proyecto de Ley fueron Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), Conurbanos Por La Diversidad, Abogados por los derechos sexuales y Asociación de Lucha por la identidad Travesti Transexual, junto a la diputada del Frente para la Victoria, Karina Nazábal quien lo impulsó en el Congreso.
Es así que fue aprobada, a mediados de septiembre de 2015, la que será reconocida como la Ley Diana Sacayán N° 14.783 de Cupo Laboral Travesti Trans, con un fuerte lobby de las organizaciones sociales acompañada de una campaña fotográfica con la consigna “Yo apoyo la ley de Cupo Laboral Trans”.
Esta Ley lo que propone es garantizar un cupo mínimo de un 1% del total del trabajo estatal de la provincia de Buenos Aires para las personas travestis y trans mayores de 18 años.
Para muchxs, la implementación de esta Ley podría ser un cambio en sus vidas. Natalia Bonetti, de Conurbanos por la Diversidad, declaró que “la palabra justa para esta ley sería “liberadora”, porque no solamente te da la dignidad de poder reinsertarte socialmente, ser reconocida como una persona con los mismos derechos que cualquier otra, darte la posibilidad de crecer como ser humano, de no quedarte en esa parte oscura de la que siempre solemos ser catalogadas”.
“Liberación. Cortar con tantos años de opresión, machismo, discriminación, de injusticia social que duele y que solamente quienes hemos pasado por eso podemos decir que realmente es así. Esta Ley no sólo va a visibilizarnos, que de hecho ya estamos visibilizadas, sino que nos va a dar el derecho de ser y hacer con nuestras vidas lo que hacen todos los demás mortales, tener proyectos, ideales, tener sueños…”.
Un Estado puesto a reparar tanta violencia
Entre tanto fervor y alegría por la aprobación de la Ley, la lucha por los derechos de la disidencia sexual vivió una fuerte tragedia que dejó huellas en cada espacio. En octubre de 2015, Diana Sacayán fue encontrada asesinada en manos de la violencia machista, cuya situación judicial en la actualidad fue elevada a juicio oral siendo este asesinato paradigmático siendo los acusados imputados de femicidio.
A partir de este hecho, familiares, amigxs y compañerxs de Diana Sacayán han creado una Comisión que lucha por resolver la situación judicial, instalar el concepto de “travesticidio” como crimen de odio cometido hacia travestis y manifestarse contra cualquier travesticidio entendiendo que la problemática, claramente, no es aislada.
Y en junio de este año, realizaron junto a otras organizaciones sociales, la primera marcha nacional contra los travesticidios, entre otras múltiples acciones.
Pero como el capitalismo y el patriarcado, violentos por naturaleza, no sabe de creaciones genuinas, luchas y hermanamientos, por cada una de nosotras asesinadas, miles levantamos el puño para reivindicarnos.
De esta manera, en marzo de este año, con un cambio de gestión estatal en manos de la derecha empresarial y la nula intención de implementar la Ley, las organizaciones que la impulsaron, junto a la Asociación por un Mundo Igualitario (AMI) de Mar del Plata y OTRANS Argentina crearon la Campaña por la Reglamentación e Implementación de la Ley Diana Sacayán N° 14.783 de Cupo Laboral Travesti Trans.
La Campaña tiene dos objetivos muy claros: que el Gobierno de la provincia de Buenos Aires reglamente la Ley y que los Gobiernos Municipales adhieran a la misma para que se haga efectivo el cupo también en los distritos.
Es así, que a través de jornadas y de una ardua visibilización de la lucha que vienen realizando, la Campaña logró iniciar un diálogo con funcionarios de la provincia de Buenos Aires en la cual el objetivo es lograr un decreto reglamentario que sostenga la esencia de la Ley y la lucha por el derecho al trabajo.
Respecto a esto, Saya resaltó que “se logró que parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia se sienten a hablar con nosotrxs donde presentamos una propuesta de texto de reglamentación y estamos esperando novedades y respuestas”.
Quien lxs recibió fue Santiago Cantón, Secretario de DDHH de la Provincia, ante el cual se presentaron las principales exigencias en relación a la reglamentación. Según lo que comunicó la Comisión, es fundamental que en el momento de la implementación “que la Ley mantenga el nombre de Diana Sacayán, un proceso de acompañamiento a las personas que ingresen a sus puestos de trabajo, que se tenga en cuenta un mecanismo inclusivo en relación a la idoneidad y antecedentes penales y garantizar el acceso al trabajo a personas trans y travestis migrantes”.
Ante estas negociaciones, la Comisión, como las organizaciones sociales que trabajaron con ella y acompañan su lucha, considera de suma importancia que la ley lleve el nombre de Diana Sacayán, a pesar de que desde otros espacios presentes en el escenario político de la diversidad intenten poner palos en la rueda y apropiarse de su lucha y sigan poniendo énfasis en la reglamentación de la prostitución.
Ante esto, Saya declaró con contundencia, “esto de la Ley es también hacer justicia por Diana. Tenemos que mantener viva la lucha abolicionista. Que esta Ley lleve el nombre de Diana también es hacer justicia. No sólo las organizaciones compañeras estamos dando batalla por la reglamentación e implementación sino hasta quienes no la querían y la han demonizado, y quienes pretenden decir que la prostitución es un trabajo, piden por esta ley. Para ellos es lavarle la cara a este gobierno. Es irónico que pidan por esta ley”.
Por otro lado, la Comisión ha realizado eventos de reflexión crítica y discusión de la Ley de Cupo en particular y de la situación de las travestis en general, espacios fundamentales para el contagio y la multiplicación de esta Ley. En estas se intercambiaron experiencias del proceso en Buenos Aires y de cómo se está llevando la lucha en otras provincias.
Un hecho histórico fue la “Jornada Nacional por la implementación de la ley Diana Sacayán: hacia una experiencia de cupo laboral travesti trans en todo el país, encuentro de debate e intercambio de experiencias” que se realizó en la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires con la presencia de 150 activistas y 30 organizaciones LGBTTTI, organizado por la diputada Karina Nazábal.
En esa oportunidad se remarcó, “es una ley militada y promovida por la compañera Diana Sacayán para reparar de alguna manera lo que el Estado durante tanto tiempo permitió que pase. Ese trabajo debe ser el empleo público, porque de alguna manera el Estado es el que validó durante décadas una cultura de discriminación, de represión y anulación de estas identidades”.