Diosnel Pérez -secretario de Promoción Social de la Junta Vecinal de Villa 20 y militante del Frente Popular Darío Santillán- habló con Marcha sobre la situación en la zona del Indoamericano, cuya ocupación se conmemora con un acto este jueves 8 desde las 10.30 de la mañana frente al parque.
Marcha: Este 7 de diciembre se cumple un año de la represión conjunta de las fuerzas de las policías Federal y Metropolitana. En ese momento se hicieron promesas y se habló de planes de vivienda. Hasta se hizo un censo para establecer las personas que necesitaban una vivienda. ¿Cómo está la situación habitacional a un año de la toma y de la represión?
Diosnel Pérez: La situación de los compañeros que ocuparon el Indoamericano sigue igual que entonces, no hubo ningún cambio. No se cumplieron las promesas del gobierno Nacional ni de la Ciudad, que iban a poner un peso cada uno para solucionar el problema. Ni 10 centavos pusieron. No hay una política seria para solucionar el problema habitacional. No hay respuestas ni de Ciudad ni de Nación.
M: Sabemos que fuiste citado a declarar en una causa por usurpación. ¿Qué opinión te merece esta situación?
DS: Hay una persecución política hacia nosotros, los luchadores populares. Nos procesaron junto a Luciano Nardulli y otros referentes barriales como supuestos responsables de la ocupación. Para el Gobierno fuimos nosotros los que organizamos la ocupación. Hubo tres personas muertas y de los asesinos todavía no se sabe nada aunque ya la pericia balística dio que el plomo que mató a Bernardo Salgueiro y a Rosemary Churapuña fue de la Policía Metropolitana, que reprimió brutalmente conjuntamente con la Federal. No agarraron a esos asesinos, pero nos persiguen a nosotros, que tuvimos que presentarnos para declarar.
-¿Qué obras hizo el gobierno de la Ciudad en el Parque?
– Sigue clausurado. Avanzaron con las rejas. Y pusieron una cabina de seguridad y cámaras. De este lado, sobre la avenida Escalada y las vías del ferrocarril Belgrano, no se sabe lo que quieren hacer, sigue habiendo un matorral. De la otra punta, hacia la autopista Richieri, están preparando otra vez la plaza, para los chicos. Lo más importante que hicieron fue que pusieron una oficina del Ministerio de Espacios Público y Medio Ambiente en el medio del Parque Indoamericano, que ocupa casi una hectárea y media. Después nos procesan a nosotros por ocupar un espacio público.
-¿Cómo avanza la causa por los asesinatos?
-El fiscal Sergio Abraldes le presenta pruebas al juez Luis Otero, pero no confiamos en este juez. Cuando le pedimos una audiencia y nos recibió, me di cuenta de que nosotros los pobres nunca vamos a tener justicia con esta clase de jueces. La verdad que es un nefasto. Ahí te das cuenta que los jueces directamente están para la gente de plata, no para los pobres. Para los pobres están sólo para meterlos adentro.
-¿Cómo fue esa reunión con el juez Otero?
-Junto a organizaciones sociales y familiares de las víctimas fuimos al despacho y le preguntamos por qué no hay todavía ningún detenido por los tres asesinatos. Y lo que salió a decir es que lo que él ordenó es que hagan allanamientos en todas las casas de la villa para buscar el arma tumbera de la que la policía había hablado. Le dijimos que las pericias balísticas de gendarmería demostraron que no los mataron con tumberas. El juez nos dijo que no se puede investigar solamente a la policía, también tenemos que investigar a los vecinos que estuvieron ahí.
-¿Qué le respondieron?
-Le planteamos que queríamos hacer una denuncia por torturas de parte de la policía por lo que le pasó a Nahuel Ríos, que le golpearon la cara contra el guardrail, le rompieron todo. El juez dijo ‘ah, ese pibe, es uno de ustedes’. Como diciendo, un negro como ustedes. Y nos dijo que con eso no se podía hacer una denuncia por torturas, que no fue torturado ese pibe. Le preguntamos para él qué significa tortura. En muchos medios salieron imágenes cuando lo estaban golpeando.
-¿Cómo está la situación en cuanto a la segunda represión, la del 9 y 10 de diciembre, protagonizada por barrabravas?
-Las patotas del PRO mataron a Emilio Canaviri Álvarez. Y casi matan a otro compañero. Ahora no le permiten a la viuda de Canaviri presentarse como querellante en la causa. Hay fotos de este personaje que salió con la pistola en la mano, disparando, pero no lo citan. Cuando le dijimos eso al juez, nos dijo que se averiguó y que era un arma de juguete. Si es de juguete, debería declarar ante un juzgado, explicando qué estaba haciendo empuñando un arma aunque haya sido falsa. Igual, estamos seguros que el arma no era de juguete.
-¿Qué balance haces de la presencia de gendarmería en el barrio?
-Pensábamos que después del Indoamericano iban a poner un ministerio de Vivienda. Pero abrieron un ministerio de Seguridad. Para tener más seguridad en la villa, meten gendarmería. Con ese discurso, militarizaron todo el barrio. Sabemos que no fue para que tengamos seguridad sino para que no nos sigamos organizando. No me siento seguro cuando veo a la gendarmería paseando con la camioneta en el barrio. Es otra forma de persecución. No nos van a amedrentar. Vamos a seguir luchando por la necesidad de cada vecino.
-¿Cuál es el trato que tienen los gendarmes con los vecinos?
-Se presentan como el tipo que cuando te habla maneja la situación: te quieren dar miedo. El otro día me pararon a la entrada del barrio, yo estaba con dos abogados de la ONG ACIJ, estábamos sacando fotos de la basura acumulada a cielo abierto para una denuncia contra el gobierno de Mauricio Macri por la situación de los residuos en la villa. El gendarme nos habló prepotentemente. Le dije que no hace falta gritar. Que yo puedo ser extranjero, inmigrante, pero entiendo muchas cosas. Y sé cómo tengo que hablar con los gendarmes y cómo ellos tienen que hablar conmigo. No porque tengan un uniforme me van a venir a pisotear.
-¿Pero no tienen la aceptación del barrio?
-Hay una parte del barrio que está de acuerdo, se siente más segura y dice que puede salir a la calle porque hay menos chicos adictos dando vueltas. Ellos les tienen miedo a “los de verde”, como les dicen. Ahora no roban en las calles principales pero en los pasillos sigue la delincuencia. Y los gendarmes tampoco vienen a perseguir a los grandes delincuentes. Vienen a perseguir a estos pobres chicos en vez de venir a ayudarles, vienen y los garrotean. Y los otros siguen vendiendo droga porque le responden a la policía. A estos pobres chicos que están enfermos en vez de agarrar y llevarlos a un instituto de rehabilitación los cagan a palos o hasta los pueden llegar a matar.
-¿No ven diferencias entra la Gendarmería y la Federal?
-Desplazaron a toda la Federal de los barrios más vulnerables, como de las villas, porque son muy corruptos. ¿Y la gendarmería? Es la más corrupta que hay. Por las fronteras pasan toneladas de drogas. Ellos están ahí. No vengan a decir que no son corruptos. Hace poco un paisano paraguayo me dijo que la otra noche estaban jugando al truco con su familia en su casa y cayó la gendarmería, los querían llevar presos por que sí, les terminó sacando 700 pesos. Le dije que lo denunciemos y el vecino me dice que no se quiere meter. Eso es lo que lleva a los policías y gendarmes a hacer estas cosas. Sucede porque nos callamos. No hay que callarse, hay que denunciar lo que hacen.