Por Redacción Marcha.
La Agencia de Noticias del Estado cumple hoy 70 años y trabajadores y trabajadoras realizarán un acto para denunciar al Directorio por impedir la plena libertad sindical. El debate por la calidad de los contenidos periodísticos y la importancia de conformar una agencia pública alejada de los intereses de turno en un contexto de creciente organización de los gremios de prensa.
La semana pasada el hashtag #LibertadSindicalenTélam fue la segunda tendencia más comentada de Argentina en Twitter y todas las redacciones comenzaron a averiguar sobre lo que estaba pasando en la Agencia de Noticias del Estado a menos de una semana de cumplirse 70 años de su creación.
Las y los trabajadores electos como delegados y delegadas denuncian que no están siendo reconocidos por el Directorio de la Agencia a pesar de estar avalados por los votos de más de 350 personas que se expresaron en elecciones democráticas realizadas el 25 de noviembre de 2014.
Distintos motivos políticos parecen regir la decisión de la jerarquía de la Agencia en desconocer y omitir los derechos y las demandas para los que la Comisión Gremial Interna (CGI) fue mandatada; recategorizaciones, encuadramientos, pedido de concursos transparentes, visibilidad del servicio informativo, entre otras son postergados por esta decisión. Además, el Directorio de la Agencia parecería estar en contra de la construcción de un nuevo sindicato, por fuera de la cuestionada dirección de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), estrategia de organización que se volvió necesaria a partir de la expresión de más de 2 mil trabajadores y trabajadoras de la Ciudad de Buenos Aires en el plebiscito de prensa organizado los pasados 17 y 18 de diciembre.
Pero, ¿cómo fueron las últimas elecciones en la agencia de noticias del Estado?
“Las últimas elecciones fueron diferentes a todas las que recuerdo. Unos meses antes, el Ministerio de Trabajo le otorgó la personería gremial a un sindicato de empresa conformado por una mafia sindical que vive apretando y maltratando compañeros” contó a Marcha, Carla Gaudensi, delegada de la Agencia de Noticias Télam.
En palabras de Gaudensi, esta decisión del Ministerio de Trabajo generó “un contexto distinto al que viven el resto de las empresas periodísticas”, aseveró. “No sólo nos enfrentábamos a luchar contra la negativa de ‘nuestro sindicato’ (UTPBA) a llamar a elecciones, un hecho que se repite desde hace 15 años y que fue producto de una pelea con la conducción del gremio de la asamblea de trabajadores por una ‘agachada’ que pretendían llevar adelante, sino con otra mafia que ahora era legal en la Agencia”.
Relató que “cuando el Ministerio de Trabajo informalmente nos comunicó que nos exigían la afiliación del 10 por ciento al sindicato para venir a fiscalizar, con mucho esfuerzo y tratando de convencer a muchos compañeros y compañeras, que se habían desafiliado por las reiteradas borradas de la UTPBA, logramos llegar a ese requerimiento, lo que considerábamos un triunfo porque representaba un respaldo a la política que veníamos llevando adelante”. Sin embargo, relató Gaudensi: “Nos informaron -también informalmente- que está vez no iban a venir a fiscalizar el comicio como lo habían hecho en las anteriores ocasiones”.
En consecuencia, no sòlo la UTPBA se negaba a convocar a elecciones sino también el Ministerio de Trabajo. “Es por eso que decidimos ir a la Justicia para hacer valer el derecho de las y los trabajadores de ser representados por una expresión sindical diferente”, relató la trabajadora. El resultado fue de relativa victoria; se presentó un amparo y el Juzgado Nacional del Trabajo 63 ordenó una medida cautelar que dispuso la realización de la elección, aunque luego, la conducción de la UTPBA apeló y ahora el fallo se encuentra en Cámara esperando resolución. “Esto demuestra que detrás de la maniobra había muchos intereses en que estas elecciones no se hagan (la patronal, la UTPBA, el SITRAPREN y algunas agrupaciones históricas de Télam)”, informó la delegada.
“Sin libertad sindical no hay libertad de prensa”
“Los trabajadores de Télam no sólo estamos luchando por el reconocimiento de nuestra Comisión Interna, por nuestro derecho de organización, por nuestro salario y condiciones de trabajo. También luchamos por un servicio periodístico prestigioso, intelectualmente honesto, más allá de la línea editorial de turno, que no sea un espacio para republicar gacetillas de funcionarios”, sostuvo, consultado por Marcha, Mariano Suárez, delegado gremial de la Agencia de Noticias, periodista y abogado e integrante del Colectivo de Trabajadores y Trabajadoras de Prensa (CTP).
“La libertad de expresión no es solamente un derecho a la autorrealización personal. No sólo protege la posibilidad de expresión libre del individuo sino que, sobre todo, se propone garantizar los medios sociales, económicos y políticos para que pueda haber un debate social público profundo y desinhibido”, amplió Suárez.
La decisión del directorio de Télam, a cargo de Santiago Álvarez, Santiago Aragón y Alberto Emaldi, de negar el reconocimiento de los derechos sindicales de las y los trabajadores de la agencia no sólo atenta contra la defensa de óptimas condiciones laborales sino también contra la calidad del contenido informativo que se produce. Desde hace meses, la Comisión Gremial Interna (CGI) de trabajadores y trabajadoras de la Agencia de Noticias del Estado no es recibida –como tampoco sus demandas- por quienes detentan los cargos jerárquicos luego de haber ganado las elecciones. Esta impronta, además de afectar el trabajo cotidiano de producción de las noticias, parece consolidar un mensaje hacia el resto de las experiencias de organización laboral dentro de las empresas mediático- comerciales.
“Más allá del interés editorial patronal que siempre estará presente, se requiere que hacia dentro de esas empresas los trabajadores puedan dar debates sobre los contenidos y la agenda de los medios en los que trabajan. Y ese debate (…) necesita como condición de posibilidad la existencia de un cuerpo colectivo que concilie la vida gremial con la profesional” opinó Suárez. “Por eso decimos que sin libertad sindical en Télam tampoco es posible que la agencia que administra el Estado pueda hacer un aporte consistente a una comunicación democrática”.
Una situación “excepcional” en la historia de la Agencia
Mariano Suárez junto a otro periodista de la agencia, Ariel Bargach, son los autores del libro “Télam. El hecho maldito del periodismo argentino. Una historia de la comunicación oficial”, páginas en las que trabajadores y trabajadoras de la agencia reflexionan sobre el recorrido histórico, el rol de las agencias de noticias en el control de la información y la necesidad de conformar un medio público con una mirada nacional y latinoamericana, alejado de las acostumbradas operaciones de prensa, de las publicidades gubernamentales y esclavo de los intereses de turno.
Durante la recolección de los testimonios para la redacción del libro, Suárez y Bargach pudieron haber dado cuenta de anteriores negaciones del reconocimiento de parte de las dirigencias de comisiones internas electas democráticamente por trabajadores y trabajadoras de la agencia pública, sin embargo, consultado por Marcha, Mariano Suárez sostuvo que “la situación actual es excepcional”.
“Télam en sus 70 años de vida siempre tuvo una intensa vida gremial. Sólo durante la dictadura militar y en un período del actual gobierno (2006-2009), que la empresa estuvo conducida por Martín Granovsky, ex director de Página 12, siempre hubo respeto de la libertad sindical interna”, opinó Suárez. “La actual conducción de Télam pretende aislar a la agencia y a sus trabajadores de todas las empresas periodísticas de la Capital Federal. Hay una historia en la agencia en la que Télam siempre se manejó con autonomía de las otras comisiones internas y, por la envergadura de la empresa, eso acarreó ventajas tanto para las administraciones de turno como para pequeñas células del sindicalismo-patronal internas que tenían razón de ser en ese esquema”, analizó.
“Las y los trabajadores de Télam resistimos a varios intentos de cerrar la agencia o de vaciarla, es algo que forma parte de nuestra lucha y de su historia, pero esta nueva forma de ‘silenciamiento gremial’ es nueva”, opinó en consonancia también Gaudensi. Mientras, se continuará en la lucha, instrumentando medidas de fuerza en las redacciones, en las calles y en la Justicia para garantizar una vida gremial plena en la agencia pública.
Entretanto hoy a las 13:45 se realizará en la sede de Belgrano 347 un acto en celebración de los 70 años de la agencia en el que se reclamará por la libertad sindical y se respaldará la construcción de un nuevo sindicato de actividad en la Ciudad de Buenos Aires que se lanzará públicamente en las próximas semanas.