Por Diego Paz. A pocos días de cumplirse 40 años de la Central de Trabajadores de la República Argentina (CTERA) se realizaron las elecciones de Junta Ejecutiva. Reafirmación de la conducción oficialista a través de la lista Celeste y ratificación de la oposición a través de la lista Lila-Multicolor.
El 11 de septiembre de 1973 se fundó la CTERA con la participación de más de 140 entidades gremiales de base. Inspirados en los principios de la declaración de Huerta Grande, los docentes asumieron la identidad de trabajadores de la educación como un sector más de la clase trabajadora argentina, y por lo tanto como sujeto de transformaciones sociales. Este movimiento era el resultado final de más de 18 años de resistencia por parte de los docentes a los primeros embates contra la educación pública durante el gobierno de Arturo Frondizi y que continuaron durante la dictadura de Onganía.
La dictadura de Videla, Agosti y Massera, en el marco del terrorismo de Estado, fue un duro momento para la organización gremial de los docentes y de los trabajadores en general, siendo perseguidos, secuestrados y asesinados.
A mediados de los 80 se funda SUTEBA, pero lejos de continuar con la tradición fundacional de la CTERA, las entidades gremiales fueron “adaptándose” al modelo sindical argentino, logrando el reconocimiento por parte del Estado para la administración de beneficios para sus afiliados. A finales de la década, la CTERA, alcanzó el mayor grado de integración con un sindicato único por jurisdicción, incorporando docentes de todos los niveles y modalidades tanto del ámbito público como privado.
Fue a finales de los 90 que la CTERA volvió a ser una referencia de lucha y combatividad frente a la destrucción de la educación pública, producto de las políticas neo-liberales como la Ley Federal de Educación (Ley 24.195) o los recortes salariales a los docentes. La histórica “carpa blanca” fue un hito de la resistencia al menemismo y al gobierno de La Alianza.
Ya en el siglo XXI, tras la salida de la convertibilidad y la llegada del kichnerismo, la CTERA, bajo la conducción de Hugo Yasky. participó de la reconstrucción del pacto social que hegemoniza la Argentina hasta la actualidad. En el año 2000, la CTERA rondó el 45% de afiliación (234.000 afiliados cotizantes) de una actividad (622.000 docentes) donde más del 55% estaba afiliado a alguna entidad gremial. Sin embargo, en la provincia de origen del kichnerismo, la propuesta oficialista no logró hacer pie en ADOSAC, donde la lista Multicolor sacó más del 95% de los votos.
Este 6 de septiembre, alrededor de 325.000 docentes fueron los habilitados para votar a Junta Ejecutiva, ya que junto a la CTA, es de las pocas Centrales (asociación de 3er grado) que permite la elección directa de sus conducciones.
Desde temprano, una vez que las escuelas abrieron sus puertas, empezaron a funcionar las mesas de votación con fiscales de ambas listas. Los candidatos por la lista Celeste-Violeta eran Stella Maldonado y Sonia Alesso, mientras que por la oposición, la lista Lila-Multicolor iba Daniel Hut (Secretario General de ATEN). A pesar de los inconvenientes que tuvieron muchos y muchas docentes para poder votar en las escuelas donde realizan sus tareas, la participación mantuvo un nivel aceptable en algunos distritos mientras que en otros fueron muy altos, como por ejemplo Ensenada con un 74% de participación del padrón.
Tras una jornada tranquila y sin demasiados sobresaltos ni folclore electoral, sobre las 17hs fueron cerrando la mayoría de las mesas, dejando una sola hasta las 18hs donde se realizó el escrutinio final. Pasadas las 20hs ya se fueron obteniendo los resultados finales sobre un 85,05% de las mesas, los cuales ratificaron a la conducción de la Central por parte de la lista Celeste-Violeta encabezada por Maldonado y Alesso con un 73,93%.
Sin embargo, desde la oposición Multicolor el ánimo no era el de una derrota ya que en la mayoría de los distritos dónde se habían recuperado los SUTEBA, se reafirmaron la mayoría de los resultados obtenidos hace 2 meses. “En las mesas de las escuelas ganamos nosotros, mientras que en las mesas que están en la CTA o lugares que no votan los docentes en actividad ganan ellos”, comentó a Marcha Rodrigo Aleman, docente y delgado del SUTEBA La Plata. Lejos de un análisis derrotista, la mayoría de los integrantes de la oposición Multicolor sintieron que esto demuestra la confianza de los docentes en la unidad sostenida por la oposición y que marca el comienzo para la construcción de un nuevo sindicalismo.