Por Laura Cabrera. Zaz comenzó la gira presentación de su disco París en Argentina con un show en el Luna Park. El sábado se presentó en Córdoba y ayer en Rosario. El 31 se va el último, en Mendoza.
“Ellos me esperan a mí y yo los espero a ellos”. Así expresó sus expectativas la cantante francesa Isabelle Geffroy (Zaz) en una entrevista televisiva, a pocas horas de dar el primero de los cuatro shows de la gira de presentación de su disco París en Argentina.
La joven que supo consolidarse musicalmente mediante el “boca a boca” en el país y después con la explosión que generó en el ambiente de la música el tema que a esta altura es casi un himno: “Je veux”.
“Quiero amor, felicidad, buen humor/no es tu dinero lo que me hará feliz/ yo lo que quiero es morir con el corazón en la mano”, canta Zaz en ese tema que todos corean (o balbucean) y que no pasó desapercibido el jueves 12, entre la simpatía y el talento de la cantante y la potencia de una banda que hasta se dio el gusto de hacer dos temas instrumentales, con los que realmente se lucieron.
Primera parada: Estadio Luna Park
Con una antesala en donde Las Taradas pisaban por primera vez y muy fuerte el Luna Park con música y buen humor (con un pequeño gusto, el de tener como invitado a Lucio Mantel en “Otorrinolaringólogo”), Zaz invadió de energía el escenario pasadas las nueve y media de la noche. De contextura pequeña pero enorme en su voz, la cantautora cortó con la ansiedad del público con “On ira”, tema de difusión de Recto/Verso, y continuó en casi toda la primera parte con un repaso de sus discos. El recital estuvo dividido en intervalos en donde la banda se quedaba sola, sin su cantante, pero con un público entusiasmado por lo que veía en escena: un grupo musicalmente impecable.
Lo cierto es que en un principio daba la sensación de que el público disfrutaba mucho más de verla cantar sobre el escenario que de estar ahí, cantando, coreando con la artista. Para eso hubo que esperar un poco más, hasta el momento en que la propia Zaz invitó a su público a moverse, saltar y “dejarse llevar”, quizá siendo consciente de que muchos de los que estaban ahí no iban a poder cantar sus temas, al menos no en un francés auténtico pero sí en balbuceos y tarareos. Buscar la forma de disfrutar de lo desconocido fue la consigna.
“Sous le ciel de París”, “La Compaite de la Butte”, entre algunas otras clásicas también tuvieron aceptación. Es que el estilo de Geffroy propone un juego entre lo clásico de la canción francesa, lo moderno y la fusión de estilos como el jazz o el swing, que van perfectos con su voz.
El show tuvo dos momentos que sorprendieron al público, más que por lo musical por el mensaje y por el gesto de la artista. El primero llegó al momento de tocar “Si je perds”, cuando expresó en el español que pudo “no olviden que somos la memoria de los que ya no tienen”. Allí se ganó el primer gran aplauso del público al que más tarde le dedicaría especialmente “Dos gardenias”, en español.
A diferencia de otros artistas internacionales, Zaz no solo aprendió el saludo (buenas noches Argentina/ los quiero…) sino que intentó y logró conectar con el público a través de la palabra hablada: saludó, relató la fábula del colibrí -“sé que sola no voy a poder pero hago mi parte”, expresó en alusión a la fundación con la que colabora, que lleva el nombre de ese espécimen- y al final del show se solidarizó con los inundados y se sumó a la campaña de ayuda de Red Solidaria a los pueblos que pasan por esta situación, en consonancia con su filosofía artística en la que suele donar el dinero de merchandising a fundaciones y proyectos.
Pero el show tenía que llegar a su fin. Y así fue. Entre medio de la emoción de la cantante ante la demostración de la gente que la vitoreaba y los aplausos de éste, comenzaban a sonar y de a poco a tomar forma los acordes de la famosa “Je veux”. Los que estaban sentados se levantaron a bailar, los que hasta el momento se encontraban callados comenzaron a cantar.
Finalizó el tema. La cantante, junto a Philippe Slominsky (trompeta), Denis Clavaizolle (teclado, acordeón y voz), Eric Seva (saxofón), Ilan Abou (bajo y contrabajo), Guillaume Juhel y Benoit Simon (guitarras), Philippe Motte (batería) y Thierry Faure (acordeón y piano), se despedían de Buenos Aires. Unos minutos más tarde, se escuchaba el coro pidiendo “otra”. Las luces se volvieron a encender. La banda volvió a entrar en escena. Ahora así, “Dans ma rue” nos decía “adiós, aunque dado el público y el entusiasmo de la banda, es probable que esta despedida no sea para siempre.
Zaz, la nueva voz de la “Chanson francesa”
Hoy es reconocida como la sucesora de Edith Piaf, pero todo comenzaba hace cuatro años atrás en el barrio Montmartre, de París. Allí una cámara de video, dos músicos y su voz incomparable eran los únicos elementos. Así nació el video casero de “Je veux”, que ya lleva más de nueve millones de visitas de YouTube.
Argentina no fue la excepción para esta cantante que causó furor en Europa y Latinoamérica. Y así llegó el año pasado a Buenos Aires, con dos shows exitosos, aunque con menos público, en Niceto.
Zaz supo conquistar a su público tanto por su talento musical como por su simpatía y su gran compromiso reflejado en sus letras, en la difusión de su identidad y en sus acciones solidarias cada vez que promueve su sueño, el de un mundo mejor.