Por Redacción Marcha. La interna de los pre candidatos presidenciables dentro del kirchnerismo sube el voltaje. El hacedor de los nuevos trenes acusa a su rival bonaerense de la decadencia del servicio en la provincia. Qué se juega detrás de la política re estatista ferroviaria.
La discusión que se abrió entre el gobierno nacional y la oposición tras el anuncio presidencial de la re estatización de los trenes, tuvo también su impacto puertas adentro del kirchnerismo, en lo que indica que todo vale en un año electoral.
Los pre candidatos presidenciables que disputan la continuidad de CFK hacia adentro del peronismo, Florencio Randazzo y Daniel Scioli, tuvieron su nuevo revés cuando el actual ministro del Interior y Transporte aseguró que los trenes del gobernador bonaerense “son un desastre y nadie dice nada”, en referencia a Ferrobaires. También le dirigió unas palabras al actual jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y lo acusó de “traer vagones de subte de 1980”.
El hombre de los trenes
Con motivo de la inauguración del tren cero kilómetro que une Buenos Aires con Córdoba, Randazzo aprovechó para denunciar en conferencia de prensa el jueves pasado, que los multimedios y “grupos concentrados” ponen el foco en determinados candidatos que parecen ser “los únicos”. Se refería a Mauricio Macri, Sergio Massa y Daniel Scioli. El hacedor de la política ferroviaria del último tramo de gestión k, sostuvo que quiere que “sea la sociedad la que instale candidatos, no los medios de comunicación que en verdad son grupos económicos que tienen intereses en instalar sus propios postulantes”.
El escenario sciolismo vs randazzismo se asienta en la interna y la disputa por el “candidato natural” aflora. El bonaerense le respondió que mientras los candidatos “están en campaña, yo estoy gobernando día a día”. En respuesta a las últimas interpelaciones de Randazzo, aseguró que “muchos hablan y critican, pero hemos llevado adelante la transformación más profunda desde el punto de vista fiscal, financiero, económico” en la provincia. En un manotazo de paños fríos con su rival, Scioli estableció su contrincante en el macrismo y aseguró que el jefe porteño era su “adversario político”. Sin embargo, Randazzo redobló la apuesta y le respondió por su cuenta de twitter que sus “aliados son los millones de argentinos que defienden a @CFKArgentina y no están dispuestos a volver atrás”.
Lo cierto es que la disputa ya sea hacia adentro del kirchnerismo entre sus principales “rostros”, como entre éste y la oposición, tienen como trasfondo una política ferroviaria que aún suena a poco.
La ideología estatista vs las políticas económicas
Pero, ¿qué hay detrás de la política ferroviaria en el enfrentamiento entre los pre candidatos presidenciables? La disputa desde la cual se alimenta el discurso randazzista carece de sustento en el largo plazo. En reflexiones con FM La Boca, el economista Eduardo Lucita analizó el impacto de las medidas tomadas por la presidenta en el traslado de la administración ferroviaria a la órbita estatal. En referencia a lo que implicaría una definición de tipo “estatista” frente a una de tipo económica o “material”, Lucita aclaró que la decisión se tomó estrictamente “basados en la experiencia de los dos ramales que administra el Estado”. Es ahí donde “demuestran que con menos dinero que el que gastan los privados, pueden administrarlos”.
Para el integrante del EDI “en el transporte ferroviario así como en el aéreo, lo que da ganancia es la carga y acá hay una nebulosa con respecto a ese tema. Nadie afirma al control de quién van a pasar los ferrocarriles de carga. Hay un ramal que administra Techint, el que hace el recorrido Rosario-Bahía Blanca, el NCA que está bajo el control de Aceitera General Deheza y un ramal del San Martín que lo tiene la brasilera América Latina Logística (ALL)”. Lucita señaló que la ausencia de claridad respecto de qué política se va a dar el Estado con estas empresas es fundamental “porque si no estamos estatizando las pérdidas y mantenemos concesionada la ganancia”.
El discurso que siempre sostuvo el kirchnerismo es que las decisiones refieren a un modelo político y no a un eje económico, el economista señaló que en el caso ferroviario “es a la inversa” ya que “hay una decisión económica que no es política, porque no es por una concepción estatista, sino que es una política derivada porque se pierde mucha plata”. Y en este sentido es que precisó que “una decisión política sería avanzar en los ferrocarriles de carga”.